Con una calma poco inusual en los tiempos políticos que corren, Uge Sangil recibe a Diario16 en la nueva oficina de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) para hablar, sin reparos del duro año de activismo. Se ha tenido que enfrentar con algunas situaciones “de cal”, como la aprobación de la ley trans a inicios de año, pero con “más arena”, por los gobiernos del PP, con la extrema derecha negacionista, en contra de los derechos LGTBI en miles de ayuntamientos y comunidades autónomas.
Como corolario de estos acuerdos y de la radicalización de la derecha española de Núñez Feijóo, el colectivo LGTBI ha recibido la última dosis “de arena” desde la Puerta del Sol. El pasado viernes 22, la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso aprobó, por la vía de urgencia y con el apoyo de VOX, la modificación de la leyLGTBI+ en Madrid, paradójicamente en el día en que la ley estatal cumplía su primer año de votación en el Congreso.
Uge Sangil
Nacida en la isla de La Palma, Uge Sangil dirige la Federación LGTBI+ desde el 2018: fue reelegida en 2021 y finaliza su segundo y último mandato en el otoño del próximo año. A caballo, entre Madrid y Canarias, donde trabaja en un centro para personas con discapacidad física y psíquica destaca: “Soy presidenta, pero es un cargo de voluntariado, por mi afán de activismo y compromiso social”.
Sin duda, la experiencia profesional de Sangil en el ámbito educativo, ha sellado a fuego su activismo por los derechos LGTBI y de los más vulnerables. Prueba de ello es la pedagogía y la tranquilidad con la que explica cada uno de los asuntos abordados. También, su lado más humano y más sensible: su emoción se percibe claramente en sus ojos durante los primeros minutos de la entrevista.
Ley trans con polémica
Arrancamos este 2023 con la aprobación de la ley trans… ¿Qué significa para los miembros LGTBI esta ampliación de derechos?
Empezamos el año con la aprobación de la ley LGTBI trans o trans LGTBI porque es una ley que no solo aborda los derechos de las personas trans, sino también los derechos de lesbianas, gay, bisexuales e intersexuales de nuestro país. Comenzar el año con la ilusión de 8 años de lucha por estos derechos era especial.
¿Tiene algún recuerdo especial?
Recuerdo ese momento y las sensaciones se revuelven. Por un lado, hemos conseguido la libre autodeterminación, derechos también para las mujeres lesbianas bisexuales y personas con capacidad de gestar y que se prohíban las terapias de inversión…Hemos conseguido muchas cosas que han costado mucho. Ha sido duro el camino para llegar a su aprobación y sientes satisfacción. Por otro lado, también sentía rabia…
Percibo emoción en sus ojos…
Sí, me emociona porque ha sido, en mi legislatura de 6 años, un camino realmente complejo. Y yo creo que también hay revoltura, porque hay cosas que no hemos conseguido.
¿Como cuáles?
No hemos podido meter los derechos a las personas no binarias y transgénero. No hemos podido aumentar los derechos de los menores trans y no hemos conseguido todo lo que queremos conseguir para las personas migrantes. Hay contradicciones, pero a la vez también satisfacción, porque esta ley nos sitúa a nivel internacional en uno de los países más avanzados del mundo en cuanto a derechos LGTBI y trans.
¿Ha sido una labor colectiva?
Y me emociona saber que esta Federación junto a Fundación Triángulo y otros actores del movimiento como la Plataforma Trans hemos sido capaces de llegar a este momento después de 4 años realmente dolorosos, en especial para el colectivo trans, al cual se ha jugado demasiado en esta tramitación.
Podemos hablar de que es una ley de avanzada, pero que se queda corta, según su punto de vista
Siempre lo hemos dicho, celebramos los avances, pero también hay que ver las carencias que tiene la ley y pensar la estrategia de futuro: Nuestros derechos siguen estando amenazados y hay que seguir defendiendo y conquistando o conquistando y defendiendo.
