Las primarias de cartón del Partido Popular

El caso de José Luis Bayo destapa la fachada democrática del PP, donde las reglas del juego están diseñadas para excluir a cualquier aspirante que no cuente con el aval político, no formal, de la dirección

29 de Mayo de 2025
Actualizado a las 11:37h
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Las primarias de cartón del Partido Popular

El Partido Popular celebra congresos con apariencia de apertura, pero los hechos demuestran que el pluralismo interno es más decorado que realidad. José Luis Bayo, aspirante a disputarle el liderazgo a Feijóo, ha denunciado un ataque informático que obstaculizó la recogida de avales. Su solicitud de ampliar el plazo fue rechazada sin contemplaciones, dejando al descubierto un proceso hecho a medida del candidato oficial. Con reformas estatutarias en camino para endurecer aún más la competencia, el PP demuestra que en sus primarias no hay debate, solo obediencia.

Candidatos incómodos, reglas a medida

José Luis Bayo no es un outsider cualquiera. Exlíder de Nuevas Generaciones del PP en Valencia y portavoz de la plataforma “Iniciativa Regeneración del PP”, ha intentado presentar su candidatura en más de una ocasión. Esta vez, asegura haber reunido 490 avales, muy por encima del mínimo exigido de 100, pero denuncia que un “ataque informático” a la web que utilizaba para gestionar apoyos bloqueó el acceso de muchos afiliados. El Comité Organizador del Congreso desestimó su petición de ampliar el plazo, ignorando por completo las circunstancias excepcionales.

Desde Génova se limitaron a señalar que la plataforma afectada no era oficial y, por tanto, el supuesto ciberataque no compromete el proceso. Pero esta respuesta elude lo esencial: ¿por qué un precandidato tiene que recurrir a medios no oficiales para movilizar apoyos? La exclusión de Bayo, al igual que en 2018 cuando solo le validaron 42 avales, muestra que en el PP quien no cuenta con el beneplácito de la dirección no tiene ninguna posibilidad de competir.

Feijóo, mientras tanto, presentó 94.501 avales, una cifra que impresiona pero que también genera escepticismo. ¿Qué clase de primarias se celebran cuando un candidato tiene casi cien mil apoyos y el resto ni siquiera logra acceder en igualdad de condiciones? La respuesta está en el diseño: el proceso no busca elegir, sino confirmar.

Una reforma para blindar, no para abrir

Como si todo esto no bastara, el equipo de Feijóo propone ahora una reforma estatutaria para endurecer aún más el requisito de avales en futuros congresos. Es decir, lejos de revisar el sistema para hacerlo más justo, se prepara un cerrojo legal que hará aún más difícil que surjan alternativas. Se busca evitar que alguien como Bayo pueda siquiera volver a intentarlo. No es una corrección de errores: es una institucionalización del control.

Así, el Partido Popular demuestra que prefiere un modelo cerrado, vertical, donde la competencia interna se ahoga antes de nacer. El problema no es solo la exclusión de una persona, sino la renuncia sistemática a la renovación, al debate y al pluralismo. Un partido que no admite voces críticas dentro de sí difícilmente puede representar a una sociedad diversa fuera.

Si el PP aspira a liderar un proyecto nacional con futuro, necesita mucho más que cifras impactantes de avales. Necesita credibilidad, apertura real, y voluntad de regenerarse desde dentro. Mientras tanto, seguirá celebrando primarias de cartón, escritas por quienes no están dispuestos a perder nunca… ni siquiera jugando solos.

 

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