La ayuda humanitaria en Kivu del Norte y del Sur, restringida por la violencia

La ONU reitera su llamamiento al establecimiento de corredores de ayuda humanitaria y la reapertura del aeropuerto y de los pasos fronterizos para permitir la circulación voluntaria de las personas que buscan refugio

30 de Enero de 2025
Actualizado a las 10:37h
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Una mujer camina por las calles con niños en Goma, en el este de la República Democrática del Congo, mientras la ayuda humanitaria queda restringida. | Foto: PMA/Moses Sawasawa
Una mujer camina por las calles con niños en Goma, en el este de la República Democrática del Congo, mientras la ayuda humanitaria queda restringida. | Foto: PMA/Moses Sawasawa 

Aunque se ha observado una “calma relativa” tras dos días de intensos combates en la ciudad de Goma, muchas agencias humanitarias han expresado su alarma por el deterioro de la situación en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde el acceso humanitario está “gravemente limitado en varios ejes” en Kivu del Sur y Kivu del Norte.

Según la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), el aeropuerto de Goma permanece cerrado desde el 26 de enero, y la mayoría de las vías de acceso a la ciudad están cortadas. Por eso es necesario el establecimiento de corredores humanitarios y la reapertura del aeropuerto y de los pasos fronterizos para permitir la circulación voluntaria de las personas que buscan refugio.

“Debido a los combates, las actividades humanitarias están gravemente limitadas. Sólo continúan las actividades sanitarias y de agua, higiene y saneamiento”, señala la OCHA.

Negociaciones para establecer un corredor humanitario en Kivu del Sur

En Kivu del Sur, las rutas de acceso a la ciudad de Minova están bloqueadas desde el 18 de enero de 2025.

“Una veintena de socios humanitarios con base en Minova están listos para reanudar sus operaciones en cuanto la situación lo permita. Se están llevando a cabo negociaciones para establecer un corredor humanitario que garantice la entrega de ayuda de emergencia”, señala la OCHA en su último informe de situación.

Mientras tanto, el grupo armado M23 está estrechando el cerco sobre Goma. La toma de esta ciudad, la más grande del este del país, es un nuevo capítulo de la grave escalada que se vive desde hace años y que ha dejado centenares de muertos y millones de desplazados.

En Kinshasa, la capital, manifestantes que denunciaban la inacción de la comunidad internacional atacaron varias embajadas, entre ellas las de Bélgica, Francia, Kenia, Sudáfrica, Estados Unidos y Uganda.

Sobre el terreno, más de la mitad de la población de los asentamientos de desplazados internos de Kanyaruchinya, Bushagara, Rusayo 1 y Rusayo 2 ha abandonado estas zonas. Algunos de los desplazados se han dirigido a Goma o a otras ciudades vecinas, mientras que otros han encontrado refugio en las comunidades de acogida, en escuelas y en otras instalaciones comunitarias.

La evacuación médica se convierte en un reto

En Kivu del Sur, los actores humanitarios han calculado que cerca de 20.000 hogares, es decir, más de 117.000 personas, han sido acogidas en la zona sanitaria de Kalehe entre el 20 y el 27 de enero.

En cuanto a los heridos, los centros sanitarios están saturados y se están organizando para tratar a los heridos graves, a pesar de los cortes de electricidad y agua en Goma. “La evacuación médica se está convirtiendo en un reto en un contexto de violencia persistente, con las ambulancias como objetivo”.

Hasta el 28 de enero, el Comité Internacional de la Cruz Roja había registrado más de 256 heridos en el hospital de Ndosho. El Comité afirma que ha atendido a más de 600 heridos desde principios de enero, casi la mitad de ellos civiles. Muchos de ellos eran mujeres y niños.

Al mismo tiempo, la ONG Médicos Sin Fronteras informó que había recibido a unos 60 heridos en el hospital de Kyeshero, en la ciudad de Goma.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha suministrado más de 25 toneladas de medicamentos y material.

En Kivu del Sur, “el número de heridos supera la capacidad de los hospitales y centros de salud de Kalehe y Minova. Los casos más graves han sido derivados al hospital general de referencia de Bukavu. Cerca de 400 personas con heridas de bala han sido atendidas por Médicos Sin Fronteras en las últimas tres semanas en Minova, Numbi y Masisi.

Según las agencias humanitarias, esta situación es consecuencia del uso de la artillería en zonas densamente poblada, sobre todo en los grandes centros urbanos, como Goma, y en los campos de desplazados, así como de la intensidad de los combates, que son devastadores para las personas atrapadas allí.

“Con la afluencia de heridos de los combates de los últimos días, está claro que los hospitales, que ya estaban al máximo de su capacidad, están ahora desbordados”, señala Boureima Hama Sambo, representante de la OMS en el país. El pasado fin de semana su organismo suministró más de 25 toneladas de medicamentos y equipos, así como más de 25 tiendas de campaña para apoyar a los distritos sanitarios.

Rastreo de los casos de mpox

En términos más generales, la OMS está preocupada por el deterioro de la situación humanitaria en Kivu del Norte y del Sur, que ya era “una emergencia sanitaria aguda”. Para el doctor Sambo, la intensificación de los combates ha agravado lo que ya era una situación muy precaria en una región en la que proliferan enfermedades como el mpox, el cólera y el sarampión.

En la situación actual, la agencia sanitaria teme que los enfermos de mpox, que estaban aislados en los emplazamientos para desplazados internos, puedan mezclarse ahora con la población general. “Así que esto va a facilitar y acentuar la propagación de la enfermedad”, observa el doctor, añadiendo que se han notificado más de 20.000 casos sospechosos de viruela símica en Kivu Norte y Sur desde 2024, incluidos más de 6.000 en las últimas seis semanas.

En esas provincias también se han registrado más de 21.600 casos y 59 muertes por cólera, y más de 11.700 casos y 115 muertes por sarampión el año pasado.

UNICEF necesita 22 millones de dólares

En respuesta al rápido deterioro de la situación humanitaria en el este del país, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha lanzado un llamamiento para conseguir 22 millones de dólares con el fin de proporcionar ayuda de emergencia a 282.000 niños.

El dinero se utilizará para proporcionar protección, salud, nutrición, agua y saneamiento, y educación.

“La población civil, agotada por los traumáticos acontecimientos, sufre hambre, sed y agotamiento. Las familias privadas de acceso al agua, a la electricidad y a internet se refugian donde pueden para huir de la violencia”, ha declarado el representante interino de la agencia en el país, Jean Francois Basse.

En la actualidad, los principales riesgos para los niños están relacionados con la salud y la protección. Las precarias condiciones de vida en los campamentos, caracterizadas por el hacinamiento y la insalubridad, exponen a los niños a un alto riesgo de contraer enfermedades.

El miedo a los enfrentamientos y la saturación de las instalaciones sanitarias hacen que muchos padres sean reacios a llevar a sus hijos al hospital.

Por otra parte, UNICEF ha recibido informes sobre un alarmante aumento del número de niños separados de sus familias o no acompañados, lo que les expone a un mayor riesgo de secuestro, reclutamiento forzoso y violencia sexual.

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