La Plaza de Callao de Madrid se llenó este domingo de ciudadanos de diferentes edades y procedencias, que se unieron bajo el lema "En defensa de Europa y la democracia". Con una clara reivindicación por el proyecto europeo, miles de personas se manifestaron para recordar la importancia de la UE en un contexto global donde las amenazas a la democracia y la cohesión social se hacen más evidentes.
Unidos por una Europa mejor
El acto, conducido por la periodista Mara Torres, contó con intervenciones de figuras clave como la secretaria general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), Esther Lynch, quien fue arropada por los líderes de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo. Desde el escenario, Lynch lanzó un contundente mensaje: "Rechazamos las políticas de extrema derecha basadas en el miedo, el odio y la exclusión. No tienen cabida en el futuro que estamos construyendo". La manifestación, organizada por asociaciones juveniles y entidades sociales, también sirvió para hacer frente a la creciente ola ultraderechista que, según los organizadores, amenaza el futuro democrático de Europa.

La concentración en Madrid no fue un acto aislado, sino que se sumó a una serie de manifestaciones que se han celebrado en otras capitales europeas, como Roma, donde se congregaron unas 50.000 personas. En Madrid, además de la intervención de Lynch, se escucharon las voces de periodistas como Carlos Franganillo, quien destacó que "la suerte de Europa depende de sus ciudadanos", y de la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop, quien advirtió que aunque la UE no siempre ha estado a la altura, "aún no hemos chocado contra el iceberg", instando a los europeos a mejorar y cuidar el proyecto europeo.

La juventud alza su voz
La presencia de jóvenes fue destacada, con jóvenes como Gemma Núñez, de los Jóvenes Europeos Federalistas de Madrid, preocupada por el auge del discurso antieuropeísta entre su generación. "Es fundamental concienciar sobre los valores que defiende la Unión Europea", comentó, señalando que los derechos que hoy disfrutan los europeos no están garantizados. Fermin, un joven de 22 años, expresó: "La crítica constructiva es la mejor forma de seguir construyendo Europa. Este momento exige unidad y acción, especialmente en un contexto internacional tan complejo".
Este acto se produjo pocos días después del Día de Europa, celebrado el 9 de mayo, y reflejó el creciente sentimiento de preocupación ante los desafíos globales que enfrenta la UE. Según una encuesta del instituto 40dB, los españoles muestran un fuerte apoyo a la Unión Europea, con una calificación media de 7,4 en una escala del 0 al 10. Sin embargo, también perciben que la UE es poco eficaz frente a los retos globales y que los 27 estados miembros actúan de forma poco unida.

El futuro de Europa en juego
La marcha también se convirtió en una reivindicación del valor simbólico de la UE como un proyecto de paz, integración y derechos humanos. Miguel Ríos, encargado de poner el broche final al evento con una emotiva interpretación del Himno de la Alegría, subrayó los valores fundamentales de la UE: "Sin Europa no somos nada", expresó el cantante, quien además recitó un poema musicalizado de Luis García Montero, condenando la guerra de Irak y recordando que "la lucha contra la guerra debe ser una lucha conjunta de Europa".

La jornada fue un recordatorio de que Europa no solo debe ser una unión económica y política, sino también un espacio de fraternidad, paz y derechos humanos. En tiempos donde las fuerzas de la extrema derecha crecen, los manifestantes pidieron una Europa más audaz, unida y comprometida con la democracia.

La concentración en Madrid fue una muestra de que el europeísmo sigue vivo y tiene una profunda base en la ciudadanía. Sin embargo, el mensaje fue claro: la defensa de Europa requiere el compromiso activo de todos los ciudadanos, especialmente en tiempos en los que su futuro parece estar en juego.