Ferraz, escenario de odio: la ultraderecha toma la calle con amenazas, cánticos fascistas e insultos

Vox y sectores ultras jalean consignas franquistas y xenófobas frente a la sede del PSOE tras el informe de la UCO; la crispación desborda los límites democráticos

13 de Junio de 2025
Actualizado a las 9:07h
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WhatsApp Image 2025 06 13 at 05.56.33Ferraz, escenario de odio: la ultraderecha toma la calle con amenazas, cánticos fascistas e insultos

Al grito de "Franco, Franco, Franco" y enarbolando símbolos de odio, varios centenares de personas, unas 600 según la Delegación del Gobierno, se concentraron este jueves frente a la sede del PSOE en Ferraz. Lo que comenzó como una protesta por un informe de la Guardia Civil se transformó en un mitin de intolerancia, agitado por líderes de la extrema derecha y acompañado por saludos fascistas, amenazas e insultos a la prensa.

La crispación social vivida frente a la sede socialista fue, en realidad, un acto de agitación ideológicaalimentado por la ultraderecha. Convocados en torno al informe de la Unidad Central Operativa (UCO) sobre el llamado caso Koldo, los manifestantes no tardaron en abandonar cualquier reivindicación política para desplegar un discurso cargado de odio.

Junto a banderas de España ,y otras de la Guardia Civil, resonaron cánticos como "Pedro Sánchez, a prisión", "Viva la UCO", pero también otros de un cariz abiertamente fascista y violento: "Rojo muerto, abono pa mi huerto", "Franco, Franco, Franco", o el nauseabundo "Rojos de mierda, a tomar por culo". El tono no dejó lugar a dudas: una turba radicalizada tomó el espacio público para imponer su narrativa autoritaria.

Entre los asistentes, no faltaron rostros reconocibles de Vox ni del movimiento ultra Se Acabó La Fiesta (SALF), encabezado por Alvise Pérez. La presencia de individuos encapuchados y el saludo fascista efectuado por algunos participantes elevaron aún más el nivel de gravedad de una concentración que rozó el delito de odio.

El discurso de la ultraderecha

La escalada verbal fue avivada por portavoces de Vox. José Antonio Fúster, portavoz nacional del partido, exigió al PP una moción de censura y menospreció al principal partido de la oposición por ser, según él, "una alternancia y no una alternativa".

Más incendiario fue el diputado Javier Ortega Smith, quien tachó al PSOE de "organización criminal y corrupta" y llamó "delincuente" al presidente del Gobierno. "Hoy entendemos por qué Pedro Sánchez quería acabar con la UCO", proclamó, sin aportar una sola prueba, pero dando por sentada la culpabilidad del Ejecutivo en el caso.

El mensaje era claro: convertir la investigación de una unidad policial en un arma política, azuzando a los sectores más extremos de la sociedad para deslegitimar al Gobierno y erosionar las instituciones democráticas.

El dispositivo de la Policía Nacional, compuesto por unidades de intervención, evitó que los manifestantes tomaran la calle Ferraz, aunque no logró contener los mensajes abiertamente antidemocráticos que allí se lanzaron.

Lo ocurrido no es un episodio más en el calendario político español: es un síntoma inquietante del avance de la ultraderecha, que no duda en utilizar el espacio público para difundir consignas franquistas, atacar a los medios de comunicación y sembrar el miedo con lenguaje violento y excluyente.

El auge de estos discursos no debe entenderse como una forma legítima de oposición. Cuando se invocan dictadores, se amenaza a los discrepantes y se insulta a la prensa, no se está defendiendo una idea política, se está horadando la base misma de la democracia

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