Luis Tudanca, secretario general del PSOE de Castilla y León desde 2014, ha decidido no optar a la reelección tras una década de liderazgo marcado por enfrentamientos internos, victorias históricas y la imposibilidad de acceder al gobierno autonómico. Su renuncia, que anunciará en una rueda de prensa, allana el camino para que Carlos Martínez, alcalde de Soria, se convierta en el próximo líder del socialismo en la comunidad.
La salida de Tudanca pone fin a meses de tensión con la dirección federal del partido en Ferraz, especialmente por la disputa sobre el calendario de primarias. Este enfrentamiento evidenció las divisiones internas que han marcado su mandato. El PSOE de Castilla y León se enfrenta ahora al desafío de renovar su proyecto en una comunidad dominada por el PP durante casi cuatro décadas.
Las razones detrás de la renuncia
La relación entre Tudanca y Ferraz comenzó a deteriorarse en octubre pasado, cuando el Comité Autonómico del PSOE-CyL aprobó un calendario de primarias que fue suspendido por el Comité Federal de Garantías, argumentando que favorecía al secretario general en ejercicio. A pesar de acatar la decisión, Tudanca expresó su desacuerdo, denunciando intentos de desestabilización desde dentro del partido.
“Acato, aunque no comparto la decisión”, afirmó entonces. Su postura firme le valió el apoyo de parte de la militancia, que valoraba su conocimiento del territorio y sus resultados electorales, aunque estos no fueran suficientes para romper el dominio del PP en la Junta.
En sus casi 11 años al frente del PSOE-CyL, Tudanca logró una victoria histórica en 2019, pero la estrategia de Ciudadanos permitió al popular Alfonso Fernández Mañueco mantenerse en el poder. En 2022, pese a mejorar en votos, quedó relegado a la oposición tras el pacto entre el PP y Vox. Estos resultados, aunque positivos para muchos, no convencieron a quienes dentro del partido pedían un cambio en el liderazgo.
Carlos Martínez: el elegido de Ferraz
La renuncia de Tudanca deja el camino libre para Carlos Martínez, alcalde de Soria desde 2007 y uno de los pocos líderes del PSOE con mayorías absolutas continuadas en su territorio. Su perfil de gestor local, cercano y con experiencia, parece ajustarse al deseo de Ferraz de evitar unas primarias que visibilicen más fracturas internas.
Martínez cuenta con el respaldo de figuras clave como Óscar Puente, ministro de Transportes y secretario provincial de Valladolid, quien ha abogado públicamente por una renovación en el liderazgo. Sin embargo, algunos socialistas advierten que Soria, con apenas 40.000 habitantes, no es representativa de una comunidad con una compleja realidad política y social.
Un cierre polémico y estratégico
Fuentes del PSOE destacan que Tudanca, consciente de las tensiones internas, ha preferido apartarse para evitar una batalla abierta en las primarias. “Es un gesto de responsabilidad con el partido”, señalan cercanos al líder saliente, aunque también subrayan que la decisión fue precipitada por presiones externas.
Con esta transición, el PSOE-CyL busca presentarse unido de cara a las elecciones autonómicas, previstas para 2026. Sin embargo, existe la posibilidad de un adelanto electoral, una carta que Mañueco podría jugar aprovechando las turbulencias socialistas.
El congreso autonómico, programado para febrero en Palencia, será el escenario donde se oficialice el relevo. Allí, Martínez deberá demostrar si su liderazgo es capaz de revitalizar un partido que lleva décadas sin gobernar en Castilla y León.
La salida de Tudanca marca el final de una era y el inicio de un reto monumental para los socialistas: reconstruir su posición en una de las comunidades más conservadoras de España.