La Comunidad de Madrid ha cerrado abril con una leve mejora en los datos de empleo, con una caída del 1,56% en el número de parados registrados. Sin embargo, a pesar de los números positivos, las cifras reflejan una recuperación laboral lenta y desigual que no beneficia a todos por igual. Isabel Vilabella, secretaria de Formación, Empleo y Memoria Democrática de UGT Madrid, ha sido contundente en su análisis: “La recuperación del empleo en Madrid es una ilusión. Los datos muestran una recuperación frágil, que se concentra solo en ciertos sectores y que no resuelve los problemas estructurales del mercado laboral madrileño”.
Desigualdad en la reducción del paro
Madrid ha visto una disminución de 4.585 desempleados en abril, alcanzando un total de 289.232 personas sin trabajo. Este dato, aunque positivo, es inferior al descenso interanual registrado en otras comunidades. De hecho, el paro en la Comunidad de Madrid ha caído a un ritmo mucho más lento que en el resto de España. Mientras que a nivel nacional el paro disminuyó un 2,6% en abril, en Madrid la caída ha sido de solo un 1,56%. La diferencia, aunque aparentemente pequeña, refleja una recuperación desigual, ya que Madrid, pese a ser uno de los motores económicos del país, está experimentando un estancamiento en algunos sectores clave.
Paro femenino y contratación indefinida en retroceso
Uno de los datos más preocupantes es la altísima tasa de paro femenino en la región, que alcanza el 60%, una cifra alarmante que resalta la desigualdad persistente en el mercado laboral. Según Vilabella, “el paro femenino sigue siendo una tragedia que no puede ignorarse. Las políticas del Gobierno regional, encabezadas por Isabel Díaz Ayuso, no están haciendo lo suficiente para fomentar una verdadera inclusión laboral de las mujeres”. Además, el empleo está aumentando a una velocidad casi el doble en otras comunidades autónomas, lo que pone de manifiesto la falta de medidas efectivas en Madrid.
La contratación indefinida es otro aspecto negativo en los datos laborales. Aunque en abril la afiliación a la Seguridad Social aumentó un 0,33%, la contratación indefinida ha caído un 5% en Madrid, un dato que, según UGT Madrid, refleja la precariedad del empleo en la región. Vilabella considera que esta reducción es “un paso atrás en la calidad del empleo” y apunta que este descenso se debe a la falta de políticas públicas que fomenten una contratación estable.
Afiliación a la Seguridad Social: un dato positivo pero insuficiente
El dato positivo de abril fue la ligera subida en la afiliación a la Seguridad Social, que registró un incremento de 12.501 cotizantes más en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, esta subida apenas representa un 0,33% en comparación con el mes anterior y no es suficiente para considerar que se ha superado la crisis laboral. “Casi tres de cada diez madrileños siguen sin tener trabajo, y no podemos conformarnos con un pequeño aumento en la afiliación a la Seguridad Social cuando las cifras de desempleo y precariedad siguen siendo tan altas”, lamentó Vilabella.
El futuro del empleo en Madrid: ¿realmente se está recuperando?
Desde UGT Madrid se sigue insistiendo en la necesidad de un diálogo social más intenso para mejorar la situación laboral en la región. Vilabella concluyó: “Seguimos vigilando de cerca el mercado laboral madrileño. Este sigue siendo muy frágil, con una dependencia excesiva del sector servicios y con una alta tasa de desempleo juvenil”. Según los datos, aunque el desempleo juvenil en Madrid ha bajado un 10,2% respecto al mes anterior, la juventud sigue siendo uno de los colectivos más vulnerables en el mercado laboral.
Por tanto, la recuperación del empleo en la Comunidad de Madrid, aunque positiva en algunos aspectos, no puede considerarse suficiente ni equitativa. Mientras otros territorios avanzan con mayor rapidez en la creación de empleo estable, Madrid se enfrenta a una recuperación que no está alcanzando a todos los grupos sociales, y especialmente a las mujeres y los jóvenes. La falta de políticas públicas que garanticen empleo de calidad pone en peligro la estabilidad social y económica de la región, lo que exige una reflexión urgente sobre el futuro del trabajo en Madrid.