El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha anunciado una revisión significativa del subsidio por desempleo para mayores de 52 años, una ayuda vital que ha sostenido a muchas personas en una etapa crítica de sus vidas laborales. Este cambio, que entra en vigor a partir del 1 de junio de 2024, se presenta con una serie de ajustes en las cuantías y condiciones bajo un nuevo Decreto Ley, provocando un análisis detenido por parte de los sindicatos UGT y CCOO.
Cambios en el subsidio por desempleo
El subsidio para mayores de 52 años ha sido tradicionalmente una red de seguridad para aquellos que, habiendo agotado su prestación por desempleo, enfrentan dificultades para reintegrarse al mercado laboral debido a la edad. Sin embargo, las modificaciones propuestas buscan adaptar esta ayuda a las nuevas realidades económicas y demográficas.
Una de las principales modificaciones es la forma en que se calculan las cuantías del subsidio. A partir de ahora, se basarán en el Índice Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM). Durante los primeros 180 días, los beneficiarios recibirán el 95% del IPREM, reduciéndose al 90% hasta el día 360 y al 80% a partir de entonces. Estos cambios pretenden equilibrar mejor los recursos disponibles con las necesidades reales de los beneficiarios.
Además, se introducen nuevas bases de cotización para la jubilación. Desde el inicio del subsidio y hasta el 2027, las bases de cotización incrementarán gradualmente desde el 120% hasta el 105% de la base mínima del Régimen General de la Seguridad Social. Este ajuste permite que los beneficiarios acumulen mejores cotizaciones para su jubilación, aunque también implica un incremento de la carga fiscal.
Requisitos y acceso al subsidio por desempleo
Para acceder a este subsidio, los solicitantes deben cumplir con criterios específicos: estar desempleados, tener al menos 52 años, contar con un mínimo de 15 años de cotización, no haber alcanzado la edad de jubilación y demostrar un historial de al menos seis años cotizando por desempleo. Además, se exige una búsqueda activa de empleo, reforzando el objetivo de reintegración laboral de los beneficiarios.
Perspectiva de los sindicatos
La revisión del subsidio ha atraído la atención de los principales sindicatos del país, UGT y CCOO, que están evaluando el texto para decidir si apoyan o no la propuesta. Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha expresado su cautela y la necesidad de estudiar en profundidad las implicaciones de estos cambios. "Es fundamental que cualquier reforma de este calibre tenga en cuenta la protección de los más vulnerables y no solo aspectos económicos", afirmó Álvarez.
Los sindicatos están particularmente preocupados por cómo los cambios pueden afectar a aquellos que dependen exclusivamente del subsidio. La progresiva reducción de las cuantías y el aumento de las cargas fiscales pueden complicar aún más la situación de los mayores desempleados, que ya enfrentan barreras significativas en el mercado laboral.
La reforma del subsidio para mayores de 52 años representa un esfuerzo por actualizar una política social crucial a las necesidades actuales. Si bien los ajustes pueden ayudar a garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, también plantean desafíos significativos para los beneficiarios actuales y futuros. En este contexto, la participación de los sindicatos es crucial para equilibrar los objetivos económicos con la protección social, asegurando que las reformas no solo sean sostenibles, sino también justas.