Un análisis del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE) indica que, a pesar del apoyo tácito de Pekín a Moscú, los exportadores chinos parecen reconocer los riesgos de violar las sanciones impuestas a Rusia por Occidente.
Así, en el informe, el grupo de expertos señaló que las empresas chinas temen ser objetivos colaterales y perder el acceso a tecnología, bienes y divisas de los países occidentales si violan la prohibición de exportar bienes sensibles a Rusia, a saber, componentes y alta tecnología, como semiconductores, considerados cruciales para la guerra.
El análisis indicó que la caída de las exportaciones chinas a Rusia está en línea con los datos de otros países que han impuesto sanciones.
En dos casos destacados, China UnionPay, el sistema de pago chino equivalente a los servicios de Visa o Mastercard, se negó a trabajar con bancos rusos sancionados, y la empresa de tecnología china Huawei redujo sus operaciones en el país.
Esto a pesar de que el gobierno chino se niega a condenar a Rusia por la invasión de Ucrania y critica la imposición de sanciones contra Moscú. Pekín considera fundamental la alianza con el país vecino para contrarrestar el orden democrático liberal, liderado por EE.UU.