El "brillo de las nubes marinas", BNM o MCB, por sus siglas en inglés, es uno de los dos principales métodos de modificación de la radiación solar que se proponen para compensar los peores efectos del calentamiento global mientras avanza la descarbonización, según la definición que presenta Meteored.
Según informa The Guardian, "una técnica de geoingeniería diseñada para reducir las altas temperaturas en California podría intensificar inadvertidamente las olas de calor en Europa, según un estudio que modela las consecuencias no deseadas de los ajustes regionales con un clima cambiante".
El documento, indica el medio británico, "muestra que las intervenciones específicas para reducir la temperatura en un área durante una temporada podrían traer beneficios temporales a algunas poblaciones, pero esto debe contrastarse con efectos secundarios potencialmente negativos en otras partes del mundo y grados cambiantes de efectividad a lo largo del tiempo".
Los autores del estudio, que puede leerse aquí, dijeron que "los hallazgos eran aterradores porque el mundo tiene pocas o ninguna regulación para evitar las aplicaciones regionales de la técnica, el aclaramiento de las nubes marinas, que implica rociar aerosoles reflectantes (generalmente en forma de sal marina o espuma marina) en nubes estratocúmulos sobre el océano para reflejar más radiación social hacia el espacio."
Los expertos afirman que la escasez de controles significa que hay poco que impida que países, ciudades, empresas o incluso personas ricas intenten modificar sus climas locales, incluso si es en detrimento de las personas que viven en otros lugares, lo que podría generar competencia y conflicto en este ámbito.
Tema tabú
Señala The Guardian que "el reciente y pronunciado aumento de las temperaturas globales ha llevado a algunas instituciones de investigación y a organizaciones privadas a participar en investigaciones de geoingeniería que solían ser prácticamente un asunto tabú".
En Australia, los científicos han estado probando estrategias diversas para aclarar las nubes marinas durante la menos cuatro años, para "tratar de enfriar la Gran Barrera de Coral" y frenar su "blanqueamiento".
Científicos de la Universidad de Washington "rociaron partículas de sal marina sobre la cubierta de vuelo de un portaaviones fuera de servicio", el USS Hornet, atracado en la Alameda de la Bahía de San Francisco. Pulse aquí para conocer más información, de mano del New York Times.
Este nuevo estudio sugiere que "las consecuencias podrían tener un alcance mucho mayor y ser más difíciles de predecir."
Estudio publicado en Nature Climate Change
Publicado hoy en Nature Climate Change, los autores afirman ser los primeros en demostrar que los efectos del brillo de las nubes puede disminuir o revertirse a medida que cambian las condiciones climáticas, debido a los ya dramáticos impactos humanos de la quema de combustibles fósiles y bosques.
En la introducción del estudio, se explica que "El brillo de las nubes marinas (MCB) es una propuesta de geoingeniería para enfriar las temperaturas atmosféricas y reducir los impactos del cambio climático. Dado que los enfoques a gran escala para estabilizar las temperaturas medias globales plantean desafíos de gobernanza, las intervenciones regionales pueden resultar más atractivas en el corto plazo. Aquí investigamos la eficacia de MCB regional en el Pacífico Norte para mitigar el calor extremo en el oeste de los Estados Unidos. En las condiciones actuales, encontramos que el MCB en las remotas latitudes medias o en las zonas subtropicales cercanas reduce el riesgo relativo de exposición peligrosa al calor del verano en un 55% y un 16%, respectivamente. Sin embargo, las mismas intervenciones bajo el calentamiento de mediados de siglo reducen mínimamente o incluso aumentan el estrés por calor en el oeste de Estados Unidos y en todo el mundo. Esta pérdida de eficacia puede surgir de una respuesta dependiente del estado de la circulación meridional del Atlántico tanto al calentamiento antropogénico como al MCB regional. Nuestro resultado demuestra un riesgo al asumir que las intervenciones efectivas bajo ciertas condiciones seguirán siendo efectivas a medida que el clima continúe cambiando."
Metodología del estudio
Señala el diario británico que "utilizando modelos informáticos del clima del sistema terrestre en los años 2010 y 2050, simularon los impactos de dos operaciones de aclaramiento de nubes llevadas a cabo en diferentes regiones del noreste del Océano Pacífico, una en las zonas subtropicales cerca de California y otra en latitudes medias cerca de Alaska. Ambos fueron diseñados para reducir el riesgo de calor extremo en la región objetivo, la costa oeste de Estados Unidos."
Un efecto inesperado
"Contraintuitivamente, la operación más distante tuvo el mayor impacto porque aprovechó las "teleconexiones", vínculos en el sistema climático entre partes geográficamente remotas del mundo."
"La simulación de 2010 sugirió que la operación cerca de Alaska, reduciría el riesgo de exposición peligrosa al calor en la región objetivo en un 55% (equivalente a 22 millones de días/persona por verano), mientras que la prueba subtropical más cercana causaría ganancias menores, pero aún significativas, del 16%."
Sin embargo, "en las simulaciones del clima más perturbado de 2050, las mismas dos operaciones produjeron resultados muy diferentes porque había menos nubes, temperaturas base más altas y diferentes patrones de corrientes oceánicas, sobre todo una desaceleración de la circulación meridional de vuelco del Atlántico (Amoc). En estas condiciones de mediados de siglo, la operación cerca de Alska, tendrían un efecto drásticamente reducido en el alivio del estrés por calor en el oeste de Estados Unidos, mientras que la operación subtropical elevaría las temperaturas: lo contrario del resultado deseado".
Consecuencia en la alteración del clima en otras regiones
Las consecuencias fuera de las regiones objetivo, también han sido señaladas y marcadamente diferentes entre 2010 y 2050. En una fecha anterior, señal The Guardian, "las simulaciones sugirieron que Europa también se enfriaría por la nube marina que se ilumina en el Pacífico norte. Sin embargo, para 2050, la operación de enfriamiento local aumentaría el estrés térmico en todo el mundo, particularmente en Europa, como resultado de la desaceleración de Amoc".
"La ciencia y las políticas deben desarrollarse juntas o estaremos jodidos"
"Nuestro estudio es muy específico", señala Jessica Wan, miembro del equipo de investigación, dirigido por el Instituto de Oceanografía Scripps de UC San Diego. "Esto demuestra que aclarar las nubes marinas puede ser muy eficaz para la costa oeste de Estados Unidos si se hace ahora, pero será ineficaz allí en el futuro y provocará olas de calor en Europa".
Añadió que "los resultados deberían preocupar a los responsables de la formulación de políticas y alentarlos a establecer estructuras de gobernanza y directrices de transparencia, no sólo a nivel global, sino regional".
"Realmente no existe una gobernanza de la geoingeniería solar en este momento. Eso da miedo. La ciencia y las políticas deben desarrollarse juntas o estaremos jodidos." Afirmó la investigadora.
"No queremos estar en una situación en la que una región se vea obligada a utilizar geoingeniería para combatir lo que otra parte del mundo ha hecho para responder a las sequías y a las olas de calor".