Al menos 6.300 personas y 21 trenes han resultado afectados este domingo por un robo de cable en varios puntos de la provincia de Toledo que afecta a los trenes que enlazan la capital con Andalucía de la Línea de Alta Velocidad Madrid-Sevilla, según informa Efe. Ha sido un gran sabotaje que ha vuelto a sumir en el caos al país. “Cuatro robos de cable de escasísimo valor en zonas donde no hay cámaras. No hablaría de robo, sino de estragos. El valor económico es despreciable”, asegura el ministro Óscar Puente. Es decir, quien lo hizo pretendía generar una crisis de seguridad con millones de viajeros en tránsito en medio de un puente festivo y a las puertas de la Feria de Abril de Sevilla.
Lo habitual es que estas bandas estén formadas por delincuentes habituales expertos en este tipo de sustracciones. Grupos organizados que disponen de infraestructura como vehículos, armas, viviendas y almacenes y contactos para colocar el material robado. Sin embargo, el CNI se ha puesto manos a la obra porque podría haber algo más detrás de estas operaciones. Y el terrorismo extremista puede que no esté demasiado lejos. Ya tenemos experiencia en crisis anteriores, de modo que la teoría no es en absoluto descartable. En pandemia, durante la riada de Valencia y en medio de un gran apagón hubo gente dispuesta a sacar rédito político del caos y del malestar ciudadano. Y esto ocurre cada vez que se produce un incidente de proporciones gigantescas. ¿Hay agitadores, saboteadores profesionales, una mano negra practicando este nuevo terrorismo psicológico? Estaríamos hablando de organizaciones que ven en el sabotaje sin reivindicar una manera fácil y práctica de hacer política, de desestabilizar una sociedad democrática. De hecho, la fecha elegida, el puente del 1 de mayo, apunta a que podría haber más intereses que el puramente económico detrás de estos estragos. Además, la proximidad en el tiempo con el gran apagón que dejó la Península Ibérica a oscuras la pasada semana lleva a tener muy en cuenta la hipótesis del sabotaje por razones políticas.
A este respecto, el Gobierno se plantea reforzar las medidas de seguridad en la línea con la colocación de más cámaras de videovigilancia, incluso con la incorporación de alimentos y bebida para los pasajeros por si se vuelven a repetir hechos similares. En su nota de prensa, Transportes indica que “los cortes y robos de cable se han producido en cuatro puntos diferentes de los municipios de Los Yebenes y Manzaneque” y añade que “los equipos de mantenimiento de Adif tratarán de resolver la incidencia una vez finalice el servicio ferroviario esta noche”.
“Los cortes y robo de cable (continúa la nota) se han producido en los términos municipales de Los Yebenes (puntos kilométricos 92/850 y 93/600) y Manzaneque (puntos kilométricos 101/400 y 102/200), afectando a las instalaciones de señalización de la línea, lo que está provocando retrasos en el servicio”.
Adif había informado esta tarde en X de que el suceso, localizado entre Mora, Orgaz y Urda, en la provincia de Toledo, estaba provocando demoras de 25 minutos en los trenes de Larga Distancia, Alta Velocidad y AVANT. A través de su cuenta en X, Adif ha informado que estos retrasos están provocados por el robo de cable y fuentes del administrador de infraestructuras han detallado que el robo se ha detectado a las 17.45 horas.
Estas mismas fuentes han afirmado que, en cuanto se ha detectado la incidencia, se han desplazado equipos para reponer el cable. El propio ministro de Transportes ha indicado que la Guardia Civil investiga los hechos y ha detallado que se trata de cuatro robos de cable en puntos distintos en un radio de 10 kilómetros.
“Son los sistemas de seguridad de la línea. La afectación a los trenes que aún quedan por circular va a ser muy seria. Y apenas tendremos dos horas desde que acabemos hoy para repararlo”, ha explicado Puente. “Si alguien puede ofrecer información se agradece toda la colaboración posible. Estos hechos son muy graves”, ha concluido.