En un mes marcado por el récord de empleo a nivel estatal, la Comunidad de Madrid vuelve a destacar, pero por motivos muy distintos. Mientras el resto del país celebra uno de los mejores marzos de los últimos años en términos de afiliación a la Seguridad Social, Madrid se convierte en la única gran comunidad autónoma en la que sube el paro registrado, junto a La Rioja y Ceuta.
El rostro del paro madrileño sigue siendo el de una mujer joven, trabajadora del sector servicios y sin prestación.
El desempleo creció en marzo en 2.075 personas en Madrid, una cifra que contrasta con la caída generalizada en otras regiones. Se trata del peor dato para un mes de marzo en la región desde los tiempos más duros de la pandemia. De hecho, es una de las pocas comunidades que no se ha beneficiado del leve repunte de actividad previo a la Semana Santa.
Más paro, más temporalidad y menos protección
El grueso del aumento del paro en Madrid se concentra, una vez más, en el sector servicios. Este sector —el más vulnerable por su carácter estacional— acumula el 83 % del desempleo registrado. La hostelería, el comercio o las actividades recreativas no terminan de despegar, en parte por la tardía llegada de la Semana Santa y en parte por fenómenos meteorológicos que han afectado a la actividad económica.
Además, los datos revelan una preocupante concentración del paro entre los jóvenes. Casi 4 de cada 10 nuevas personas desempleadas tienen menos de 25 años. El paro femenino también crece y representa ya el 59 % del total en la comunidad. La imagen más habitual del paro madriddesempleo en Madrid, por tanto, es clara: mujer joven, trabajadora del sector servicios, con estudios superiores y sin contrato indefinido.
A pesar de que la reforma laboral ha reducido de forma importante el uso de contratos temporales, en Madrid casi la mitad de los nuevos contratos siguen siendo de duración limitada. Una situación que impide a muchas personas consolidar su situación laboral y acceder a una mínima estabilidad económica.
Por si fuera poco, 4 de cada 10 personas paradas en Madrid no reciben ningún tipo de prestación. Es decir, están en el paro y sin ingresos. Este porcentaje es 10 puntos superior a la media estatal, lo que demuestra una mayor desprotección social en la comunidad autónoma más rica del país.
El espejismo de la contratación
Las cifras de contratación en la región no reflejan la realidad del empleo. Aunque aumentan los contratos, su carácter temporal impide que estos datos se traduzcan en un descenso del desempleo. Este fenómeno también ocurre a nivel nacional, pero en Madrid se agudiza: se contrata más, pero se sigue despidiendo igual o más rápido.
En este contexto, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha optado por insistir en los buenos datos de afiliación. Sin embargo, esta cifra no debe analizarse de forma aislada. La afiliación a la Seguridad Social ha aumentado también en la región, sí, pero en menor medida que en otras comunidades como Cataluña, Baleares o Andalucía. Y ese crecimiento no ha sido suficiente para compensar el aumento del desempleo.
La combinación de temporalidad, precariedad y falta de cobertura por desempleo genera un cóctel peligroso para amplios sectores de la población madrileña.
El contraste con el resto del país
En el conjunto del Estado, marzo ha sido uno de los mejores meses en términos laborales desde que hay registros. La afiliación a la Seguridad Social ha sumado 161.491 personas, alcanzando los 21,35 millones de trabajadores. La cifra de paro, por su parte, ha bajado en 13.311 personas, situándose en 2.580.138 desempleados, el nivel más bajo en un mes de marzo desde 2008.
Las comunidades que lideran la creación de empleo son Cataluña (30.196 nuevos afiliados), Baleares (28.931) y Andalucía (27.654). Incluso territorios tradicionalmente más vulnerables al desempleo han registrado descensos importantes en las listas del paro.
El avance de la ocupación ha sido generalizado en todos los sectores, especialmente en la hostelería, el transporte, la educación y las actividades recreativas. Además, la calidad del empleo ha mejorado: más del 43 % de los contratos firmados han sido indefinidos y la temporalidad se mantiene en mínimos históricos, por debajo del 12 %.
“Madrid necesita políticas de empleo que dejen de ignorar a las mujeres, a los jóvenes y a los mayores de 55 años”
Isabel Vilabella Tellado, secretaria de Formación, Empleo y Memoria Democrática de UGT Madrid, lo resume con contundencia: “Madrid necesita políticas de empleo que dejen de ignorar a las mujeres, a los jóvenes y a los mayores de 55 años. No podemos seguir permitiendo que el rostro del paro en esta comunidad sea el de una mujer cualificada, del sector servicios, con un contrato precario o directamente sin ingresos”.
Vilabella advierte que la precariedad laboral se ha cronificado en la región: “Se sigue contratando mal y despidiendo rápido. Y lo más grave es que 4 de cada 10 personas desempleadas no reciben ningún tipo de prestación, lo que demuestra que el sistema no está funcionando para quienes más lo necesitan”.
Desde UGT Madrid reclaman un cambio urgente de modelo. “Necesitamos políticas activas de empleo eficaces y dirigidas a colectivos concretos. No sirven los planes genéricos ni los anuncios sin dotación presupuestaria. Hay que actuar de forma decidida y con una perspectiva social que ponga a las personas en el centro”, concluye Vilabella.
En un país que avanza hacia más estabilidad laboral, más protección y más igualdad en el empleo, Madrid se queda atrás. Y lo peor es que quienes más sufren esta situación son quienes menos margen tienen para soportarla.