En un operativo coordinado en varios estados federados, la Fiscalía General de Alemania ha desarticulado una presunta célula terrorista de extrema derecha compuesta por jóvenes, algunos de ellos menores de edad. El grupo, autodenominado Última oleada de defensa, planeaba atentados incendiarios y explosivos con fines claramente ideológicos y violentos.
La amenaza del extremismo ultraderechista vuelve a sacudir a Alemania. Este miércoles, la Fiscalía General del país ha anunciado la detención de cinco jóvenes, incluido un menor de tan solo 14 años, en una operación llevada a cabo en los estados de Mecklemburgo-Antepomerania, Brandeburgo y Hesse. Los arrestados están acusados de formar parte o de apoyar una organización terrorista que pretendía atentar contra migrantes y adversarios políticos.
Cuatro de los detenidos —Benjamin H., Ben-Maxim H., Lenny M. y Jason R.— son sospechosos de pertenecer al grupo conocido como Letzte Verteidigungswelle (Última oleada de defensa, L.V.W.), fundado en 2024. El quinto arrestado, Jerome M., estaría implicado como colaborador. Según la Fiscalía, al menos tres de ellos ejercían roles de liderazgo dentro de la célula, cuyos integrantes tienen edades comprendidas entre los 21 y los 14 años.
Violencia con fines ideológicos
El grupo extremista perseguía el objetivo de derrocar el orden democrático en Alemania mediante actos violentos. En particular, planeaban ataques incendiarios y explosivos contra centros de acogida de refugiados e instalaciones vinculadas a partidos de izquierda. Las autoridades investigan posibles intentos de asesinato relacionados con un incendio provocado, así como daños importantes a la propiedad.
La retórica del grupo —según consta en las órdenes de detención— gira en torno a una supuesta misión de salvaguardar la "nación alemana", una narrativa común entre formaciones neonazis y conspirativas. Los miembros se consideran a sí mismos como la última línea de defensa frente a lo que perciben como la amenaza de la diversidad y el sistema liberal.
Una red extendida y peligrosa
Además de las detenciones, las autoridades llevaron a cabo registros en 13 inmuebles en varios estados del este del país, incluidos Sajonia y Turingia. La investigación también alcanza a otros tres individuos —Devin K., Claudio S. y Justin W.— que ya se encontraban en prisión preventiva y cuya relación con la célula ha sido confirmada por la Fiscalía Federal.
La ministra de Justicia, Stefania Hubig, calificó la operación como un “golpe importante contra el terrorismo ultraderechista”, al tiempo que expresó su consternación por la juventud de los detenidos. “El terrorismo de ultraderecha no conoce edades”, declaró, subrayando la urgencia de combatir la radicalización temprana. La desarticulación de este grupo pone en evidencia la persistente amenaza del extremismo juvenil de ultraderecha en Alemania, fenómeno que las autoridades consideran prioritario en su lucha por preservar la democracia y el Estado de derecho.