La humanidad se encuentra en un momento crucial en la lucha contra el VIH, según un reciente informe de ONUSIDA que afirma que aún es posible poner fin a la enfermedad, pero que hacerlo es una opción política y financiera.“Las decisiones y opciones políticas tomadas este año por los líderes de todo el mundo decidirán el destino de millones de vidas y si terminará o no la pandemia más letal del mundo”.
La agencia de la ONU ha informado de que las cifras de 2023 muestran una mejora general: aunque la enfermedad causó la muerte de 630.000 personas, el año anterior los decesos habían sumado 670.000.
El año pasado se infectaron alrededor de 1,3 millones de personas, unas 100.000 menos que el año anterior. Además, se estima que menos de 40 millones de personas vivían con el virus hasta fin de año.
De los millones de personas que viven con la infección, casi una cuarta parte, o 9,3 millones, no reciben tratamiento, lo que traduce en una muerte por minuto.
Los líderes mundiales se comprometieron a reducir las nuevas infecciones a menos de 370.000 por año para 2025, pero el contagio de 1,3 millones en 2023 aún supera tres veces ese objetivo. “Los líderes pueden salvar millones de vidas, prevenir millones de nuevas infecciones y garantizar que todas las personas seropositivas vivan una vida plena y saludable”, ha aseverado la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
El camino correcto hacia el objetivo
El informe estima que si los líderes tomaran las medidas necesarias para garantizar recursos suficientes y sostenibles y proteger los derechos humanos de todos, el número de personas portadoras que necesitarían tratamiento de por vida aumentaría a aproximadamente 29 millones para 2050. En cambio, si se toma el rumbo equivocado, la cantidad de personas que necesitarían apoyo de por vida se elevaría a 46 millones, una cifra superior a los 39,9 millones de 2023.
El acceso a la terapia antirretroviral es el principal problema. A finales de diciembre de 2023, 30,7 millones de personas tenían acceso a alguno de estos tratamientos, frente a sólo 7,7 millones en 2010; sin embargo, el número se mantiene por debajo del objetivo para 2025 fijado en 34 millones. En este sentido, la agencia ha advertido de que, pese a los avances, hasta el momento el mundo no está en camino de cumplir el objetivo de 2025 de caer por debajo de las 250.000 muertes.
Aumentan los casos en América Latina
Aunque se han dado pasos considerables en la prevención de nuevas infecciones (han disminuido un 39% desde 2010 a nivel mundial y un 59% en África oriental y meridional), el informe muestra que están aumentando en tres regiones: Oriente Medio y África del Norte, Europa del Este y Asia Central, y América Latina.
“Los líderes mundiales se han comprometido a poner fin a la pandemia como amenaza para la salud pública para 2030 y pueden cumplir su promesa, pero sólo garantizando que la respuesta cuente con los recursos que necesita y que los derechos humanos de todos estén protegidos”, ha señalado Byanyima.
Estigma y discriminación
El estigma y la discriminación, así como la criminalización, de los que son víctimas ciertos grupos impiden el progreso porque no pueden obtener ayuda y tratamiento sin peligro.
Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y los consumidores de drogas inyectables representan ahora una proporción mayor de nuevas infecciones en comparación con 2010 (55% frente a 45%).
Financiación insuficiente
Además, la financiación está disminuyendo en todo el mundo. En 2023, los recursos totales disponibles (19.800 millones de dólares) disminuyeron un 5% con respecto a 2022 y aún faltan 9.500 millones de dólares de la cantidad necesaria para 2025 (29.300 millones de dólares). A esto se suma el peso de la deuda pública que obliga a muchos países en desarrollo a elegir entre el pago de ésta y el gasto sanitario, por ejemplo.
“La erosión de la solidaridad entre los países y dentro de ellos amenaza el avance. Que los líderes cumplan o no su promesa es una decisión política. Ahora es el momento de elegir el camino correcto”, ha puntualizado Byanyima.