La maternidad subrogada y el post-marianismo, lo más destacado del Congreso del PP

09 de Febrero de 2017
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Rajoy y Cospedal
Los acuerdos públicos y privados del PP con Ciudadanos y PSOE, permitirán un Congreso tranquilo a Mariano Rajoy. No se esperan grandes debates, ni grandes movimientos de tierra en la Caja Mágica de Madrid (donde se celebrará el 18 Congreso).Será un congreso de ver a los amigos, de encontrarse con amantes de tiempo ha o de tiempo real, o de charlas con los medios de comunicación nacionales para muchos dirigentes regionales.Además, siguiendo la lógica del marianismotodo o casi todo se pactará y acordará. Muchos compromisarios, de los 3.000 que están convocados, estarán más pendientes de los posibles golpes que haya a unos pocos kilómetros de allí en la plaza de toros de Vistalegre.A destacar sobre el debate congresual, las enmiendas sobre la gestación subrogada y el posicionamiento de diferentes actores en la Ejecutiva Nacional en vista al futuro relevo de Mariano Rajoy. Será una pequeña lucha por el poder de decidir y ser elegido. Siempre y cuando Rajoy se marche algún día. Si nadie se lo recuerda puede seguir ahí hasta que le momifiquen. Un remedo de Manuel Fraga, vamos.Porque el debate de las primarias ha supuesto una pequeña victoria para Cristina Cifuentes y, en menor medida, Isabel Bonig. Ya han logrado un acuerdo con Fernando Martínez- Maillo para que la elección de los dirigentes regionales y provinciales sea de forma directa, con algún contrapeso.
Cifuentes y Bonig han logrado un acuerdo para que la elección de los dirigentes regionales y provinciales sea de forma directa
El debate sobre la maternidad subrogadaJavier Maroto, como impulsor de la ponencia social, no lo había contemplado en la redacción. Es un tema que los distintos dirigentes conservadores llevan sondeando pero que no han querido concretar en la redacción de la ponencia.Los sectores liberales, que haberlos haylos Sr. Rivera, han presentado algunas enmiendas en el sentido de establecer algún tipo de regulación sobre el tema de los vientres de alquiler. Los sectores más conservadores han protestado contra la posibilidad de que en el Congreso se tome postura sobre esta medida. Claro que ellos, por su parte, presentan enmiendas para que el aborto sea en la práctica penalizado en su totalidad.La posición de Rajoy ha sido solicitar a Maroto que llegue a algún tipo de acuerdo con los enmendantes para que no se cree un escándalo donde, entiende, no lo hay realmente. Preocupa al marianismo que, mediante este debate, se vea algún tipo de fractura ideológica en el PP. La existencia de dos almas, ampliamente conocida, entre posiciones conservadoras y posiciones liberales debe ser atemperada en el Congreso.Pablo Casado ya ha hecho esa mezcolanza que es la ideología del PP: “No se ponen en duda los principios y valores del Partido Popular, el cual, seguirá siendo la casa común del centro derecha conservador, liberal, democristiano en España”.

Sobre los vientres de alquiler es conocido que en el PP hay dos almas, la conservadora y la liberal

Los sectores más renovadores del conservadurismo se han postulado a favor de los vientres de alquiler. Alberto Núñez Feijóo ha recurrido al envejecimiento y la inversión de la pirámide poblacional para justificar esta práctica. Respecto al cuestionamiento ético ha recurrido a una postura evolucionista: “Estamos al borde de planteamientos éticos, pero la ética se va ajustando y los principios éticos del siglo XVIII no son los del XXI [Por eso] a una persona que quiere tener un hijo se le debe respetar”.Cristina Cifuentes, Juan Manuel Moreno o Esperanza Aguirre, que se posiciona en cualquier postura que dañe a Rajoy y la suponga dos minutos de televisión, excepto cuando de despilfarro o corrupción se trata, también se han mostrado favorables a legislar de algún modo. Todos mantienen una postura común, que debe ser altruista. La unión de conservadores, socialistas, podemitas y feministasLa gestación subrogada o vientre de alquiler une, por distintos motivos, a la parte más conservadora del PP con el PSOE, Podemos y feministas. Ángeles Álvarez, del PSOE, ha sido contundente: “Estoy en contra de cualquier práctica que vulnere los derechos de las mujeres. Y esto los vulnera”. Beatriz Gimeno, diputada en la Asamblea de Madrid por Podemos, también se ha mostrado contraria a que se abra esa puerta en España. Entiende que debe existir el debate en la sociedad, pero siempre habría que poner en valor los derechos de las mujeres gestantes y los neonatos, eso sí, sin que ello se convierta en “un negocio de mercantilización de los cuerpos de las mujeres”.Incluso Benoît Hamon, ganador de las primarias socialistas francesas, se muestra contrario a esta práctica por considerar que supone la explotación del interior de las mujeres.Los sectores conservadores del propio PP se niegan a que se juegue con las matrices de las mujeres. Lo consideran una explotación similar a la prostitución y una vulneración del devenir natural de la propia gestación.Si el aborto es un tema tabú para estas posiciones, la posibilidad de alquilar un vientre ajeno, supone ya vulnerar los principios religiosos y éticos de gran parte de los católicos españoles. Todos estos grupos entienden que, aunque se legislase contra la contraprestación económica, como propone el sector renovador, al final por unos medios u otros se produciría algún tipo de pago. La lucha por el poderLa otra cuestión que se definirá durante el congreso es quién ocupa qué cargo. Los sorayistas se encuentran deseosos de obtener más poder orgánico y controlar el partido en su beneficio. Tienen en contra que el aparato y gran parte de los vicesecretarios no se sitúan cercanos a ellos. Las campaña lanzada desde la vicepresidencia del Gobierno contra personas del mismo partido, como el caso YAK-42 o algunos golpes a Cifuentes, han sentado mal entre muchas personas del aparato.María Dolores Cospedal es el referente para muchos compromisarios y dirigentes regionales. No gustan sus formas, bastantes ariscas y chulescas, pero le reconocen que “se ha comido los marrones de la corrupción” mientras en Moncloa se ponían de perfil.
Aunque no gusten las formas de María Dolores Cospedal, en el PP se reconoce que “se ha comido los marrones de la corrupción” mientras en Moncloa se ponían de perfil
También hay dirigentes regionales que desean tener una mayor presencia en la Ejecutiva Nacional, no tanto por pretensiones sucesorias que, salvo en el caso de Feijóo, no tiene ninguno sino por estar. Desean tener capacidad de decisión en el momento sucesorio. Y a ello se suma que no quieren que Soraya Sáenz de Santamaría controle gobierno y partido. Desean dejar el partido en Génova y no que se traslade a Moncloa.Los aznaristas, por su lado, también desean estar presentes para influir desde sus posiciones ultraconservadoras. Todo será lo más destacado de un Congreso que se presume tranquilo y con Rajoy dejando a Fernández Maíllo que le construya ese puzzle tranquilo que desea.
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