Joe Biden, el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, se enfrenta ahora a una lucha personal lejos del escenario político: un cáncer de próstata agresivo. La noticia ha generado un fuerte impacto en el panorama político estadounidense y ha provocado muestras de apoyo desde distintos sectores, incluido el actual presidente, Donald Trump.
El diagnóstico tuvo su origen en un chequeo médico de rutina, durante el cual se detectó un pequeño nódulo en la próstata. A raíz de este hallazgo, se realizaron pruebas adicionales que confirmaron la presencia de un tumor. Aunque el cáncer presenta un comportamiento más agresivo de lo habitual, los especialistas han subrayado que responde favorablemente a las terapias hormonales, lo que permite plantear un tratamiento eficaz.
Biden y su entorno más próximo, incluida su esposa Jill, analizan junto a su equipo médico las distintas opciones terapéuticas. Personas cercanas al exmandatario aseguran que mantiene una actitud optimista, aunque no pierde de vista la seriedad del diagnóstico. La noticia se conoce apenas unos meses después de que Biden anunciara su retiro de la carrera presidencial, alegando razones de edad. Su salida permitió la candidatura de la entonces vicepresidenta, Kamala Harris, quien fue derrotada en las elecciones de noviembre por el republicano Donald Trump, ahora nuevamente al frente de la Casa Blanca.
Desde su red social, Truth Social, el presidente Trump expresó sus condolencias:
"Melania y yo estamos profundamente entristecidos por el diagnóstico de Joe. Enviamos nuestros pensamientos y mejores deseos a Jill y a toda la familia Biden, y esperamos una pronta y completa recuperación."
Con este nuevo capítulo, la figura de Biden regresa al foco público, no por decisiones de gobierno, sino por una batalla personal.