El número de niños desnutridos en la Franja de Gaza está aumentando a un ritmo alarmante, con 5.119 niños de entre 6 meses y 5 años admitidos para recibir tratamiento por desnutrición aguda sólo en mayo. De estos 636 padecen desnutrición aguda grave, la forma más letal de desnutrición.
Estos niños necesitan tratamiento constante y supervisado, agua potable y atención médica para sobrevivir, todo lo cual escasea cada vez más en Gaza hoy en día.
Según los datos recibidos de los centros de nutrición apoyados por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en toda la Franja de Gaza, esto representa un aumento de casi el 50% con respecto a los 3.444 niños admitidos en abril de 2025 y un aumento del 150% con respecto a febrero, cuando estaba en vigor un alto el fuego y la ayuda entraba en cantidades significativas.
En sólo 150 días, desde principios de año hasta finales de mayo, 16.736 niños, una media de 112 niños al día, han sido ingresados para recibir tratamiento por desnutrición en la Franja de Gaza. Cada uno de estos casos se puede prevenir. Pero se está impidiendo que les lleguen los alimentos, el agua y los tratamientos nutricionales que necesitan desesperadamente. Decisiones tomadas por el hombre que están costando vidas.
La desnutrición y la enfermedad crean un ciclo mortal
El conflicto ha dañado o destruido sistemas esenciales de agua, saneamiento y salud en la Franja de Gaza, y ha limitado la capacidad de tratar la desnutrición grave, ya que sólo 127 de los 236 centros de tratamiento siguen funcionando, debido a las órdenes de desplazamiento y a los incesantes bombardeos.
La diarrea acuosa aguda ya representa 1 de cada 4 casos de enfermedad registrados en Gaza, y se sospecha que hay casos de hepatitis A, que es altamente infecciosa y mata rápidamente.
Juntas y sin tratamiento, la desnutrición y la enfermedad crean un ciclo mortal, los niños con mala nutrición son más vulnerables a enfermedades graves como la diarrea aguda, la cual agrava la mala salud y la desnutrición de los niños, exponiéndolos a un alto riesgo de muerte.
Como consecuencia de la escasez de alimentos, se calcula que 55.000 mujeres embarazadas se enfrentan ahora a abortos espontáneos, mortinatos y recién nacidos desnutridos.
Sólo faltan horas para que los servicios vitales dejen de funcionar
Tras más de 100 días de bloqueo total de Gaza por parte de Israel, las agencias de la ONU que aún permanecen en el asolado enclave ha advertido de que sólo faltan “horas” para que los servicios vitales dejen de funcionar.
A la comunidad humanitaria se le ha negado repetidamente la posibilidad de traer nuevas reservas o de acceder a las ya existentes dentro de Gaza.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) ha señalado que, sin la entrada inmediata de combustible o el acceso a las reservas, el 80% de las unidades de cuidados intensivos de Gaza, esenciales para los partos y las urgencias médicas, se paralizarán.
Inseguridad y miedo en los centros de distribución
Encontrar comida es un reto diario para los gazatíes, cada vez más desesperados, que simplemente esperan que llegue la comida y encontrar algo para no ver a sus hijos morir de hambre delante de sus ojos. En cambio, las autoridades de Gaza han informado de que 15 personas habían muerto cerca de un centro de distribución de ayuda en el centro de la Franja. Además, el martes circularon por las redes sociales vídeos no verificados de otro incidente en el que aparecían cadáveres tendidos en la calle cerca de un centro de socorro en la ciudad meridional de Jan Yunis, al parecer tras disparos de artillería.
Las condiciones en los refugios de Gaza son ahora absolutamente horribles”y están cada vez más abarrotados. Con el limitadísimo volumen de ayuda que está entrando, todo el mundo sigue enfrentándose al hambre y la gente arriesga constantemente su vida para intentar encontrar algo.