“El genocidio de Gaza es una tragedia anunciada”, asegura la relatora especial* de la ONU para los derechos humanos en el Territorio Palestino Ocupado en su último informe presentado al Tercer Comité de la Asamblea General.
Francesca Albanese, que tiene un mandato del Consejo de Derechos Humanos pero es independiente de la ONU, asegura en las conclusiones de ese informe que “existe el riesgo” de que ese genocidio se extienda a otros palestinos que viven bajo dominio israelí.
“Desde su creación, Israel ha tratado al pueblo ocupado como un estorbo odioso y una amenaza que debe erradicarse, y ha sometido a millones de palestinos, durante generaciones, a indignidades cotidianas, matanzas en masa, encarcelamientos en masa, desplazamientos forzados, segregación racial y apartheid”, se lee en el documento.
El informe, de 35 páginas, documenta con detalle todos los actos que la experta en derechos humanos considera constituyen “los patrones de conducta que ponen de manifiesto la intención de emplear actos genocidas como medio para depurar étnicamente la totalidad o parte del territorio palestino ocupado”.
Desde su informe anterior, y a pesar de las intervenciones de la Corte Internacional de Justicia, “los actos genocidas se han multiplicado”.
“Casi un año de agresión aplicando una política de tierra quemada ha dado lugar a la destrucción calculada de Gaza: el costo humano, material y ambiental es imposible de cuantificar. Desde marzo de 2024, se han producido más de 93 masacres e Israel ha matado a 10.037 palestinos y herido a 21.767, lo que eleva las cifras totales declaradas a casi 42.000 y 96.000, respectivamente, aunque las cifras de fuentes fiables son incompletas y pueden subestimar la cantidad de bajas. Se han atacado repetidamente lugares de distribución de ayuda, tiendas de campaña, hospitales, escuelas y mercados haciendo un uso indiscriminado del fuego aéreo y de francotiradores”, recoge el documento.
También señala que han muerto al menos 13.000 niños, incluidos más de 700 bebés, muchos de ellos por disparos en la cabeza y el pecho. Aproximadamente 22.500 palestinos han sufrido heridas que les han cambiado la vida. En mayo, se estimaba que otras 10.000 personas yacían sepultadas bajo los escombros, entre ellas 4000 niños. Además, un número incierto de personas ha sido víctima de desaparición forzada a manos de las fuerzas israelíes.
Y resalta que “la magnitud de la destrucción en Gaza ha suscitado acusaciones de domicidio, urbicidio, escolicidio, medicidio, genocidio cultural y ecocidio. El ecosistema está contaminado con casi 40 millones de toneladas de escombros, que incluyen municiones sin detonar y restos humanos. La propagación de enfermedades como hepatitis, infecciones respiratorias, diarrea y enfermedades cutáneas se ve favorecida por factores como la presencia de más de 140 vertederos temporales, la acumulación de 340.000 toneladas de desechos, las aguas residuales sin tratar y el desbordamiento de aguas de desecho.
Gaza no es apta para la vida
“Como prometieron los dirigentes israelíes, se ha conseguido que Gaza deje de ser apta para la vida humana”, asegura la relatora`.
Albanese explica que “la conducta genocida de Israel, oculta detrás de falsos relatos israelíes de una guerra librada en ‘legítima defensa’, debe observarse dentro de un contexto más amplio".
“El progreso en su objetivo del Gran Israel”, que incluye también Cisjordania y todos los territorios ocupados, “amenaza con suprimir a la población autóctona palestina”.
Tras asegurar que este genocidio supone “una mancha en el sistema internacional y en la humanidad”, Albanese recuerda a “todos los Estados su obligación jurídica de actuar con la diligencia debida, dado el riesgo claramente grave de violación continuada de la Convención contra el Genocidio y de los Convenios de Ginebra”.
Entre las medidas que pueden tomar los Estados, señala: utilizar toda su influencia política, comenzando con un embargo total de armas y la imposición de sanciones, para que Israel detenga el ataque contra los palestinos, acceda a un alto el fuego y se retire totalmente del territorio A/79/384 24-17834 35/35 palestino ocupado de conformidad con la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia de 19 de julio de 2024; reconocer formalmente a Israel como Estado de apartheid y responsable de violaciones persistentes del derecho internacional, reactivar el Comité Especial contra el Apartheid para que se ocupe de forma exhaustiva de la situación en Palestina, y advertir a Israel de la posible suspensión de su condición de Miembro con arreglo al Artículo 6 de la Carta de las Naciones Unidas, y apoyar el despliegue de una presencia internacional de protección en todo el territorio palestino ocupado.