Loli Segovia García es una activista muy conocida desde hace ya muchos años. Inició su recorrido en la PAH de Terrassa. A fuerza de disgustos, de ver a compañeros perder sus casas injustamente, esta vecina de 55 años decidió implicarse directamente en la ayuda a quien la necesitaba y, junto con Rosa María Berral Merlo que es una mujer profesional y con conciencia social que trabaja en su sector profesional con Inteligencia Artificial aplicada, han iniciado el proyecto de la asociación ASABANC (Asociación de Afectados Bancarios). En la actualidad este proyecto cuenta con varios abogados que vienen también del tejido asociativo y activista.
Loli contactó con peritos y aprendió de ellos, al menos esa es la idea fundamental: si un contrato tiene las fórmulas financieras erróneas es obvio que no se ha explicado al cliente cuál son sus obligaciones financieras. Es más, si las fórmulas son erróneas, ¿en qué se ha basado el banco para emitir los recibos mensuales?
“La cuestión clave, de eso nos dimos cuenta enseguida, es comprobar si las fórmulas están mal, pero, claro, ¿cómo voy a saberlo hacer yo?”, explica Loli.
La Inteligencia Artificial, tajante respecto a las fórmulas financieras
En tanto que una mujer de recursos, y de mucha capacidad organizativa, Loli rápidamente consultó a una inteligencia artificial y se percató de que la aplicación cambiaba las fórmulas del contrato. Es decir, la inteligencia artificial corregía los errores porque, si no, como es obvio, obtenía resultados absurdos financieramente, como, por ejemplo, una mensualidad de 150.000 euros.
Tras observar esto Loli le consultó a Rosa cómo podían hacer para que la IA señalara las fórmulas erróneas sin corregirlas para detectar Hipotecas REDAL y otros abusos que debían ser conocidos por la IA y usar los informes REDAL que se han publicado para parar ejecuciones hipotecarias para informar a la IA.
Entonces contrataron una licencia de entreno y se inició un fructífero diálogo con la inteligencia artificial. Para empezar, se le indicó que no querían correcciones de las fórmulas, sino que querían saber el resultado aplicando la fórmula tal cual estaba puesta en la escritura.
“La fórmula aplicada literalmente es matemáticamente inejecutable”, respondió la aplicación de inteligencia artificial y entonces Loli entendió las posibilidades que se le abrían.
En la actualidad, su equipo ya trabaja en lanzar una aplicación que detecte los errores financieros de los contratos. Señalan que no es posible, de momento, realizar informes, porque la dificultad y la precisión que se requiere distan todavía de poder redactar análisis automatizados válidos para los litigios. Además, hay matices en la redacción que remiten a errores o abusos para los cuales la Inteligencia Artificial no ha sido entrenada. Sin embargo, su intención es que, con una simple app de móvil, desarrollada por la empresa inovexservices.com cada usuario pueda saber si su contrato es erróneo financieramente y tengan esta información para actuar legalmente en su legítimo interés. Está aplicación será gratuita para los usuarios
Al rescate de la Inteligencia Natural
La asociación nos remite, a modo de ejemplo, el diagnóstico que realiza la inteligencia artificial de una fórmula errónea bastante común en algunas de las cajas desaparecidas, como Caixa Penedés.
Los hipotecados se preguntan cómo es posible que la ciencia sea tan clara y, por otro lado, los juzgados aún no entiendan qué son las hipotecas REDAL. Nos recuerdan el chiste que cada vez más corre entre los afectados REDAL: Menos mal que esa gente sólo hacía contratos hipotecarios, imagina que se dedicaran a fabricar aviones.
La inteligencia artificial, parece ser, acude al rescate de la inteligencia natural. Pronto sabremos si esta última se niega o no a ser rescatada.