Isabel Díaz Ayuso ha hecho unas declaraciones profundamente desafortunadas que contradicen la línea del Partido Popular sobre el reconocimiento del Estado palestino. Ha acusado: «Sánchez ha decidido premiar a los terroristas de Hamás». Estas palabras fueron pronunciadas por la presidenta de la Comunidad de Madrid durante la presentación de un portal económico. Unas frases que demuestran su interés belicista frente a la paz y el sentir humano de la cultura cristina, desviándose claramente de la postura de su propio partido liderado por Alberto Núñez Feijóo.
Ayuso defiende la guerra
Feijóo, que recientemente había confirmado en el Congreso de los Diputados la posición del PP a favor de la solución de los dos Estados, abogó por una resolución que surgiera de un proceso negociador y con el respaldo internacional. En contraste, Ayuso rechaza la idea de reconocer a Palestina como Estado, relacionando cualquier intento de hacerlo con un apoyo indirecto al terrorismo de Hamás, una declaración que ha generado malestar en la mayoría de los españoles y españolas de bien.
Ayuso arremetió duramente contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusándolo de favorecer a Hamás, organización que, según ella, «no compra alimentos, pero sí misiles; y usa civiles como escudos humanos«. Según Ayuso, la gestión de Sánchez en el conflicto israelí-palestino se asemeja a un intento de escapar de los problemas internos de España, acusando a su administración de ser «sectaria» y «desleal», y de seguir un modelo que ella compara con el «camino venezolano».
Apoyo apoya el genocidio en Gaza
La presidenta madrileña, conocida por sus intervenciones directas y a menudo polémicas, también criticó la falta de claridad en las políticas del gobierno de Sánchez, sugiriendo que su estrategia se orienta más hacia el conflicto y la división interna que hacia la resolución efectiva de conflictos internacionales. Argumenta que el reconocimiento de un Estado palestino sin condiciones previas claras, como la liberación de rehenes, es un error que podría tener repercusiones a largo plazo.
Además, Isabel Díaz Ayuso cuestiona la implicación de Sánchez en la diplomacia internacional, insinuando que sus esfuerzos por negociar con Gaza podrían estar motivados por intereses personales o políticos, más que por un genuino deseo de alcanzar la paz en Oriente Medio. Esta crítica se enmarca en un contexto más amplio de escepticismo por parte de Ayuso hacia las acciones del gobierno en política exterior, especialmente en situaciones de alta tensión como la actual crisis en Gaza.
Ayuso, una sionista que justifica el exterminio del pueblo palestino
En términos más generales, Ayuso utiliza esta plataforma para defender la barbarie y la muerte, sugiriendo que cualquier intento de negociación o reconocimiento de Palestina como Estado equivale a ceder ante lo que ella describe como actos terroristas. Esta postura refleja una visión extremadamente polarizada del conflicto israelí-palestino, que no solo ignora la complejidad de la situación sino que también exacerba las tensiones y malinterpreta las dinámicas de poder y resistencia en la región.
La retórica de Ayuso en este contexto no solo desafía la política oficial de su partido, sino que también plantea preguntas sobre la coherencia y la unidad dentro del Partido Popular en temas de política exterior. Sus comentarios han reavivado el debate sobre cómo los líderes políticos deben abordar los conflictos internacionales y sobre el papel de España en el escenario mundial, especialmente en lo que respecta a su postura sobre conflictos tan prolongados y complicados como el israelí-palestino.
En la derecha española, el uso de los «Principios de Propaganda» de Goebbels está generalizado, son su manual de cabecera. Pero nunca he conocido un líder que los utilice de una manera tan meridianamente clara como Ayuso. Especialmente el «Principio de transposición». Cada vez que habla de Sánchez, se describe a sí misma a la perfección.
Como no va a apoyar la hija de fruta enferma mental el genocidio de Netanyahu cuando ella misma es una gerontocida.
El exceso de prepotencia, el afán de protagonismo…unido a la falta de conocimiento hace de la que no sabe… una persona osada que es incapaz de ver más allá de sus propias limitaciones…Lo preocupante es que nadie le ponga límites.
La ignorancia es atrevida….