Pero fue una ley no exenta de polémica porque hubo recelos de parte, sobre todo de ciertos sectores feministas y de otros partidos políticos.
Evidentemente hubo reticencias por todos lados; creo que ha sido una ley en la que no se ha podido trabajar desde el silencio, sino que ha habido mucho choque, mucho ruido.
¿Por qué cree que hubo reticencias a aprobar esta ley o ampliar derechos al colectivo?
Ha habido, no el movimiento feminista y esto sí que yo creo que hay que aclararlo, un sector de feministas, un sector de mujeres del feminismo clásico que no se ha sumado a la cuarta ola, que adoptan ideas que vienen de países como Reino Unido o Estados Unidos en contra, sobre todo de las mujeres trans. En España nunca ha ocurrido, que una mujer trans le diga a una mujer cis, “Quítate tú para ponerme”. En ningún momento ni ha ocurrido, ni va a ocurrir.
¿Y en qué aspectos es mejorable la ley?
La ley es mejorable en muchos aspectos. Nosotros siempre hemos apostado por una única ley que abordará los derechos de todas las personas trans, lesbianas, gays, bisexuales e intersexuales. Como te decía yo ampliaría el derecho a las personas no binarias, de las personas migrantes y a los menores trans; creo que han sido los tres grandes temas que se nos han quedado ahí atravesados y en los que no hemos podido avanzar, pero, sobre todo, por el ruido en torno a la ley que nos ha quitado tanta energía.
¿Ese ruido afectó a su tramitación?
Ese ruido que se generaba, esa guerra, ese odio, sobre todo hacia las personas trans, no nos ha dejado hacer otra cosa que pedagogía. Hablar de la ley, explicar quiénes somos las personas trans, con tranquilidad desde la calma. Eso creo que ha impedido avanzar en los derechos y porque la ley se tenía que aprobar en la anterior Legislatura, si o si, a pesar de que había gente que no quería.
Los pactos del PP con la extrema derecha
Esto fue en febrero, pero luego llegaron las elecciones autonómicas y municipales de mayo con los resultados que todos conocemos: muchas autonomías y ayuntamientos pasaron a manos del Partido Popular y de Vox.
Nosotros como Federación, aunque no influimos de las comunidades autónomas porque las entidades son quienes tienen que trabajarlo, sí que preparamos una idea de campaña electoral.
¿Cuáles fueron las reacciones del colectivo ante la conformación de estos gobiernos municipales y autonómicos?
También sabíamos que en noviembre tenía que haber elecciones generales. Y tú ya ves la estrategia, al PP que va de la mano con Vox sin ninguna vergüenza. Ideamos una acción que fuera el inicio de esa campaña electoral y que continuara con un mensaje que llegara hasta el día del Orgullo y, luego a las elecciones en noviembre.
Diseñamos una campaña “No votes derecha” porque la derecha quiere quitarte derechos.
De hecho, era un hashtag #Novotesderecha…
¿Qué ocurre? que la izquierda se da un batacazo en las comunidades autónomas y muchos de lo que había ganado lo perdió. Como en Canarias que es mi comunidad autónoma de residencia. Ahí teníamos un pacto de izquierdas o “El pacto de las flores”, sin nadie de la ultraderecha dentro del Gobierno, ni del parlamento canario. De repente desaparece parte de la izquierda y aparece Vox con cuatro diputados.
Todo un cambio de ciclo político…
¿Qué ha pasado? ¿Cómo podemos comprar este discurso? ¿Cómo la ciudadanía compra este discurso? El mensaje lo teníamos claro que lo dijimos, pero, bueno, la ciudadanía también es libre de dejar el voto en la urna, pero es muy fácil caer en la trampa de las fake, de la mentira repetida 1000 veces y del desengaño.
¿Entonces?
Lo peor no fue perder parlamentos y ayuntamientos. Lo peor fueron los pactos de la vergüenza del PP con Vox a toda costa, aunque no ganaran las elecciones como nos quieren hacer creer.