Javier Milei llegó a la Presidencia de Argentina como un outsider de la política que venía dispuesto, con motosierra en mano, a cortar de raíz los privilegios de la “casta corrupta” de los grandes partidos tradicionales: el peronismo y el radicalismo, hoy aliados al Pro, formación del ex presidente Mauricio Macri.
Tras casi dos años de mandato y en medio de un escándalo de supuesta corrupción que involucra directamente a su hermana Karina, su mano derecha y hasta mentora , en un turbio manejo de subsidios para discapacitados, con una política económica fallida que hace que Argentina sea el país con el mayor coste de vida de toda América Latina y cuyo salario medio no llega a los 1.390.159 euros ( unos 800 euros) y una inflación interanual del 55,9 por ciento, el presidente argentino ha tirado de manual trumpista para acusar a la oposición de “destruir el plan económico, hacer manifestaciones violentas o intentar matarme”. Nada mejor que desviar el foco para que los argentinos no hablen de su incompetencia que sufren cada día cuando tienen que afrontar pagar los aumentos disparados de los servicios públicos o algo tan básico como la cesta de la compra o el transporte.
La percepción en la ciudadanía argentina es que el sacrificio está siendo enorme sin percibir compensación alguna de parte de un gobierno que llegó para “limpiar la corrupción” pero que ahora está entredicho.
Cortina de humo, su mejor defensa
El mandatario argentino formuló estas declaraciones en una entrevista concedida el pasado viernes a Louis Sarkozy, hijo del exmandatario francés, en la Casa Rosada, sede del gobierno argentino. Sin embargo, no fueron dadas a conocer hasta ayer miércoles por la mañana cuando fue publicada en el canal de YouTube 21News, en uno de los episodios de "En toda libertad", el programa que conduce el hijo del expresidente francés.
A semanas días de las elecciones legislativas de medio mandato del próximo 26 de octubre, Javier Milei se encuentra inmerso en la precampaña electoral y confiado en que logrará buenos resultados y así "podríamos estar poniéndole el último clavo al cajón al kirchnerismo".
En este sentido, afirmó que "el kirchnerismo y sus aliados están aplicando lo que se llama la estrategia de (Hernán) Cortés, que es la de quemar las naves: es a todo o nada".
"Y eso implica desde tratar de destruir el programa económico desde el Congreso, hacer manifestaciones violentas en la calle o intentar matarme. O, si fuera el caso, inventarme cualquier tipo de aberración, inventar mentiras para tratar de desprestigiarme", agregó.
Sin embargo, destacó que "son los últimos manotazos de ahogado de un régimen que terminaremos de sepultar el 26 de octubre, y que puede quedar herido de muerte casi definitiva este próximo 7 de septiembre".
Defensa cerrada a su hermana
En este contexto, en la entrevista a Sarkozy, el presidente argentino engloba las acusaciones de corrupción que versan sobre la secretaria general de la Presidencia de la Nación Argentina Karina Milei en presuntos sobornos a través de la filtración de audios a los medios.
Muy lejos de cuestionar su labor, el mandatario la defendió como centro neurálgico del proyecto libertario "logramos en tiempo récord hacer un partido político, que en Argentina es casi imposible. Gran mérito de mi hermana, que ha hecho un trabajo fenomenal".
En esta misma línea, destacó el rol de la "batalla cultural" y señaló que no sería posible aplicar su programa económico si la sociedad argentina no hubiera "abrazado las ideas de la libertad".
La izquierda, asesina y psicópata
Si de un presidente elegido democráticamente en las urnas se espera que gobierne para el conjunto de los ciudadanos, Milei, en la entrevista a 21News se jacta de todo lo contrario: con el que piensa diferente no negocia.
"Cualquier solución que busques intermedia, ellos ganan un paso. No podes negociar nada con ellos. Por eso tenemos la agenda que tenemos. No podes darle un milímetro al que te quiere matar. Cuando son oposición, intentan destruir al Gobierno y cuando son gobierno, destruyen el país", afirmó.
"Cuando vas a enfrentar a cualquier impresentable del socialismo del siglo XXI tenés que saber que del otro lado hay un psicópata y sus ideas cuando se aplicaron fueron un fracaso económico, social y cultural", aseguró.
Periodistas= espías
Y para el presidente argentino, los periodistas que han difundido los audios que involucran gravemente a su hermana en un caso de presuntos sobornos forman parte de una "red de espionaje ilegal". Así lo ha denunciado en la red X este martes.
A cada paso sigue quedando en claro la red de espionaje ilegal de la que un grupo de periodistas ha sido parte.
— Javier Milei (@JMilei) September 2, 2025
Estos espías que se disfrazan de "periodistas" quieren desviar la atención del tema real.
No están por encima de la ley. Se creen impunes y no lo son.
Fin. https://t.co/ONV54Afc7l
En cualquier caso, por iniciativa del propio gobierno libertario, la Justicia ha paralizado la difusión de grabaciones de Karina Milei registradas en la Casa de Gobierno, una medida que recibió numerosas críticas de abogados constitucionalistas y organizaciones que defienden la libertad de prensa en el país.
La descalificación como hábito político
De esta manera, Milei ya en el poder, sigue en la línea de descalificar al adversario naciones y extranjeros que tan buenos resultados le dio en su carrera a la Casa Rosada, pero olvidándose que ostenta el cargo de jefe del estado argentino a tal punto que puede generar conflictivos diplomáticos internacionales con países tradicionales amigos.
Asi ocurrió apenas asumió la presidencia argentina con el gobierno de España al atacar en una convención de partidos ultraderechistas en Madrid al Presidente del Gobierno Pedro Sánchez y anteriormente a su esposa, Begoña Gómez.
Como recompensa, cabe recordar que esa misma semana la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, también muy dada a emitir continuos epítetos y descalificaciones contra “el comunismo y el Sanchismo”, le concedió la medalla internacional “por los vínculos históricos de Argentina con la región”