Hace solo unos días, la directora del Instituto de Empresa, Sonsoles Blanca Gil de Antuñano, declaró ante el juez Peinado sobre la contratación de Begoña Gómez en este organismo. La declarante nunca llegó a afirmar que se contrató a Gómez por ser esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez pero, no se sabe cómo ni por qué, el magistrado tergiversó esta declaración cuando interrogó a Juan José Güemes (vicepresidente del Instituto de Empresa y consejero de los gobiernos del PP con Esperanza Aguirre). Peinado sugirió que Begoña Gómez había sido contratada por ser la cónyuge del líder socialista y ante la negativa de Güemes, que acudía como testigo, el instructor decidió imputarle.
Peinado convirtió al testigo Juan José Güemes en imputado cuando éste rechazó que se había contratado a Begoña Gomez “por ser la esposa del presidente del Gobierno”, afirmación que el juez puso en boca de Sonsoles Blanca Gil de Antuñano, la directora de recursos humanos del Instituto de Empresa, cosa que ella nunca declaró. Esta maniobra judicial torticera es extremadamente grave y podría atentar contra los derechos constitucionales más elementales. De entrada, Güemes podría recurrir su imputación basándose en este “error”, o quizá intento de presión, del juez Peinado.
Ernesto Ekaizer, de El Periódico de España, publica íntegramente aquel polémico interrogatorio:
Juez Peinado: ¿Usted tiene conocimiento de que a doña Begoña Gómez Fernández se le formalizó un contrato de prestación de servicios para el Instituto de Empresa?
Güemes: Un contrato laboral, señoría.
Juez: ¿Tiene conocimiento?
Güemes: Sí, por supuesto.
Juez: ¿Sabe qué proceso de selección o quien decidió formalizar ese contrato?
Güemes: Señoría, doña Begoña Gómez me contactó en octubre o noviembre de 2017. La recibí, creo, a principios de diciembre [2017] y me explicó su trayectoria académica y su trayectoria profesional.
Juez: Me está contestando a algo que no le he preguntado. No es eso lo que le he preguntado.
Güemes: Perdón, señoría.
Juez: Pero si usted me quiere contestar otra cosa, no es lo que le he preguntado, por tanto, contésteme a lo que le pregunto y luego, si quiere añadir o aclarar algo, hágalo.
Güemes: Disculpe señoría, efectivamente conocimos a doña Begoña Gómez, conozco sus credenciales profesionales y académicas y pensamos que era la persona adecuada para acompañar a la presidenta del Centro de África, doña Felicia Apenteng en la puesta en marcha de este nuevo proyecto.
Juez: ¿Y cuáles son las credenciales a las que se está refiriendo?
Güemes: Doña Begoña Gómez acreditó tener experiencia en la gestión de programas académicos.
Juez: ¿Cómo lo acreditó?
Güemes: Nos dio su currículum y comprobamos que coincidía.
Juez: ¿Tiene usted copia del currículum?
Güemes: No conservo la copia del currículum, pero recuerdo haberlo visto en su día, señoría.
Juez: ¿Se conserva en los archivos del Instituto de Empresa?
Güemes: Lo dudo, porque no conservamos el papel, señoría. Desde el año 2019 o 2020 no archivamos papel salvo lo absolutamente imprescindible por obligación de las administraciones públicas. Somos una organización que ya no usa el papel.
Juez: ¿Recuerda la fecha del contrato?
Güemes: La fecha creo que es 1 de agosto de 2018.
Juez: ¿Usted ha visto el contrato recientemente?
Güemes: No señoría.
Juez: Mire, la directora de recursos humanos manifestó en esta sede que fue usted quien le dijo que había que formalizar el contrato y que la razón o la motivación, en concreto, utilizó el término motivación, era por ser la esposa del presidente del Gobierno. ¿Eso es así o se requiere una diligencia de careo? Dígame, contésteme.
Güemes: Señoría, es cierto que yo di la instrucción a doña Sonsoles Gil de Antuñano de formalizar el contrato de doña Begoña Gómez porque era su superior jerárquico quien podía darle esa instrucción. Desde luego no se contrató a doña Begoña Gómez por ser la esposa del presidente del Gobierno.
Juez: ¿Entonces me está usted diciendo que faltó a la verdad la señora Gil de Antuñano?
Güemes: Señoría...
Juez: ¿Qué cometió delito de falso testimonio?
Güemes: No conozco el testimonio...
Después de este tenso interrogatorio, Peinado dio por suspendida la declaración e informó a Güemes de que pasaba de la condición procesal de testigo a la de imputado. Y todo ello en base a algo que Sonsoles Gil de Antuñana no dijo. Una más del juez Peinado, un profesional de la judicatura a quien en ocasiones le gusta jugar al límite de la ley con los investigados.