Desempleo, miedo, enfermedades mentales, confinamientos, bajadas salariales, pobreza sobrevenida, son algunas de las consecuencias que ha tenido la pandemia del Covid-19 para miles de personas en el mundo.
En España, por ejemplo, durante la pandemia se volvieron a ver las «colas del hambre» porque la ciudadanía tenía que sobrevivir y con los ingresos recibidos por las personas que se quedaron en ERTE o que, de diferentes maneras, vieron suspendidos sus contratos o despedidos sin estarlo, era imposible la supervivencia.
El Covid-19, además, ha traído una depauperación de las condiciones laborales de las clases medias y trabajadoras. Más horas de trabajo por menos salario, abusos sistémicos permitidos por la inacción del gobierno y, sobre todo, una precariedad oculta de la que nadie habla mientras desde el Ejecutivo hacen propaganda con unas cifras del paro registrado que se quedan en la cifra «gorda» pero que no analizan la realidad.
El pueblo que trabaja, que se levanta a las 6 de la mañana para levantar el país, está viendo cómo sus condiciones salariales son cada vez peores mientras los altos directivos y ejecutivos de las grandes empresas y los principales bancos se están subiendo sus sueldos por encima de la media.
Sin embargo, el Covid-19 ha sido un gran negocio para los que más tienen, para ese 0,1% que controla el 70% de la riqueza mundial, porque han visto cómo sus fortunas se incrementaban de manera sustancial y, además, sin pagar los impuestos que les corresponden.
Desde el comienzo de la pandemia, el think tank Instituto de Estudios Políticos ha seguido el crecimiento explosivo de la riqueza de los multimillonarios estadounidenses, uno de los signos más preocupantes de desigualdad durante una crisis que ha devastado a las familias trabajadoras.
Por ejemplo, en Estados Unidos, donde se concentran algunas de las principales fortunas que encabezan mes a mes la lista Forbes, la riqueza multimillonaria aumentó en 1,7 billones de dólares desde marzo de 2020. Esto supone un 58% de incremento. Este hecho se produce mientras el país norteamericano ya ha superado el millón de muertos por Covid.
Esta inquietante yuxtaposición subraya la historia de pérdidas y sacrificios desiguales durante la peor pandemia en un siglo. Mientras los multimillonarios han visto aumentar su riqueza, centenas de millones han perdido la vida y el sustento.
El 18 de marzo de 2020, cuando comenzó el confinamiento, los multimillonarios estadounidenses poseían un total combinado de 2,95 billones de dólares. El 4 de mayo de 2022, cuando Estados Unidos cruzó la marca de 1 millón de muertes, según datos de la NBC, 727 multimillonarios estadounidenses habían incrementado sus fortunas en 1,71 billones de dólares, según cifras de Forbes .
El 18 de marzo de 2020, Elon Musk, fundador de Tesla, SpaceX y ahora máximo accionista de Twitter, tenía una riqueza valorada en poco menos de 25.000 millones. El 4 de mayo de 2022 su fortuna estaba valorada en más de 250.000 millones.
Sin embargo, Musk no es el único puesto que otros multimillonarios que suelen estar entre los 10 más ricos del mundo, también han incrementado sus riquezas de manera exponencial entre el 18 de marzo de 2020 y el 4 de mayo de 2022.
El presidente de Amazon, Jeff Bezos, vio aumentar su riqueza de 113.000 a 150.000 millones. El fundador de Microsoft, Bill Gates, del que tanto se ha escrito durante la pandemia, experimentó un aumento de la riqueza de 98.000 a 129.800 millones.
Por otro lado, varios miembros de la familia Walton, propietarios de la famosa cadena de supermercados más grande del mundo, Walmart, aumentaron su fortuna combinada de 163.000 a 207.000 millones de dólares.