La magistrada del Tribunal Constitucional, Concepción Espejel, se ha convertido en la cabeza visible del “lawfare” contra el poder legítimamente constituido o, mejor como dicen por ahí, en la lideresa del “Partido de la Justicia”, un grupo de jueces y magistrados ultraconservadores dispuestos a hacer la vida imposible al gobierno progresista y evitar su reedición en esta nueva legislatura.
Su principal objetivo es neutralizar a “los enemigos de España”. Por eso mismo no están dispuestos a pasar ni una en las causas en las que están implicados los independentistas catalanes, incluidas las que llegan al Tribunal Constitucional, aunque haya que llevar a cabo maniobras irregulares como la que ha hecho “la querida Concha” tal y como la llama su amiga, Dolores de Cospedal, utilizando para ello la Sala de Vacaciones de la corte de garantías, una sala que en su historia nunca tomó una decisión de calado limitándose a asuntos de trámite.
Pero para la magistrada Concepción Espejel eso es lo de menos. En su trayectoria profesional hay multitud de decisiones controvertidas que la señalan como una jueza polémica donde las haya pero que, a pesar de ello, ha alcanzado las mayores cotas de poder en el seno de la justicia. En 1983 empezó su carrera en un juzgado de Vinaroz, (Castellón). Tras una singladura por diferentes ciudades, acabó por recalar en Guadalajara en 1998. Un año después fue nombrada presidenta de la Audiencia Provincial y aquí es cuando empieza a tomar decisiones muy polémicas. En febrero de 2005, el jefe provincial de Falange de Guadalajara, Israel Galue Maldonado, apuñaló con una navaja a un joven izquierdista. Espejel presidió el tribunal que juzgó la agresión en 2007. El líder falangista fue condenado a 2 años de cárcel por un delito de lesiones. Los fundamentos utilizados no tienen desperdicio. En uno se dice que “el animo del acusado no era matar sino lesionar si tenemos en cuenta que la víctima es una persona delgada, con menor resistencia, por tanto, a la penetración lo que denota la escasa contundencia del impacto". El joven recurrió y el Tribunal Supremo condenó a Galue a 5 años de cárcel como autor de una tentativa de homicidio.
Durante su permanencia en la Audiencia de Guadalajara se produjo el incendio de Riba de Saelices en el que murieron 11 miembros de un retén de bomberos, en 2005. La jueza de primera instancia de Sigüenza descartó responsabilizar penalmente a los políticos y técnicos de la Junta de Castilla La Mancha gobernada por el PSOE. Espejel ordenó a la instructora seguir investigando a la administración autonómica. Como ésta se negó fue trasladada por orden del Consejo General del Poder Judicial. La nueva titular del juzgado cumplió la consigna de Espejel e imputó a 20 cargos, entre ellos a la exconsejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo. Finalmente fueron procesados 15 políticos y técnicos de la Junta.
Pero en esos días en que se debía celebrar el juicio, Concepción Espejel fue “ascendida” como vocal al Consejo General del Poder Judicial en la lista del Partido Popular. Se formó un nuevo tribunal que absolvió a los cargos políticos y técnicos y sólo condenó al excursionista que había provocado el incendio al haber hecho una barbacoa en una zona altamente peligrosa donde estaba prohibido encender fuego. El nuevo tribunal criticó gran parte de la investigación que consideró “irrelevante e inútil”.
Una vez en el Consejo General del Poder Judicial, Espejel obtuvo una plaza en la Audiencia Nacional donde se la nombró presidenta de la sección segunda de la Sala de Lo Penal. Allí no paró de participar en sentencias polémicas. En 2012, al cantante rapero Josep Miquel Arenas, Valtònyc se le acusó de enaltecimiento del terrorismo, apología del odio ideológico, incitación a la violencia e injurias a la corona en las letras de sus canciones. El tribunal que le juzgó estaba compuesto por tres jueces, dos de ellos “de renombre”, Concepción Espejel y el que hasta hace unos meses fue consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López. Condenaron a Valtònyc a 3 años y medio de cárcel. El cantante se encuentra exiliado. No paró ahí la represión del tribunal presidido por la Espejel en la Audiencia Nacional por delitos de opinión. Otro cantante, el rapero Pablo Hasél, fue condenado en varias ocasiones por la instancia, unas condenas que fueron anuladas por el Tribunal Supremo que consideró que las letras de sus canciones, consideradas delictivas por el tribunal que presidía Espejel, entran dentro de los límites de la libertad de expresión
Concepción Espejel fue recusada en las piezas del caso Gürtel y ella misma renunció en la referida a la financiación irregular del PP en la que el partido que entonces presidía Mariano Rajoy fue condenado. La magistrada fue designada por el Senado para el Tribunal Constitucional por el PP en una decisión muy criticada por los socios del gobierno progresista que argumentaron que la candidata tiene “una vinculación evidente con el Partido Popular”. En la comisión de nombramientos del Congreso se defendió como pudo rechazando su relación con María Dolores de Cospedal quien la había llamado en público “querida Concha”.
Y en el Constitucional, Espejel se ha significado por su oposición a todo aquello que proceda del gobierno progresista. Ha manifestado estar en contra del aborto y así lo expresó con un voto particular cuando el pleno aprobó la ley de plazos del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, 13 años después de haberse presentado el recurso de inconstitucionalidad. Su última decisión ha sido utilizar una Sala de Vacaciones que se ha dedicado históricamente a resolver asuntos de trámite durante las vacaciones judiciales de agosto, para rechazar un recurso de amparo presentado por Carles Puigdemont y Antoni Comín contra la orden de detención dictada por el juez instructor del Procès, Pablo Llarena.
Hay quien dice que el auto redactado por la propia Espejel respira cierto aire de venganza por una decisión que tomaron sus compañeros del tribunal de la Audiencia Nacional que juzgó al mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero al que absolvieron de haber cooperado con la sedición independentista. Los compañeros de Espejel consideraron que no había elemento incriminatorio alguno, que no hubo intención de poner el aparato policial al servicio de los independentistas. Espejel, al parecer según dicen en fuentes de la Audiencia Nacional, se molestó mucho con la decisión de sus compañeros y emitió un voto particular. Desde entonces, todos los implicados en las causas abiertas al independentismo catalán la han recusado. Entre otros el propio Carles Puigdemont.
Esa es la “trayectoria” de la que encabeza el “lawfare” judicial contra el gobierno progresista. Hay quien asegura que será ministra de Justicia si Alberto Núñez Feijóo acaba por ser presidente del gobierno. Su compañero y amigo, Enrique López, recientemente reincorporado a la Audiencia Nacional, la ha desaconsejado “meterse en política”, porque a él, personalmente, no le fue muy bien con Isabel Díaz Ayuso.