Los discursos de odio ultraderechista de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y del Alcalde, José Luis Martínez Almeida son los responsable del miedo que se está instalando en toda Europa y el daño reputacional de la marca Madrid, en puertas de la Navidad. En un discurso a los periodistas ha advertido del daño económico, empresarial.
Una marcha Golpista a la Moncloa
Las continuas manifestaciones ante la sede de un partido político, algo insólito en las democracias consolidadas, es una rara avis. Causa estupor en el resto del mundo como la capital de los musicales, el Broadway europeo, está incendiada por una serie de organizaciones ultraderechistas, neonazis, falangistas y ultracatólicas, con el daño a la reputación de la capital de España que “es enorme”.
Pero Ayuso en sus contradicciones libertarias, y cuando se sale de guion confunde términos. Ha llegado a decir que este malestar provocado por las protestas, “lo vamos a pagar todos. Eso nos lleva a un sinsentido”.
Piensa Ayuso, o eso pensamos, aunque esperemos que sea más que en que le gusta la fruta, que no va a bajar el turismo estos meses. La presidenta se pregunta: “Quién va a proteger a la empresa? ¿Quién va a proteger al medio de comunicación que se cierra?
Por la Libertad
En unas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid en la manifestación convocada por un centenar de organizaciones cívicas contra la amnistía bajo el lema “No en mi nombre: ni Amnistía ni Autodeterminación. Por la Libertad, la Unidad y la Igualdad”, ha vuelto a ironizar con que le gusta la fruta. Una ironía deplorable en la derecha española, que se ríe y se mofa de la madre del presidente del Gobierno. ¿Dónde está la gracia?
La manifestación ha terminado creando problemas a los que querían entrar a Madrid para pasar una tarde agradable. En cambio, los vecinos de la Moncloa y Chamberí hemos tenido que soportar una vez más y van 13, las manifestaciones ante la sede del partido socialista. Pero aun ha ido a más y los manifestantes se han trasladado, coreados por el PP de la marioneta de la ultraderecha, Alberto Núñez Feijóo, a las inmediaciones del Palacio de la Moncloa, con cánticos golpistas y denigrantes hacia Pedro Sánchez.
Dos bandos
“Estamos aquí para manifestar, sobre todo, nuestra disconformidad con todo lo que está sucediendo en España. Nos están llevando a una situación límite, nunca vista en democracia. Se están fabricando, creando dos bandos. Un bando en el que la arbitrariedad y el cambio de normas vale. Y todos aquellos que no estamos de acuerdo con que nos cambien la España de todos ya somos prácticamente arrinconados como si fuéramos fascistas”. Unas palabras, las de Ayuso profundamente ignorante de lo que supuso la dictadura, que ella no vivió, y de la transición, de la que parece no sabe gran cosas.
Ignora los múltiples atentados de la extrema derecha con múltiples asesinatos de estudiantes, trabajadores y de los abogados de Atocha. O los muertos en las protestas por los derechos más básicos en los finales 70 y principios de los 80 del siglo pasado.
Clase de historia para Ayuso
Unas clases de historia le vendría bien, para recordarle al PP de Feijóo, Ayuso y Almeida que hace justo 40 años, el 31 de octubre de 1978, el pleno del Congreso aprobaba el dictamen de la Carta Magna por 325 votos a favor, seis en contra y 14 abstenciones. Alianza Popular se partió en tres en esta votación. De sus 16 diputados, ocho votaron a favor, cinco en contra y tres se abstuvieron. El otro voto en contra fue del diputado de Euskadiko Ezkerra (EE) Francisco Letamendia. EE era considerada la rama política de ETA político-militar y estaba integrada mayoritariamente por ex militantes de ETA amnistiados.
Si los datos mensuales de Contabilidad Nacional, empleo, IPC, PIB siguen razonablemente bien las palabras de Ayuso, serán una premonición de lo que está ocurriendo, no solo en Ferraz, sino en el centro de la capital de España. En el resto de las capitales de provincia no hay tanta crispación.
A Ayuso le gusta la fruta
Ayuso ironiza sobre su frase 'me gusta la fruta': “Si es una ayuda para la agricultura española, pues me alegro”. Muchas gracia no hace esta frase.
“Aquí hay gente de Murcia, está encantada. Me estaban contando que una de cada cuatro piezas de fruta que se exportan en España proceden de Murcia”, ha explicado la presidenta regional en el arranque de la manifestación.
En la primera sesión del debate de investidura, Sánchez afeó al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que su antecesor en el cargo, Pablo Casado, alertase “sobre un posible caso de corrupción por parte de la presidenta de la Comunidad y su respuesta fuese evacuar al señor Casado en un golpe de mano y echar por tierra ese caso de corrupción”. Ayuso, que estaba sentada en la tribuna, al escucharlo reaccionaba con unas palabras que varios diputados del PSOE han interpretado como un insulto (hijo de puta) a Sánchez.