El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, formulará mañana lunes su renuncia al cargo al amparo de lo establecido en el artículo 588.2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. La renuncia será efectiva una vez publicado en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto correspondiente.
Finalizado en el día de hoy el plazo anunciado por él mismo a los vocales del Consejo en el Pleno del pasado 29 de septiembre sin que Gobierno y oposición hayan alcanzado un acuerdo para la renovación o la devolución de competencias al órgano de gobierno de los jueces, Lesmes ha decidido cesar de inmediato en las funciones que le corresponden legalmente, según ha señalado en una declaración.
Después del llamamiento realizado durante el discurso de apertura del Año Judicial al presidente del Gobierno y al jefe de la oposición para que pusieran solución definitiva a la insostenible situación en la que se encuentran el Tribunal Supremo y el CGPJ y de las exhortaciones en el mismo sentido hechas por el comisario de Justicia de la Unión Europea, “los contactos desarrollados estos últimos días, de los que he sido informado, no han dado resultado positivo alguno".
“Perdida toda esperanza de rectificación y ante el patente deterioro del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, que no puedo evitar, mi presencia al frente de estas instituciones carece ya de utilidad y sería además contraria a mi propia conciencia profesional, por lo que se impone mi renuncia como presidente, ya que mantenerme a partir de ahora en esta responsabilidad solo puede servir para convertirme en cómplice de una situación que aborrezco y que es inaceptable”, ha señalado el presidente del TS y del CGPJ en su declaración.
Lesmes solicitará de forma inmediata volver al servicio activo en la Carrera Judicial y se incorporará a su destino en la Sala Tercera del Tribunal Supremo, que ya cuenta con 9 vacantes y que de este modo, ante la próxima jubilación de uno de sus magistrados, podrá mantener al menos por un tiempo el mínimo imprescindible de integrantes para constituir sus secciones de enjuiciamiento.