El vergonzoso silencio de los futbolistas ante el beso de Rubiales a Jenni Hermoso

25 de Agosto de 2023
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La reacción del fútbol masculino ante el beso forzado de Luis Rubiales a Jenni Hermoso ha dejado mucho que desear. Desde que se produjo el suceso que ha provocado un auténtico escándalo internacional (domingo por la mañana) y hasta hoy, jugadores y entrenadores de Primera y Segunda División han mantenido (salvo honrosas excepciones) un vergonzoso silencio. Unos han callado por miedo a no ser seleccionados o recibir alguna reprimenda del club; otros lo han hecho por convicciones machistas y porque consideran que el fútbol femenino no está a la altura del que ellos practican; y alguno habrá que sencillamente no le ha interesado el asunto y se ha puesto de perfil mirando para otro lado por ignorancia, por falta de compromiso social o por otras causas que solo ellos saben.

Casillas, el primero

De alguna manera, el establishment masculino ha quedado retratado y solo algunos valientes han salido en defensa de la igualdad entre hombres y mujeres desde el primer momento. En ese grupo minoritario, abriendo camino, se encuentra sin duda el exportero del Real Madrid y la Selección Española Iker Casillas, quien ya en los primeros momentos tras estallar el escándalo escribió un tuit crítico con el presidente de la Federación. “A ver que yo me entere: entonces, ¿alguien ha dimitido o no? Que ando perdido…”. Puede que su breve pero contundente alegato a favor de Jenni Hermoso tuviera más que ver con su rivalidad con Rubiales, a quien en un momento llegó a disputarle la presidencia de la Federación, pero de alguna manera su mensaje quedará como una voz que sonaba cuando las demás callaban.

Han tenido que pasar cuatro días para que, casi con cuenta gotas, los grandes personajes de nuestro fútbol hayan terminado por tomar conciencia de la gravedad del caso y posicionarse del lado de la igualdad y la justicia. Es el caso de Francisco Alarcón, Isco, jugador del Real Betis, quien se ha pronunciado sobre el polémico episodio y ha roto el silencio de los compañeros de profesión masculinos apuntando que la acción del presidente de la Real Federación Española de Fútbol sobre Jenni Hermoso fue “un abuso de poder si no fue consentido”. “Yo creo que se equivoca, es algo que bajo ningún concepto se debe hacer, menos el presidente de una Federación tan importante. Tampoco el comportamiento que tuvo en el palco, junto a la Reina... no es muy protocolario, la verdad”, aseguró en Telecinco. El bueno de Isco llegó tarde, pero al menos llegó, y en el futuro podrá decir que puso su granito de arena para lograr la plena igualdad de la mujer en el mundo del fútbol.

Tibias reacciones

Hay otros ejemplos meritorios que, si bien se han pronunciado con un retraso penoso, finalmente han actuado en conciencia por encima de cálculos pragmáticos y miedos a posibles consecuencias de su club, de la prensa y de la propia Federación. Así, Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, ha valorado el asunto en la rueda de prensa previa al encuentro ante el Celta de Vigo: “Es un tema delicado, pero ha sido un comportamiento que no me ha gustado nada, obviamente. No ha sido el comportamiento de un presidente de la Federación”. Las declaraciones del siempre diplomático y elegante Ancelotti no pasarán a la historia como un ejemplo de espíritu crítico y de lucha por la causa feminista, pero ahí quedan mientras la mayoría de sus colegas de banquillo siguen callando como tumbas.

Míchel, al frente del vestuario del Girona FC, también se ha posicionado, aunque ha admitido que le apena que se haya empañado el triunfo del equipo nacional femenino. “Luego me pongo en la piel de Jenni. Si ella se ha sentido agredida, es un hecho que no tenía que haber ocurrido. Está muy mal y puede tener consecuencias”. También son declaraciones lights ante un hecho tan grave como es que un hombre plante un beso a una mujer sin el consentimiento de esta y en plena ceremonia de un evento internacional (además, concurre el agravante de que Rubiales es al menos hasta hoyel jefe o superior jerárquico de la jugadora). Pero bien también por el míster del Girona.

Campeonas del mundo

El estridente silencio del estamento masculino deportivo resulta significativo y lleva a pensar que, aunque se ha avanzado mucho a la hora de equiparar el fútbol femenino con el masculino, todavía queda mucho camino por recorrer. Es evidente que una gran parte de los futbolistas, entrenadores, directivos y presidentes de clubes siguen considerando que el fútbol es cosa de hombres y ven con recelo, y un puntito de envidia por qué no decirlo, el éxito de sus compañeras.

La consecución del título mundial es un logro histórico para el deporte español equiparable al campeonato logrado en el año 2010 por el combinado masculino. Solo así puede entenderse que hayan tenido que pasar varios días para que ellos salgan en defensa de ellas. Hubiese sido una gran noticia que, desde el minuto uno del suceso, las redes sociales se hubiesen llenado de mensajes de apoyo a Jenni Hermoso y también de reprobaciones contra el hombre que decidió tomarse la libertad de robarle un beso. Lamentablemente no ha sido así, aunque el triunfo de nuestras bravas jugadoras está derribando barreras a marchas forzadas y cabe mantener la esperanza de que también esté cambiando la psicología de nuestros grandes divos del fútbol que hasta hoy se creían con el derecho exclusivo al estrellato, la fama y la gloria.

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