Las recientes declaraciones de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, en las que vincula el cierre de las plazas de toros con la sequía en Cataluña, constituyen un ejemplo llamativo de cómo ciertos discursos políticos pueden recurrir a la retórica simbólica y a afirmaciones provocadoras para transmitir mensajes más amplios sobre la cultura, la identidad y la política. Y que se asemejan a los de la extrema derecha trumpista. Al interpretar estas palabras, es importante considerar varios aspectos que contextualizan y dan sentido a este tipo de comunicación política.
Cultural de la muerte y sacrificio de Ayuso
El toreo, más allá de ser una práctica cultural, es un tema de intensa división en España, que cada vez tiene menos adeptos. Se entrelaza con debates sobre la identidad nacional, regionalismo, derechos de los animales y tradición vs. modernidad. La burguesía madrileña sigue anclada en el pasado, haciendo sacrificios a dios, para que los males pasen de largo y se asientas entre los catalanes.
Ayuso utiliza la tauromaquia de forma torticera, no se sabe si con criterio propio o por que lo está leyendo. La tortura a los toros, como un elemento profundamente enraizado en la cultura española, para simbolizar una lucha más amplia entre lo que ella percibe como tradiciones que definen la identidad española, frente a las fuerzas del cambio y el control político. Los madrileños conservadores del PP y Vox y más allá, no evolucionan y siguen viendo la sangre como un rito de sanación. Cuanto más salvaje mejor para el PP.
Ayuso entre simbolismo y la exageración
La referencia a la sequía en Cataluña como consecuencia del cierre de las plazas de toros emplea un simbolismo exagerado para establecer una relación causal que científica y racionalmente no se sostiene. Este tipo de hiperbolización es una técnica retórica diseñada para captar la atención, provocar y resaltar un contraste entre las políticas y valores defendidos por Ayuso frente a aquellos de administraciones con políticas opuestas, en este caso, la de Cataluña.
Estrategia de polarización
Las declaraciones pueden entenderse como un intento de polarizar y movilizar a su base electoral, utilizando la controversia para reforzar la identidad de grupo y demarcar claramente las líneas ideológicas entre "nosotros" y "ellos". En contextos políticos donde la polarización es una estrategia efectiva, tales afirmaciones buscan solidificar el apoyo mediante la definición de un enemigo común o una amenaza a los valores compartidos.
La reacción en redes sociales y entre políticos de oposición demuestra cómo las declaraciones provocativas generan un amplio debate, a menudo desviando la discusión de problemas sustanciales hacia la controversia generada por la retórica empleada. La ironía y el sarcasmo son respuestas comunes que buscan restar credibilidad al argumento original, evidenciando la división en la interpretación de estos mensajes.
Conclusión
El análisis de las declaraciones de Isabel Díaz Ayuso revela cómo la política contemporánea, especialmente en contextos divididos, frecuentemente recurre a la estupidez en temas culturales para comunicar sobre complejas dinámicas de poder, identidad y cambio social. Mientras que para algunos, estas palabras pueden resonar como una defensa de la tradición y la identidad cultural, para otros representan una simplificación excesiva y politización de problemas multifacéticos. Este tipo de retórica subraya la importancia del análisis crítico y contextualizado de las declaraciones políticas, especialmente cuando se navega en el terreno de lo simbólico y lo controversia. Y se termina en el esperpento.