En el último debate de la campaña electoral gallega, organizado por RTVE, los candidatos a la Xunta de Galicia por el BNG y el PSOE, Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro, respectivamente, compartieron escenario en ausencia del candidato del PP a la reelección, Alfonso Rueda. Este hecho marcó profundamente el desarrollo del encuentro, donde ambos candidatos progresistas no solo expusieron sus propuestas y visiones para el futuro de Galicia sino que también criticaron la decisión de Rueda de no participar, presentándolo como un "candidato ausente".
Sintonía entre Pontón y Besteiro
La sintonía entre Pontón y Besteiro fue evidente desde el inicio, ambos subrayando su voluntad de colaborar para formar un posible gobierno conjunto si los resultados electorales lo permiten. Este mensaje de unidad y cooperación resonó como una propuesta atractiva para aquellos electores interesados en un cambio de dirección en la política gallega, especialmente después de 15 años de gobierno del Partido Popular en la Comunidad.
Durante el debate, se trataron temas críticos como la defensa y promoción del gallego, la lucha contra la privatización de la sanidad, la regeneración democrática, y propuestas específicas para el mundo rural y la industria. Ambos candidatos presentaron sus planes para abordar estos asuntos, con Besteiro enfatizando en la necesidad de una atención sanitaria más accesible y rápida, y Pontón en la promoción de un nuevo modelo de ordenación del rural y un banco de tierras para combatir la despoblación.
El candidato ausente
Además de los temas de debate, la ausencia de Rueda fue un punto recurrente, con Pontón y Besteiro utilizando cada oportunidad para criticar lo que consideraban una falta de respeto hacia los electores y un acto de evasión de la responsabilidad democrática de debatir públicamente las propuestas y visiones para Galicia.
Minuto de oro
El "minuto de oro" de cada candidato resumió sus mensajes clave: Besteiro apeló al deseo de cambio tras 15 años de gobierno del PP, presentando la elección como una entre continuar con "recortes y mentiras" o abrazar "el cambio, la ilusión y el futuro". Por su parte, Pontón enfocó en la gestión del PP, criticando la pérdida de población, el declive industrial y la necesidad de un cambio hacia un gobierno que defienda la sanidad y la educación pública.
Más allá de las propuestas y los intercambios de ideas, el debate destacó por la notable ausencia de confrontación directa entre los candidatos progresistas, optando en su lugar por una presentación conjunta de un frente unido contra el PP y, por extensión, contra Alfonso Rueda. Este enfoque podría interpretarse como una estrategia electoral diseñada para maximizar el atractivo de un gobierno de coalición progresista ante los electores gallegos.
El debate en RTVE para las elecciones en Galicia del 18 de febrero destacó por la colaboración entre los candidatos progresistas, la ausencia del candidato del PP, y la amplia gama de temas tratados con vistas a ofrecer a los electores una alternativa de gobierno.
La unidad mostrada por Pontón y Besteiro no solo señala una estrategia electoral conjunta sino también la posibilidad real de un cambio en el gobierno de Galicia, marcando el final de una era y el comienzo de otra, con todas las implicaciones que esto conlleva para el futuro de la región.