El Senado español: escenario de la vergonzosa cumbre antiabortista internacional

La Mesa del Senado aprobó ceder una sala a esta organización, mientras los socialistas admiten que no revisaron la documentación de los acuerdos que se iban a aprobar

02 de Octubre de 2024
Actualizado a las 12:40h
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José Antonio Kast, presidente de la Red Política de Valores, durante un acto de Vox el pasado mayo en Madrid, foto Vox
José Antonio Kast, presidente de la Red Política de Valores, durante un acto de Vox el pasado

El Senado de España, una de las principales instituciones democráticas del país, ha tomado una decisión que ha generado una profunda indignación: acoger la VI Cumbre Transatlántica de la Red Política de Valores, una organización de extrema derecha internacional conocida por su agenda antiabortista y su rechazo frontal al feminismo y a la igualdad de derechos. Este evento, que tendrá lugar en diciembre, reunirá a activistas y políticos ultraconservadores de diversos países bajo el lema "Por la libertad y la cultura de la vida". Sin embargo, el trasfondo de este encuentro está lejos de ser inofensivo. Detrás de esta cumbre se esconde un intento descarado de atacar los derechos reproductivos de las mujeres y de promover un discurso de odio disfrazado de moralidad.

Un escenario indignante: el Senado, "entidad colaboradora"

La Red Política de Valores, presidida por el chileno José Antonio Kast, ha conseguido que el Senado figure como "entidad colaboradora" de este cónclave ultraderechista. Según los organizadores, la Cámara Alta no solo cede un espacio físico, sino que se convierte en parte activa de un evento que tilda el aborto de "asesinato de inocentes" y promueve las llamadas “leyes de latido fetal”, que prohibirían la interrupción del embarazo a partir de la sexta semana. Este tipo de legislaciones, defendidas en Estados Unidos por los sectores republicanos más radicales, representan un ataque frontal a los derechos de las mujeres, impidiendo que muchas de ellas puedan acceder a un aborto seguro, incluso antes de saber que están embarazadas.

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El Senado español: escenario de la vergonzosa cumbre antiabortista internacional
 

Que una institución pública como el Senado albergue un evento de estas características es, cuanto menos, alarmante. Aunque desde el Partido Popular, que ostenta la mayoría en la Mesa del Senado, han intentado minimizar la situación alegando que solo se trata de una “cesión de sala”, la realidad es que el simple hecho de permitir que este tipo de discursos se celebren en un lugar tan simbólico ya representa una legitimación de su mensaje. Y peor aún, este hecho evidencia la permisividad del PP hacia las ideas más retrógradas de la extrema derecha, que buscan recortar derechos fundamentales que tanto ha costado conquistar.

José Antonio Kast: un líder ultraderechista que enaltece a Pinochet

Uno de los principales organizadores de esta cumbre es el chileno José Antonio Kast, un político ultraderechista que no solo se opone al aborto, sino que ha expresado públicamente su admiración por la dictadura de Augusto Pinochet. "Si estuviera vivo, votaría por mí", ha llegado a declarar Kast, en un acto de desvergonzada exaltación del dictador que violó los derechos humanos de miles de chilenos. Además de sus ideas sobre el aborto, Kast se ha destacado por su rechazo a la comunidad LGBTQ+ y su defensa de una visión autoritaria y represiva de la sociedad.

Kast, junto a otros conferenciantes de la cumbre como Brian Brown, presidente de la Organización Internacional para la Familia, representan una peligrosa coalición de intereses que pretende imponer sus valores ultraconservadores a nivel global. Brown, que ha mostrado admiración por las políticas represivas de Vladímir Putin en materia de "valores familiares", también es miembro del patronato de CitizenGo, una organización vinculada a Hazte Oír, conocida por su campaña contra los derechos de las personas homosexuales y transgénero.

El PP: cómplice por omisión y acción

El Partido Popular ha jugado un papel clave en la organización de este evento al facilitar la cesión del espacio en el Senado. Aunque intenten lavarse las manos con explicaciones técnicas, lo cierto es que el PP ha sido el principal promotor de que esta cumbre tenga lugar en una institución pública, otorgando con ello una legitimidad institucional a ideas que deberían estar relegadas a los márgenes de la sociedad.

