Las mayorías absolutas las carga el diablo y, lejos de abrir las puertas del paraíso, son un arma de doble filo que pueden convertir un aparente paseo triunfal en un auténtico infierno.
El Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla, que el pasado 19 de junio logró una histórica mayoría absoluta por primera vez para el PP en Andalucía, encadena desde entonces derrota tras derrota con algunos de sus proyectos estrella, el intento de privatización de la atención primaria por un lado y, por otro, la legalización de regadíos en la Corona Norte del entorno del Parque de Doñana, el humedal más importante de Europa, que sufre también las consecuencias de la actual sequía y la sobreexplotación agrícola de los frutos rojos.
Mientras, la campaña electoral sigue su curso en Andalucía, una plaza clave para calibrar las fuerzas de cara a las próximas elecciones generales de finales de año, y el presidente andaluz mantiene la estrategia de su partido de seguir enarbolando con ahínco el tema de Bildu y ETA como santo y seña mientras sus proyectos más señeros a nivel autonómico encallan con estrépito pese a su mayoría absoluta recién estrenada.
Después del varapalo a nivel continental sufrido por el intento de la legalización de regadíos en el entorno de Doñana, un proyecto de ley aún en marcha en el Parlamento andaluz con el apoyo de Vox, llega ahora la marcha atrás, escenificada en varias fases sucesivas, sobre la tarificación de la atención primaria que, de facto, abría las puertas por primera vez a la privatización de este servicio esencial del sistema sanitario público.
El presidente andaluz mantiene la estrategia de su partido de seguir enarbolando con ahínco el tema de Bildu y ETA como santo y seña mientras sus proyectos estrella a nivel autonómico encallan con estrépito
Tres meses después de la alerta adelantada por la líder de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, la presión de los sindicatos y la lucha ciudadana en las calles con multitudinarias manifestaciones han posibilitado que este martes la Consejería de Salud finalmente haya dado marcha atrás a la Orden publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) el pasado verano, apenas unas semanas después de conformado el primer gobierno del PP en Andalucía con mayoría absoluta.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) y los sindicatos CSIF, CCOO, UGT y Satse –el Sindicato Médico, mayoritario entre facultativos, se ha desmarcado del acuerdo– han rubricado este martes, en plena campaña electoral de las municipales del próximo 28 de mayo, un principio de acuerdo sobre atención primaria que recoge, entre otros apartados, la retirada de la polémica orden de tarificación y la renovación hasta septiembre de los 12.000 sanitarios eventuales cuyos contratos finalizan en apenas un mes, que además abre un periodo de negociación sobre su estabilización laboral.
Éxito de la movilización ciudadana
El líder de la oposición y del PSOE andaluz, Juan Espadas, ha asegurado que esta retirada del proyecto del ejecutivo de Moreno Bonilla para privatizar la atención primaria andaluza supone “un fracaso de Moreno y una desautorización de su consejera”. Espadas añade que el PSOE de Andalucía “fue el primero en denunciar la Orden que ponía precio a la Atención Primaria, pedimos su retirada y nos movilizamos con la ciudadanía y los sanitarios en su contra”.
Por su parte, la portavoz de la coalición Por Andalucía ha aplaudido el acuerdo de los sindicatos con el SAS y lo ha calificado “una victoria para la sanidad pública”. Nieto ha añadido que “la indignación ciudadana y el ahínco de los sindicatos han doblegado a Moreno Bonilla”.