Al menos 22 personas desparecieron ayer en aguas del Mediterráneo central tras el hundimiento parcial de una balsa de goma. Además, una mujer embarazada murió a pesar de los desesperados esfuerzos por reanimarla del equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) a bordo del buque de salvamento Geo Barents. El personal de MSF rescató a 71 supervivientes que se encuentran ya a bordo del barco.
El equipo de MSF rescató a los supervivientes y llevó a bordo a una mujer embarazada que no sobrevivió a pesar de los esfuerzos por reanimarla del equipo médico. Otras tres personas necesitaron atención de urgencia, incluido un bebé de cuatro meses. Posteriormente, este bebé y su madre fueron evacuados a Malta. Hoy, el equipo de MSF se ocupa de los supervivientes restantes, la mayoría de los cuales están extremadamente débiles y siguen en estado de shock.
“Ayer nuestra peor pesadilla se hizo realidad. Cuando nos acercamos a la lancha neumática y pudimos verla con los binoculares, entendimos lo complicado que sería el rescate”, dice Riccardo Gatti, coordinador del equipo de búsqueda y rescate a bordo del Geo Barents. “El bote se estaba hundiendo con decenas de personas atrapadas, mientras que muchas otras estaban ya en el agua”.
Mientras el equipo aún está recopilando información sobre las personas desaparecidas, dos mujeres rescatadas les han comunicado que perdieron a sus hijos en el mar. Otra joven ha explicado que ha perdido a su hermano pequeño. Se está recabando información a través de entrevistas con los supervivientes en las que estos relatan que hay más de una docena de personas desaparecidas además de las ya reportadas.
“Estas personas están exhaustas; muchas han ingerido grandes cantidades de agua de mar y varias han sufrido hipotermia después de pasar muchas horas en el agua”, dice Stephanie Hofstetter, coordinadora del equipo médico de MSF a bordo del Geo Barents. “Al menos 10 personas, en su mayoría mujeres, sufren quemaduras de combustible que necesitan un tratamiento adicional más allá del que se puede administrar a bordo”.
“Este hecho traumático es una consecuencia mortal de la creciente inacción y desconexión de los estados europeos, incluidos Italia y Malta, y los estados fronterizos con el Mediterráneo”, dice Juan Matias Gil, coordinador de las operaciones de búsqueda y rescate de MSF. “Las tragedias en el mar continúan costando miles de vidas, y estas personas están muriendo a las puertas de Europa en absoluto silencio e indiferencia por parte de los estados de la UE”.
"Las organizaciones de búsqueda y rescate no pueden llenar solas este enorme vacío. No tenemos esa capacidad y, además, es responsabilidad de los Gobiernos", afirma Gil. "Lo que ocurrió ayer demuestra que, solos, no podemos. ¿Dónde están los Estados?".
En la actualidad, el Mediterráneo sigue siendo la frontera más mortífera del mundo, con 24.184 migrantes desaparecidos desde 20141 y 721 en lo que llevamos de año. Los estados miembros de la UE y los estados fronterizos con el Mediterráneo están condenando a las personas a ahogarse bajo políticas que ignoran la asistencia. MSF demanda a todos los Estados miembros de la Unión Europea que garanticen una capacidad de búsqueda y rescate bajo el auspicio de los estados, específica y proactiva en el Mediterráneo central, y que proporcionen una respuesta rápida y adecuada a todas las llamadas de socorro.