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La violencia de extrema derecha ataca al corazón de la democracia

Un exalcalde socialista de Ponferrada es agredido por manifestantes en plena calle ante la sede del PSOE local

Eva Maldonado
Eva Maldonado
Redactora en Diario16, Asesora de la Presidencia de la Conferencia Eurocentroamericana.
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análisis

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El Partido Socialista (PSOE) ha denunciado una agresión sufrida por Olegario Ramón, exalcalde de Ponferrada y portavoz del partido en el Ayuntamiento, perpetrada por manifestantes de ultraderecha frente a la sede local del PSOE en la ciudad leonesa. El incidente, captado en vídeos difundidos por el propio PSOE de Ponferrada, muestra a uno de los manifestantes agrediendo a Ramón, propinándole patadas y forcejeando con él, mientras le lanzaban insultos.

El episodio de agresión contra Olegario Ramón ha suscitado una enérgica condena por parte de diversos sectores políticos en España. Sin embargo, esta condena no está exenta de críticas, ya que revela las profundas contradicciones y omisiones presentes en el discurso y las acciones de ciertos actores políticos.

La postura del Partido Popular (PP) en Castilla y León, liderado por Alfonso Fernández Mañueco, quien condenó la violencia, resalta por incoherencia, su gobierno es posible gracias a la coalición con Vox, un partido político con tendencias extremistas y discursos divisivos.

La realidad que se vive en Castilla y León hace que no suenen sinceras sus condenas. La buena convivencia que PP y Vox en este y otros territorios, pone de relieve la discrepancia entre el discurso público y las alianzas políticas reales, erosionando la credibilidad de la postura del PP en la lucha contra el extremismo.

Asimismo, las declaraciones de Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta y miembro de Vox, generan un debate sobre la coherencia entre las palabras y las acciones políticas. Aunque condenó la violencia política, su afiliación a un partido con historial de posiciones radicales y polémicas deja clara la falta de autenticidad de sus palabras. La participación activa de Vox en la escena política española, con discursos que han sido criticados por promover la polarización y el odio, cuestiona la legitimidad de su condena ante actos de violencia como el sufrido por Olegario Ramón.

Este incidente refleja la complejidad y la hipocresía presentes en el panorama político español, donde las coaliciones y las alianzas pueden distorsionar el mensaje y las acciones de los partidos políticos. Ante esta realidad, es necesario reflexionar. Resulta necesario que los líderes políticos asuman la responsabilidad de promover un discurso basado en el respeto mutuo y la tolerancia, rechazando las posturas extremas que alimentan la violencia y el odio en la sociedad.

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3 COMENTARIOS

  1. Cierto. Pero la violencia de extrema izquierda también. Espero que se denuncien las agresiones a candidatos de VOX porque sino estamos negando la viga en el ojo propio. La violencia es incompatible con la convivencia.

  2. Aguardo que la Justicia española sea tan diligente como si los energúmenos fuesen de Bildu. Sería una manifestación de que sus pilares descansan en la Democracia.

  3. Fascismo, es la identidad nacional jamás erradicada, y que suscita tanta polémica y tan escasa solución. Es terrorismo cortar los accesos a un aeropuerto, propiedades de empresas privadas en concurso, aunque perjudique a los usuarios igual que cuando hai huelgas de personal interino o externo y jamás pasó nada. Pero todos los miles de crímenes contra los derechos humanos jamás han sido juzgados, siquiera en la vigencia de esta falsa democracia. Nunca caducaron, se pueden juzgar pero la ramería judicial española son cómplices y complacientes espectadores. Cobran todos los meses por juzgar a quien les da la puta gana.

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