Los países en desarrollo deben liderar los esfuerzos para reformar las anticuadas instituciones y marcos internacionales, afirmó el Secretario General de la ONU, António Guterres, en su intervención en la tercera cumbre del Grupo de los 77 (G-77) y China, que se ha inaugurado este domingo en Kampala (Uganda).
Más de 130 países son miembros del bloque -la mayor agrupación del Sur global, que representa el 80% de la población del planeta- y su solidaridad y asociación son esenciales para construir un mundo sostenible, pacífico y justo para todos, afirmó.
"Seamos realistas: es poco probable que quienes más se benefician del actual sistema de gobernanza mundial lideren su reforma. Por tanto, el impulso para el cambio debe venir de ustedes", dijo a los líderes. "Les insto a que sigan impulsando estos esfuerzos".
Los compromisos siguen en pie
El Secretario General esbozó muchos de los retos a los que se enfrenta el mundo hoy en día, la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para la fecha límite de 2030, así como garantizar la recuperación económica de la pandemia COVID-19, el respeto de los derechos humanos y la acción climática.
"Si bien la cooperación Sur-Sur es sólida y se está profundizando, no sustituye la necesidad de respetar los compromisos del Norte global, es decir, de un compromiso sostenido para reducir la pobreza y la desigualdad, apoyar el crecimiento y fomentar la resiliencia en los países en desarrollo", afirmó.
Además, la paz "se está quebrando en medio de un clima de impunidad mundial", con guerras en Sudán, Ucrania, Oriente Medio y otros lugares que devastan vidas, alimentan desplazamientos masivos, interrumpen las cadenas de suministro mundiales y amenazan con incendiar regiones enteras.
Oriente Medio es un polvorín
Respecto al conflicto de Gaza, el Secretario General advirtió de que "Oriente Medio es un polvorín" e instó a actuar para evitar que se extienda por toda la región. Volvió a insistir en la necesidad de un alto el fuego humanitario inmediato, el acceso de la ayuda humanitaria y la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes.
"La negativa reiterada ayer a aceptar la solución de dos Estados para israelíes y palestinos es totalmente inaceptable, como dije en la cumbre del Movimiento de Países No Alineados", afirmó.
"La negación del derecho del pueblo palestino a tener un Estado prolongaría indefinidamente un conflicto que se ha convertido en una gran amenaza para la paz y la seguridad mundiales; exacerbaría la polarización y envalentonaría a los extremistas en todas partes", dijo repitiendo su discurso del día anterior.
Un sistema internacional obsoleto
Aunque enderezar nuestro convulso mundo requiere una acción global eficaz, Guterres afirmó que "el actual sistema internacional está desfasado, fuera de tiempo y de lugar", ya que se estableció cuando muchos países del G-77 aún estaban colonizados.
Pidió la reforma del Consejo de Seguridad, afirmando que está paralizado por divisiones geopolíticas y que su composición no refleja la realidad del mundo actual. Del mismo modo, también debe reformarse el sistema financiero mundial establecido tras la Segunda Guerra Mundial.
La esperanza está en el futuro
"Sin embargo, en medio de todo este pesimismo, hay esperanza", dijo Guterres, señalando la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo del año pasado y su fuerte declaración política, y la Cumbre del Futuro de este mes de septiembre ofrece la oportunidad de aprovechar ese éxito.
"Es una oportunidad de crear las condiciones para que los países alcancen los Objetivos. De encontrar un consenso sobre los marcos para abordar los nuevos retos. Y para construir un mundo mejor para todos nosotros", dijo, señalando que la Cumbre también considerará profundas reformas de la arquitectura financiera internacional.
Haciendo un llamamiento para que el G-77 se una contra la catástrofe climática, Guterres instó a sus miembros a "pedir cuentas a los países desarrollados por la justicia climática, y por liderar una transición equitativa y justa, basada en la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y la inversión masiva en energías renovables".
Los compromisos financieros adquiridos por los países más ricos también deben cumplirse, y la aclaración de los 100.000 millones de dólares anuales prometidos para la acción climática, así como la duplicación de la financiación de la adaptación para 2025, son meros puntos de partida.
Aunque el Fondo de Pérdidas y Daños, abierto durante la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) supone un paso adelante, "debemos pedir contribuciones significativas que aún no se han anunciado", dijo Guterres.
Dado que las nuevas tecnologías pueden impulsar el progreso hacia los Objetivos, expresó su esperanza de que el Pacto Digital de las Naciones Unidas propuesto se adopte en la Cumbre del Futuro.
Añadió que un órgano de expertos de reciente creación ha formulado recomendaciones preliminares sobre la gobernanza mundial de la Inteligencia Artificial (IA), entre otras cosas para acelerar el desarrollo sostenible.
Otro consejo asesor está trabajando para garantizar que los avances científicos se compartan equitativamente en beneficio de todas las personas.