El PP y su ruta hacia el poder: a cualquier coste y sin ética

La ambición de Feijóo y los suyos se manifiesta en una estrategia que prioriza el objetivo final sobre los métodos empleados para lograrlo

02 de Agosto de 2024
Actualizado a las 11:46h
Guardar
El PP y su ruta hacia el poder: a cualquier coste y sin ética

El Partido Popular (PP) se encuentra en una situación que evidentemente está marcada por una determinación inamovible de alcanzar el gobierno de España. Esta ambición se manifiesta en una estrategia que prioriza el objetivo final sobre los métodos empleados para lograrlo. Bajo el lema implícito de "el objetivo es alcanzar el gobierno sea como sea" y el enfoque de "da igual el camino, el que pueda, que haga", el PP está delineando una ruta que merece analizar sus implicaciones y consecuencias.

Una ambición política sin restricciones

El primer principio fundamental que guía al PP es la ambición de alcanzar el poder a cualquier precio. Este objetivo ha conducido a una serie de decisiones tácticas que se centran exclusivamente en la conquista del poder, a menudo a expensas de la coherencia política y la integridad ética. La estrategia del partido está dictada por una máxima pragmática: cualquier medio que lleve al fin deseado es aceptable, siempre que se mantenga en la senda hacia el poder.

Este enfoque puede recordar la estrategia empleada por Maquiavelo en "El Príncipe", donde se argumenta que el fin justifica los medios. Maquiavelo, en su tratado político, sugiere que un líder debe estar dispuesto a hacer lo necesario para mantener el poder, incluso si esto implica acciones moralmente cuestionables. Este tipo de pensamiento ilustra cómo el PP podría estar percibiendo su propia estrategia: la ambición de alcanzar el poder puede justificar maniobras y tácticas que, en otras circunstancias, serían consideradas inaceptables.

Flexibilidad táctica: un camino de cualquier manera

El segundo principio, "da igual el camino, el que pueda, que haga", revela la disposición del PP a utilizar cualquier estrategia que considere efectiva para lograr su meta. Esta flexibilidad táctica es la forma en que el partido ha abordado sus alianzas, sus campañas electorales y sus respuestas a las críticas.

El PP ha mostrado una capacidad notable para adaptar su enfoque dependiendo de las circunstancias políticas. Por ejemplo, las alianzas con partidos de extrema derecha, o el cambio en la postura sobre temas clave pueden verse como maniobras para asegurar un mayor apoyo electoral o parlamentario. Esta adaptabilidad refleja una estrategia en la que el fin justifica los medios, permitiendo que el partido navegue por un mar de oportunidades y desafíos sin un rumbo fijo, pero con una meta clara.

Este enfoque recuerda la actitud de Karl Rove, asesor político de George W. Bush, conocido por su habilidad para manipular las tácticas políticas en favor de los objetivos de su candidato, sin importar las consecuencias a largo plazo. Rove es famoso por haber afirmado que "los objetivos no están sujetos a la moralidad", un principio que puede resonar en la forma en que el PP ha manejado su estrategia política. La adaptación constante a las circunstancias y la manipulación de los recursos disponibles para asegurar el éxito pueden ser vistas como paralelos en la política española.

Consecuencias para la integridad política y la confianza pública

Este enfoque, si bien puede ser efectivo a corto plazo, tiene implicaciones significativas para la integridad política y la confianza pública. La percepción de que el PP está dispuesto a comprometer principios y valores fundamentales para alcanzar el poder puede, y debería, erosionar la confianza de los ciudadanos en el partido y en el sistema político en general. La credibilidad y la estabilidad política dependen en gran medida de la coherencia y la transparencia en la política. Cuando un partido adopta una postura en la que cualquier camino es válido para alcanzar el fin deseado, corre el riesgo de ser visto como oportunista y deshonesto.

Además, la estrategia de priorizar el objetivo sobre los medios lleva a una política caracterizada por cambios abruptos y promesas incumplidas. Los ciudadanos y otros actores políticos perciben esto como una falta de compromiso serio con las políticas y las promesas, y afecta negativamente a la percepción pública del partido.

El futuro político

Para el PP, la tarea no es solo alcanzar el poder, sino también mantener la confianza y el respeto de los ciudadanos una vez alcancen el gobierno. La estrategia de "da igual el camino" puede ser eficaz para ganar elecciones, pero no necesariamente para gobernar con eficacia y legitimidad. El partido debe considerar si este enfoque está en sintonía con una visión a largo plazo que garantice una gobernanza estable y respetada.

El PP se enfrenta a un dilema estratégico: mientras que su enfoque de alcanzar el gobierno a cualquier precio puede ser una táctica eficaz a corto plazo, tendrán que valorar si esta estrategia es sostenible y si contribuye a una gobernanza ética y responsable. El verdadero desafío está no solo en conquistar el poder, sino también ejercerlo de una manera que refuerce la confianza pública y promueva una política coherente y respetada, algo que de entrada no parece posible en manos de esta formación política.

Lo + leído