La subsecretaria general de Asuntos Humanitarios de la ONU ha recalcado la importancia de apoyar la asistencia humanitaria en Yemen durante la reunión del Consejo de Seguridad.
“Las hostilidades en Yemen y sus alrededores y en la región en general han persistido, con repercusiones humanitarias cada vez más alarmantes para los civiles”, ha dicho Joyce Msuya.
De acuerdo con el llamamiento humanitario consolidado para 2025, la crisis está empeorando, ya que “al menos 19,5 millones de personas en Yemen necesitan asistencia humanitaria y protección este año: 1,3 millones más que en 2024”, ha indicado Msuya. Además, se estima que 4,8 millones de personas siguen desplazadas internamente.
Impacto en la infraestructura civil
En su discurso, Msuya ha explicado el impacto negativo que el aumento de los ataques contra la infraestructura civil ha tenido en el último mes, “de la que dependen millones de personas para obtener electricidad, seguridad circulación, e importar alimentos y suministros médicos esenciales”. Diversos puertos del Mar Rojo de Yemen han sido atacados, así como el aeropuerto internacional de Saná, la capital.
Los ataques a estos puertos han causado una significativa reducción de sus capacidades, lo cual tiene un gran impacto en la importación de los suministros humanitarios, y también de combustible y bienes comerciales. Yemen depende de las importaciones de más de dos tercios de los alimentos y alrededor del 90% de los medicamentos e insumos médicos para la población. Esta infraestructura tiene un papel indispensable.
Por otro lado, el ataque al aeropuerto ha causado preocupaciones sobre la seguridad de los vuelos y el movimiento seguro de pasajeros. Este aeropuerto representa también una infraestructura relevante para el transporte de civiles, trabajadores humanitarios y suministros humanitarios.
La crisis humanitaria sigue empeorando
Msuya ha reiterado la importancia de apoyar tres puntos concretos. En primer lugar, ha solicitado el apoyo colectivo para garantizar el respeto a la ley humanitaria internacional; lo cual implica garantizar la preservación de la infraestructura civil, como lo son “puertos, aeropuertos, redes de agua y electricidad”.
Además, ha explicado la necesidad de contar con apoyo a la financiación humanitaria, para garantizar la esperanza para el pueblo de Yemen.
El tercer punto que ha recalcado Joyce Msuya es la “reanudación de un proceso político de transición pacífico, inclusivo, ordenado y liderado por Yemen”, ya que una resolución política duradera será la salida más corta y segura para la crisis humanitaria en el país.
Asimismo, ha solicitado al Consejo de Seguridad su apoyo para garantizar la liberación segura del personal humanitario y de la ONU que ha sido detenido.
La crisis humanitaria en Yemen sigue afectando a gran parte de la población, ya que casi la mitad de la población, más de 17 millones de personas, no cuentan con sus necesidades alimentarias básicas.
Además, Msuya ha explicado que “casi la mitad de todos los niños menores de 5 años sufren de moderado a severo retraso del crecimiento causado por la desnutrición”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que Yemen cuenta con el mayor porcentaje de casos de cólera, el 35% de casos y el 14% de las muertes a nivel mundial. “El cólera está en niveles atroces”, ha declarado Msuya, lo cual afecta gravemente al sistema de salud.