La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), la primera que llevó a cabo en España la exhumación científica de una fosa común de asesinados por la represión franquista, ha registrado un escrito dirigido a la Consejería de Cultura de Castilla-La Mancha. En él se denuncia el lenguaje de exaltación franquista que se lleva a cabo al contar la historia del Alcázar de Toledo.
En el portal web de la Consejería de Cultura del Gobierno de Castilla La Mancha hay un apartado dedicado al Alcázar de Toledo.
El texto de la web hace un relato cronológico de la historia de la edificación y, al llegar al año 1936, dice literalmente: "Después, ya en Época Contemporánea, el Alcázar sufrió varios incendios, sirviendo como prisión, Casa de la Caridad y Academia Militar, siendo durante la Guerra Civil Española (1936) destruido en su mayor parte al ser utilizado por el coronel José Moscardó como punto defensivo. A mediados del siglo XX se procede a su reconstrucción, manteniendo el estilo de los arquitectos imperiales y presentándose como aparece hoy".
Para Emilio Silva, presidente de la ARMH y nieto de la primera víctima de la represión franquista identificada genéticamente: “Es muy grave que en la web de un gobierno autonómico democrático se utilicen argumentos que parecen dictados por Franco, con ese relato de que quienes atacaron la democracia y la destruyeron durante décadas sean tratados asépticamente”. Y añade: “Es tan grave como decir que un asesino se defiende cometiendo un crimen”.
La ARMH solicita, en un escrito dirigido a la Consejería y al que Diario16+ ha tenido acceso, que se cambie el texto y se cuente con precisión que el coronel José Moscardó no estaba defendiendo el Alcázar sino que lo estaba atacando, ocupándolo ilegalmente para facilitar el triunfo de un golpe de Estado y construir una terrible dictadura de casi cuatro décadas. Moscardó y quienes con él dieron el golpe de Estado estaban utilizando un bien público, bajo legítima tutela de un Gobierno democrático, para hacer triunfar al fascismo y arrebatar al poder político mediante el uso de la fuerza y de una violencia que tiene todavía el país sembrado de cunetas con miles de demócratas desaparecidos. Ese texto, además de utilizar el lenguaje de defensa del Alcázar que utilizó durante décadas la dictadura franquista, está atentando contra el honor de miles de personas que trataron de evitar que el fascismo tomara violentamente el poder y siguieron combatiendo la dictadura hasta el retornó la democracia.