Maruja Mallo: un legado rebelde y vanguardista

El Centro Botín reinterpreta la obra de la artista gallega con una exposición única que explora su compromiso político y artístico, mostrando una faceta innovadora y transgresora.

04 de Mayo de 2025
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Maruja Mallo, Canto de las espigas (Song of the wheat spikes), 1939

Maruja Mallo, nacida en Viveiro en 1902, no solo fue una de las grandes artistas españolas del siglo XX, sino también una mujer que desafió las normas sociales, políticas y artísticas de su época. La nueva exposición del Centro Botín, Maruja Mallo: Máscara y compás, ofrece una visión profunda de la vida y la obra de una de las figuras más transgresoras de la Generación del 27. A través de más de 90 piezas de su producción, entre pinturas, dibujos y trabajos preparatorios, la muestra organiza cronológicamente su evolución, desde sus primeras obras realistas hasta sus últimos trabajos abstractos y experimentales.

Maruja Mallo, ante a súa obra 'La sorpresa del trigo'
Maruja Mallo, ante a súa obra 'La sorpresa del trigo'

Época de grandes transformaciones

Maruja Mallo irrumpió en el mundo del arte en una época de grandes transformaciones, tanto en el ámbito social como en el artístico. Desde sus inicios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, su obra se destacó por su capacidad para integrar elementos de la tradición con las vanguardias internacionales. La influencia del surrealismo, el realismo mágico y el arte abstracto son claramente evidentes en su trayectoria. Sin embargo, más allá de su virtuosismo técnico, lo que realmente distingue a Mallo es su capacidad para combinar lo personal con lo universal. Su obra es una constante reflexión sobre la identidad, el cuerpo femenino, el papel de la mujer en la sociedad y el conflicto entre tradición y modernidad.

Maruja-Mallo
Maruja-Mallo

La exposición Maruja Mallo: Máscara y compás hace un recorrido por su carrera, deteniéndose especialmente en sus primeras series, como Las Verbenas (1927), una de las más emblemáticas de su producción. Estas obras, que Mallo definió como "creaciones mágicas de medidas exactas", representan escenas de carnaval en las que se derrumban las barreras de clase, raza y género. En ellas, el pueblo, sin distinción alguna, se convierte en el verdadero protagonista, abriendo un debate sobre las nociones de colectividad y diversidad en una España de profundas divisiones sociales.

La dimensión política de su arte se hace patente en la serie La religión del trabajo (1936-1939), donde Maruja Mallo rinde homenaje a los trabajadores del mar y de la tierra, representando a figuras femeninas como símbolos de la esperanza de un mundo en armonía con la naturaleza. Esta serie tiene una gran carga ideológica y refleja la profunda conexión de la artista con los movimientos sociales y su lucha por la justicia. Las campesinas y pescadoras, en sus lienzos, se transforman en diosas modernas, iluminadas por una luz dorada o plateada que subraya su fuerza y dignidad.

Maruja Mallo
Maruja Mallo

Exilio en Argentina

Su exilio en Argentina durante la Guerra Civil Española le permitió continuar su obra, alejándose de la represión franquista. Durante esos años, Mallo experimentó con nuevos medios y temas, creando una serie de pinturas que aluden a la naturaleza como un ente vivo y transformador. Las Naturalezas vivas (1941-1944) son una de las muestras más sensuales y coloridas de su producción. En ellas, los organismos marinos, como corales, algas y conchas, son representados en un lenguaje casi orgánico, fundiéndose con el universo humano y animal. La autora aborda la vida desde un ángulo biológico, pero con una visión profundamente poética y emocional.

Maruja Mallo
Maruja Mallo

El recorrido de la exposición se extiende hasta las últimas etapas de su carrera, donde Mallo se adentra en el cosmos y la ciencia. En series como Moradores del vacío (1968-1980) y Viajeros del éter (1982), la artista fusiona lo micro y lo macro, lo tangible y lo intangible, creando una obra que invita a la reflexión sobre el espacio, el tiempo y el ser humano. Su interés por la ciencia y la mitología se materializa en representaciones de ángeles, sirenas y naves espaciales, que se convierten en símbolos de una búsqueda trascendental y universal.

Maruja Mallo fue una mujer que rompió con los moldes de su tiempo. Aparte de su trabajo artístico, Mallo se destacó por su personalidad fuerte y su vida personal llena de anécdotas. En la exposición, las citas de la propia artista dan testimonio de su visión y de la audacia con la que encaró el mundo. A menudo se la recordaba por su maquillaje excesivo y sus colores vibrantes, pero su apariencia nunca fue un simple juego de vanidad. Cada detalle de su imagen era una declaración de independencia y una forma de destacar su singularidad.

Maruja Mallo Los espantapájaros, 1932
Maruja Mallo Los espantapájaros, 1932

El reconocimiento

La comisaria de la muestra, Patricia Molins, destaca que, a pesar de la admiración que Mallo despertó en sus contemporáneos, hubo un largo período en el que su obra fue invisibilizada. La exposición, que estará abierta hasta el 14 de septiembre de 2025, busca reparar esta deuda histórica, reivindicando a una artista que no solo fue pionera en el arte moderno español, sino también una de las grandes voces femeninas de su tiempo. Su obra es hoy un legado fundamental para comprender el papel de la mujer en el arte y en la sociedad de la España del siglo XX.

El Centro Botín, junto con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, ha realizado un trabajo exhaustivo para reunir las piezas más representativas de su carrera. La exposición no solo ofrece una mirada retrospectiva a su obra, sino también una reflexión sobre su relevancia en la actualidad. En un mundo en el que los debates sobre género, diversidad y sostenibilidad siguen siendo cruciales, el arte de Maruja Mallo cobra una nueva dimensión, revelando la visión adelantada de la artista sobre cuestiones que aún nos afectan.

Antro de fósiles, Maruja Mayo 1930
Antro de fósiles, Maruja Mayo 1930

Además de la exposición, el Centro Botín ha preparado una serie de actividades complementarias que profundizan en el legado de Mallo, como la visita comentada a cargo de Bárbara Rodríguez Muñoz, y la visita sensorial Reconociendo a Maruja, protagonizada por la actriz Alicia Trueba. Estas iniciativas permiten que los visitantes no solo aprecien la obra de la artista, sino que también vivan su experiencia creativa desde una perspectiva más personal y emocional.

La verbena, Maruja Mallo, 1927
La verbena, Maruja Mallo, 1927

La exposición Maruja Mallo: Máscara y compás es una oportunidad única para descubrir a una de las artistas más fascinantes y adelantadas de su tiempo. Su legado sigue vivo en sus pinturas, sus ideas y en la forma en que logró cambiar la narrativa del arte y la cultura en España

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