Los miembros del PP en la Mesa del Senado han permitido que esta vergonzosa cumbre antiabortista se celebre, y lo han hecho sin apenas oposición. Esto no es solo un desliz administrativo, como algunos quieren hacer ver, sino una muestra de la connivencia del PP con la agenda ultraconservadora que representa la Red Política de Valores. En un país donde los derechos de las mujeres y la igualdad de género han avanzado considerablemente en las últimas décadas, es inaceptable que el principal partido de la oposición se preste a colaborar, aunque sea indirectamente, con un evento que busca deshacer estos logros.

Un ataque directo a los derechos de las mujeres

El aborto es un derecho fundamental que garantiza a las mujeres la posibilidad de decidir sobre su propio cuerpo y su futuro. Las campañas contra este derecho, como las promovidas por la Red Política de Valores, son un intento de volver a una época en la que las mujeres no tenían control sobre sus propias vidas. Las “leyes de latido fetal” y otras propuestas similares buscan criminalizar a las mujeres por ejercer su derecho a decidir, y representan una amenaza para la salud pública, ya que muchas mujeres se verían obligadas a recurrir a métodos peligrosos si no pueden acceder a un aborto seguro y legal.

La presencia de Mayor Oreja y la radicalización de la derecha española

Entre los participantes de esta cumbre también destaca Jaime Mayor Oreja, exministro del Interior del PP y actual presidente de NEOS, una plataforma española que agrupa a diversos colectivos ultracatólicos. Mayor Oreja ha sido uno de los principales defensores de la agenda antiabortista en España, y su participación en este evento no sorprende. Lo que sí resulta preocupante es la creciente radicalización de la derecha española, que parece cada vez más alineada con los sectores ultraconservadores que buscan limitar los derechos de las mujeres y de las minorías.

Un paso atrás para la democracia

La celebración de esta cumbre en el Senado no solo es un ataque a los derechos reproductivos, sino también un golpe a la democracia. Permitir que una organización que promueve el odio y la intolerancia utilice las instituciones públicas para difundir su mensaje es un grave error. España no puede permitirse retroceder en materia de derechos humanos, y es fundamental que la sociedad civil, las organizaciones feministas y los partidos progresistas se unan para rechazar este tipo de eventos.

Es inaceptable que el Senado, una institución que debe representar a todos los ciudadanos y ciudadanas, sea utilizado como plataforma para una agenda ultraconservadora que busca imponer sus valores a través del miedo y la desinformación. La democracia se construye sobre la base del respeto a los derechos y las libertades de todas las personas, y cualquier intento de socavar estos principios debe ser denunciado con firmeza.

La cumbre antiabortista en el Senado es un recordatorio de que los derechos que hoy damos por sentados pueden estar en peligro si no los defendemos activamente. No podemos permitir que el odio y la intolerancia ganen terreno en nuestras instituciones.

Los socialistas votarón a favor

Ni el PP ni el PSOE mostraron oposición. Los socialistas admiten que no revisaron la documentación de los acuerdos que se iban a aprobar y desconocían que el Senado se iba a poner a disposición de dicha red.

Ahora, el PSOE quiere rectificar. "Es un acto que no debe celebrarse en esta cámara", señala Alfonso Gil, portavoz adjunto y secretario general del grupo socialista en el Senado. El PSOE afirma sentirse engañado por los populares, asegurando que la aprobación de la cesión del antiguo salón de plenos se realizó a espaldas de sus miembros en la Mesa, y que "se introdujo de forma colateral, sin mencionar en ningún momento los fines ni la asociación involucrada. Creemos que hubo mala fe".

El PSOE exige a Feijóo que desautorice la cumbre: "Estos señores vienen al Senado con el apoyo del PP, y cuando el PP actúa lo hace con el respaldo de su presidente, el señor Feijóo. Tiene micrófonos suficientes para decir que no apoya esto. Si no lo hace, estará dando un altavoz a la ultraderecha y al trumpismo más radical", concluye Gil.

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