Lo del rescate de Air Europa se está convirtiendo en un laberinto de difícil salida. Leopoldo Puente, el juez del Supremo que investiga la actuación de José Luis Ábalos, cree que no hay indicio alguno que permita imputar al diputado en torno al rescate millonario de la empresa del grupo Globalia. Admite que el que fuera titular de Transportes llevó a cabo “gestiones” para que la aerolínea obtuviera esas ayudas “con la mayor rapidez posible”, pero afirma que su concesión ni dependía ni correspondía a sus competencias. Todo lo contrario a lo que se dice en el informe de la UCO de la Guardia Civil en el que se asegura que Ábalos se benefició de unas vacaciones gratis por sus gestiones. Y, mientras tanto, el juez número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, insiste en investigar ese rescate argumentando que se logró gracias a la mediación de Begoña Gómez ya que “han aparecido nuevos indicios fundamentales para proseguir la investigación” a pesar de que sus superiores de la Audiencia Nacional le ordenaron el archivo de este asunto. Todo apunta a la existencia de un trasfondo político del que se desconocen las verdaderas razones por las cuales investigadores y jueces no acaban por ponerse de acuerdo. Las conclusiones del magistrado Puente son las que, de momento, parecen las más razonables desde el punto de vista jurídico El juez no descarta que el CEO de Globalia, Javier Hidalgo, en vista de la escasez de resultados de las gestiones que estaban llevando a cabo Ábalos, su asesor, Koldo García, y el conseguidor, Víctor de Aldama, decidiera “explorar otras vías”. Y hay que tener mucho cuidado con la interpretación que Peinado puede dar a estas conclusiones.
La Guardia Civil sostiene que hay una “concatenación de indicios” que apuntan a una “directa vinculación” entre una estancia vacacional del entonces ministro y su familia en una villa en Marbella durante diez días de agosto de 2020 y una nota de prensa en la que el departamento que dirigía trasladaba a los medios de comunicación la “conveniencia” del rescate de Air Europa meses antes de que este se aprobara. La UCO alude, también, a una carta firmada por la SEPI que contenía los pormenores de la petición de financiación de la compañía aérea. Pero estos investigadores descartan que Begoña Gómez mediara para conseguirla. Ahora mismo, están analizando la documentación exigida por Peinado del expediente en el cual la Sociedad de Participaciones Industriales justifica la concesión de esas ayudas.
Este informe adjunta un mensaje incautado a Aldama en el cual este le dice a Koldo García que Hidalgo “está jodido” y “se está buscando la vida. Acaba de llamar a Begoña”. Y es el argumento en el que se apoya el instructor madrileño para pedir la reconsideración de la resolución de sus superiores de la Audiencia Provincial. Si Peinado, muy proclive a la especulación, vincula este mensaje con los fundamentos utilizados en el auto del juez del Supremo no esperará mucho a seguir con este tema que nunca quiso abandonar.
Aunque en el Supremo dan por cerradas las averiguaciones en torno al rescate de Air Europa, “de momento y mientras no aparezcan nuevos indicios”, los interrogantes siguen estando ahí y son utilizados para acusar al gobierno de corrupto. Peinado, al que le llueven las críticas después de haberse hecho público el interrogatorio al ministro, Félix Bolaños, insiste en que no está instruyendo nada sobre ese asunto: “este juzgado no está llevando a cabo diligencias de investigación ni de instrucción, pues no ha citado a declarar a nadie” dice en un auto en respuesta a los recursos presentados por las defensas y la fiscalía. Un argumento que cae por su propio peso. No hace falta llamar a declarar a nadie cuando el mismo juez advierte de la existencia de “nuevos indicios contra Begoña Gómez en el rescate de Air Europa”. Y lo dice en otro auto en el que contesta los recursos del fiscal al que acusa, además, de “defender mejor a la investigada que su abogado,” asegurando que afirmar que no hay hechos nuevos que investigar "es como pretender utilizar la técnica del avestruz, en el sentido de no querer contemplar una realidad objetiva".
Lo cierto es que el rescate de Air Europa se ha convertido en la punta de lanza del objetivo contra el gobierno progresista en el cual intervienen diferentes agentes que cada uno lleva la guerra por su cuenta. El juez del Supremo es el que mantiene cierto equilibrio en las investigaciones que lleva a cabo en el caso Koldo en la parte que se refiere al diputado Ábalos. Ha descubierto varias actividades que pueden llegar a imputar al ministro de delitos de corrupción, apropiación indebida y malversación de caudales, pero reconoce que la investigación no encuentra pruebas para sostener las imputaciones que se llevaron a cabo en un principio, como es el caso de Air Europa.
Por su parte, la Unidad Central de Operaciones de la Guardia Civil basa muchas de sus imputaciones en los testimonios y documentos aportados por el conseguidor, Víctor de Aldama, el cual logró salir de la cárcel a cambio de “colaborar con la justicia” de todo lo que dice saber en torno a las actuaciones en el ministerio de Transportes. La Guardia Civil dice que, en una conversación, Aldama asegura que Hidalgo le había comentado que pensaba llamar a Begoña Gómez, pero no existe constancia de que el CEO de Air Europa hubiese efectuado tal manifestación. Todo lo contrario. Javier Hidalgo lo niega y el testimonio de Aldama puede ser interesado. Además, últimamente los informes de la UCO están siendo cuestionados por un posible sesgo. Hay quien asegura que las famosas conversaciones privadas entre Sánchez y Ábalos han sido filtradas por un miembro de la unidad.
Y luego está el empeño de Peinado que cada vez actúa con menos disimulo. El juez debe de tener mucho cuidado. Sus superiores de la Audiencia Provincial le pueden llamar la atención si insiste en seguir hurgando en el tema del rescate de la aerolínea. Pero es que, además, sus últimas actuaciones, que se han hecho públicas, le ponen al borde de una nueva demanda por prevaricación y abuso de autoridad.