La reciente solicitud de la Fiscalía Anticorrupción para que Esperanza Aguirre, expresidenta de la Comunidad de Madrid, declare como testigo en el juicio sobre la caja b del PP de Madrid, alumbra una compleja red de financiación irregular que, según el ministerio público, ha caracterizado las campañas electorales del partido conservador en la región. Este hecho, no solo subraya la relevancia de Aguirre en la estructura del PP de Madrid sino también profundiza en las acusaciones de una contabilidad paralela presuntamente utilizada para beneficiar directamente a la expresidenta y su partido.
Campañas electorales dopadas de dinero negro
El escrito de acusación de la Fiscalía Anticorrupción, al que tuvo acceso EL PAÍS, ofrece un detallado relato de cómo el PP de Madrid habría recurrido a métodos cuestionables para financiar sus actividades electorales. Según el ministerio público, el partido se valió de una “fuente irregular de recursos” que implicaba entregas de dinero en efectivo, la colaboración con empresarios “afines” y el mantenimiento de una contabilidad paralela. Estas acusaciones no solo sugieren una sofisticada estrategia para eludir los controles fiscales y electorales sino también revelan la presunta implicación de altos cargos del partido, incluidos Francisco Granados y Beltrán Gutiérrez, quienes desempeñaron roles clave como secretario general y gerente del PP de Madrid, respectivamente.
La Fiscalía detalla que Granados y Gutiérrez, “aprovechando sus cargos orgánicos dentro de la formación política, se concertaron [en 2011] para buscar, localizar y tratar con compañías de publicidad afines a las que encargar actos electorales que serían abonados al margen de los procedimientos regulados [...] y ocultados, posteriormente, a la Cámara de Cuentas de la Comunidad”. Este esquema no solo pone de manifiesto la premeditación y la estructura detrás de las actividades ilícitas sino también la confianza y la cooperación entre los implicados para llevar a cabo tales operaciones.
Fundación Fundescam
Una pieza central en este entramado es la Fundación Fundescam, señalada por el fiscal Alejandro Cabaleiro como otra “fuente de financiación” para el PP de Madrid. La fundación habría abonado trabajos relacionados con las campañas electorales del partido, lo que sugiere un uso indebido de instituciones públicas para fines partidistas.
Además, la acusación menciona la creación de una dinámica de confianza con empresarios como Alejandro de Pedro, quien habría obtenido contratos a dedo para ejecutar trabajos de reputación en redes sociales en beneficio de ciertos altos cargos políticos del PP de Madrid. Este aspecto de la acusación subraya la importancia que el partido habría otorgado a la imagen pública y la manipulación de la opinión pública como herramientas de poder.
Implicación de Esperanza Aguirre en esta trama
La implicación de Esperanza Aguirre en esta trama, aunque indirecta tras el archivo de su causa por falta de pruebas, sigue siendo de gran interés para la Fiscalía. Aguirre, que lideró el Gobierno regional, el PP de Madrid y Fundescam, aparece como una figura central en un sistema presuntamente diseñado para asegurar el poder y el éxito electoral mediante prácticas corruptas. La solicitud para que declare como testigo en el juicio no solo busca esclarecer su papel en este entramado sino también profundizar en la comprensión de cómo el PP de Madrid habría operado más allá de los límites de la legalidad.
La resolución de este caso podría tener implicaciones profundas, tanto para los individuos acusados como para la percepción pública de la política en España.
Un escenario, marcado por las acusaciones de financiación irregular, uso indebido de instituciones públicas y esquemas de corrupción, que desmostaría la utilización de fondos de dudoso origen para alterar la integridad del sistema político español. La resolución de este caso podría tener implicaciones profundas, tanto para los individuos acusados como para la percepción pública de la política en España.