La elección de Argüello en la Conferencia Episcopal, un retroceso en la lucha contra los abusos sexuales en la Iglesia

06 de Marzo de 2024
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Luis Argüello

El nombramiento de Luis Argüello como presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) el 5 de marzo de 2024, ha traído a la luz su polémica postura frente a los abusos sexuales en la Iglesia, una actitud que muchos consideran inaceptablemente laxa. Durante su periodo como secretario general y portavoz de la CEE entre 2018 y 2022, Argüello se vio envuelto en críticas significativas por su manejo de los casos de abuso sexual dentro de la institución. Su respuesta a los informes de abuso, incluyendo el cuestionamiento del informe del Defensor del Pueblo y su resistencia a permitir un acceso general a los archivos canónicos para investigar estos casos, ha dejado claro su falta de compromiso serio con la justicia y la protección de las víctimas.

Esta percepción se ve agravada por la reacción de diversas asociaciones de víctimas que, en la ceremonia de elección de Argüello, se manifestaron pidiendo acciones concretas y prontas para la reparación y prevención del abuso sexual en la Iglesia. El gesto de acercamiento de Argüello y Cobo hacia estos grupos no ha sido suficiente para mitigar las preocupaciones sobre su liderazgo, especialmente dada la historia de Argüello de minimizar la gravedad de los abusos sexuales clericales.

La elección de Argüello, a sus 70 años, ha sido vista no solo como un posible paso atrás en la lucha contra el abuso en la Iglesia, sino también como una decisión que podría señalar un mandato de transición, quizás preparando el camino para futuros líderes. Sin embargo, este interludio no puede ser una excusa para la inacción. La comunidad y las asociaciones de víctimas esperan que, bajo su presidencia, la CEE tome medidas decisivas para abordar y prevenir el abuso sexual, demostrando un verdadero compromiso con la transparencia, la justicia y el apoyo a las víctimas.

La relación entre la Iglesia y el Estado, así como su imagen pública, podría verse significativamente afectada por cómo Argüello maneje estos asuntos críticos. La sociedad española y la comunidad internacional estarán observando de cerca, esperando que este nuevo capítulo en la historia de la CEE marque un cambio hacia la responsabilidad, la reparación y, sobre todo, el respeto hacia las víctimas de abusos sexuales por parte del clero.

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