Cuando la política se toma a broma reina el caos. Es lo que está ocurriendo estos días con el Partido Popular y su famoso vídeo en el que caricaturiza a miembros del Gobierno como si se trataran de mafiosos de un cartel sudamericano. En las imágenes aparece Pedro Sánchez luciendo tableta de chocolate abdominal, Begoña Gómez y Jésica Rodríguez en traje de baño, José Luis Ábalos recién salido de la piscina, Koldo dándose un chapuzón, Santos Cerdán y hasta el fiscal general del Estado. Todos ellos como parte de un clan que disfruta de sus vacaciones en paraísos caribeños. Sin embargo, la genialidad del creativo del PP (se conoce el nombre, ya informaremos en posteriores entregas) ha terminado generando un gravísimo conflicto diplomático con República Dominicana.
El Gobierno dominicano ha rechazado con contundencia el vídeo del Partido Popular (PP) en el que, para acusar al Ejecutivo español de corrupción, se califica a República Dominicana de “isla de las corrupciones”. A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano, las autoridades locales expresan “su más contundente rechazo al avieso e incomprensible ataque a República Dominicana en un video difundido en una plataforma digital identificada como perteneciente al Partido Popular de España”.
“Es inaceptable la instrumentalización de la imagen del país, desnaturalizando sus símbolos patrios, y peor aún, para asuntos internos de la política española”, agregan las citadas fuentes diplomáticas. El Partido Popular liderado por Núñez Feijóo se ha visto obligado a pedir perdón a cuenta del vídeo. Es decir, que Génova 13 asume el desastre comunicativo y se la envaina. Pocas veces se ha visto una bajada de pantalones tan humillante, un nuevo punto negativo más que habrá que anotar en el debe de Feijóo, acorralado estos días por la infame gestión de la riada de su delfín valenciano, Carlos Mazón. Alguna dimisión tendría que haber en el partido a cuenta de este episodio bochornoso, aunque mucho nos tememos que todo se cerrará en falso como siempre. Ya se sabe que en el PP se aferran al cargo como lapas y ni 227 muertos por una riada logran que un dirigente popular asuma sus responsabilidades.
En un breve mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), el PP, que ya ha eliminado el vídeo original de las plataformas digitales, asegura que “en ningún momento se ha intentado dañar la imagen de República Dominicana”, país del que dice tiene “una larga tradición de amistad y cercanía” con España.
“Estoy sumamente avergonzado, pido perdón a los dominicanos y dominicanas por este vídeo tan vergonzoso”, ha terciado Pedro Sánchez en la polémica durante su reunión en Bruselas, para añadir que es el Partido Popular quien debe dar explicaciones. En todo caso, el presidente del Gobierno ha subrayado que no había visto el vídeo, ya que había estado participando en la reunión del Partido de los Socialistas Europeos y después en la cumbre del Consejo Europeo. El montaje consiguió miles de visualizaciones, en un momento en que la formación de Alberto Núñez Feijóo busca potenciar su perfil digital para llegar a más ciudadanos con sus mensajes, sobre todo a los jóvenes.
Últimamente, todo lo que viene de Génova 13 son esperpentos y ocurrencias (programa político para el país poco). Las estupideces de Ayuso, el montaje de MAR que ha llevado al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, al Tribunal Supremo, el carrusel de mentiras de la riada de Valencia y ahora la tontuna del vídeo que casi nos cuesta romper relaciones políticas y comerciales con República Dominicana. Y este es el partido que dice ser serio y responsable para gobernar España. Está claro que un supuesto guionista kamikaze la ha liado parda, como suele decirse coloquialmente. Tanto como desencadenar un gravísimo incidente diplomático con un país amigo con el que nos unen estrechos lazos de amistad y de hermandad. Y es que en política, ya lo dijo aquel, se puede hacer de todo menos el ridículo.