Lo de Ábalos: responsabilidad política y cabezas de turco

27 de Febrero de 2024
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José Luis Ábalos, en una imagen de archivo.

Cuenta atrás para que se cumpla el plazo dado por el PSOE al diputado y exministro Ábalos.

Se habla de "Responsabilidad política", dando a entender que lo importante en estos casos es actuar con contundencia, siendo previsores y cortando cabezas para dar buena imagen.

El PSOE se da golpes de pecho diciendo que no le temblará la mano a la hora de tomar medidas, "caiga quien caiga".

Todo eso puede sonar muy bien, de cara a la galería, y para aquellos que todavía no entiendan cómo funcionan realmente estas cosas. En un Estado de Derecho limpio, que funcionase con todas las garantías, deberían existir mecanismos que garanticen que ningún culpable pueda ostentar una responsabilidad pública; pero de la misma manera, que ninguna persona inocente deba aguantar la pena de la opinión pública, el descrédito y la pérdida de su puesto sin pruebas ni un proceso justo.

Mi opinión al respecto ha ido evolucionando con el tiempo, en la medida en que he visto cómo ha operado la justicia, la falta de independencia en muchos casos, y sobre todo, el destrozo que pueden hacerte los medios de propaganda (que se dicen de comunicación) cuando les dan la orden de morder.

Mientras no exista un mecanismo que garantice que una persona pueda volver a ocupar su lugar, al demostrarse su inocencia, me temo que lo más justo es no andar pidiendo cabezas tan alegremente. Sobre todo porque en la investigación judicial no hay una sola prueba que le salpique.

Por eso en este caso, y de momento, me parece muy bien que Ábalos no dimita de su cargo de diputado. Lo digo con claridad y con todas las letras, puesto que tengo la sensación de que aquí, puestos a hablar de responsabilidad política, se tendrá que conocer a fondo todo lo que ha sucedido y, entonces, que seamos los ciudadanos los que tomemos medidas de manera política.

La justicia deberá investigar a fondo para que salga a la luz hasta el último céntimo y la última influencia aplicada, en caso de haberse producido alguna irregularidad. Y para eso, quisiera yo que la justicia fuera rápida, transparente, y sobre todo independiente.

Después, a nivel de cuestiones políticas, hablando en este caso de representantes públicos, debería ser la soberanía popular la que tomase la decisión. Porque las cazas de brujas y las cabezas de turco me huelen más bien a un intento de contentar con migajas a la opinión pública cuando, en realidad, lo que se pretende es cerrar la boca al que pudiera abrirla. Y eso no me gusta nada.

Que Ábalos se mantenga en su cargo, que la justicia actúe con diligencia, transparencia y eficacia y llegado el caso, que caigan todos los que tengan que caer. Pero sin aspavientos ni fuegos fatuos. Porque hacer dimitir a Ábalos para mí, no cuela.

Y digo esto pensando en cualquier cargo público que pudiera verse en la misma situación. Me da igual el partido al que pertenezca. La presunción de inocencia debe estar por encima de todo, pues de lo contrario, pagarán justos por pecadores. Y viendo lo visto, es bastante probable que esto suceda.

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