Es curioso que los doxósofos o todólogos prorégimen o antirégimen no hayan sacado sustancia a la entrevista en los medios del Grupo Prisa del presidente del Gobierno. En esta nueva ronda de blanqueamiento propio comenzó fuerte Pedro Sánchez pero nadie le ha hecho caso a lo expresado. No se entiende que esos furibundos antisanchistas que pululan en todas las columnas de los medios de la derecha (la mayoría) no haga referencia a las palabras de Satanás. También es extraño que los bocabajos de los medios progresistas (porque de izquierdas no son) tampoco hayan hecho lo que mejor saben, lamer la bota de quien les mantiene.
Dirán que, como suele cantinflear, no merece la pena analizar sus palabras y es mejor seguir con la matraca del espectáculo. Todos los quieren alienados y es mejor seguir así. Los Hunos y los Hotros. También pueden aducir que para lo que duran sus afirmaciones es mejor no lanzarse a análisis que van a quedar en papel mojado. Si fuesen inteligentes sabrían sonsacar de sus palabras, atendiendo a los actos del pasado, algún tipo de hilo conductor, algún tipo de aspecto político que no sea el poder por el poder, algo. Nada. Imposible leer algo que tenga que ver con las palabras del presidente y no con las pulsiones propias proyectadas contra el presidente. Ya están establecidos los marcos mentales de los amanuenses y así quieren que sean los de los votantes (ni ciudadanos los reconocen). Les conviene eso de liberales/conservadores y progres.
Cantinfleando
La realidad, que es la verdad según ha dicho el presidente en otra de sus estupideces verbales, es que ha dicho cosas insulsas la mayoría, pero demuestra más por lo que no ha dicho que por lo que sí. Los silencios evidencian mucho más lo que es y lo que pretende hacer que las explicaciones cantinflescas que ha ofrecido. Porque decir que la política migratoria del Gobierno es más “humanista” es para nota. ¿Sabrá Sánchez que es el humanismo? Se duda que lo sepa la mininistraSira Rego, otra que habla mucho sin decir algo. Es el vacío total en el mensaje.
Sánchez no se ha salido de los cuatro mantras que suele utilizar. La reindustrialización verde y digital como eslogan o título para un programa está muy bien, el problema es que el Gobierno sanchista es incapaz de sustanciar ese título en políticas reales. ¿Dónde encajan las personas en esa reindustrialización? De eso nunca habla porque no sabe qué hay dentro del titular que le han ofrecido los mil y pico asesores monclovitas. La redistribución de la riqueza frente al capitalismo de amiguetes es otro de los mantras que utiliza siempre que no sabe qué contestar a una pregunta económica. Ayer mismo se supo que, durante el Gobierno Sánchez, el 1% de los españoles tienen el 22% de la riqueza total del país. Igual es que es redistribuir hacia arriba, como indican los datos de Hacienda, ya que es la clase trabajadora la que más acaba poniendo en la cesta común.
Otro mantra son las pensiones. Gracias a Sánchez los pensionistas ven revalorizadas sus pensiones respecto al “muy manipulado” IPC. La clase trabajadora, a la que no suben los salarios, mientras tanto es la que paga esas pensiones, porque ya se ha visto que los ricos poco aportan. En estos cinco años se ha llegado a algo que sucedía en otros países, que hay trabajadores pobres que no llegan ni a mediados de mes y deben recurrir a la caridad. Y cuarto mantra, la polarización son los otros. Todo es culpa del PP y la extrema derecha aliada, gracias al poder económico, con una derecha mediática que polariza todo. Cuando el se asocia con EH Bildu es un logro democrático pues les incorpora al sistema. Ya no son extrema izquierda ni nada. Lo mismo sucede con la extrema derecha catalana.
¿Qué hacer?
Gracias a estos cuatro mantras el presidente del Gobierno, autocalificado en la entrevista como luz de la socialdemocracia mundial, evita tener que explicar qué y cómo. Es gracioso ver que respecto a las cesiones en política migratorias siempre recalca que se ceden las que ponen en el estatuto catalán y lo que dice la Constitución. ¿Por qué no explica lo que dice el estatuto? Seguramente porque no sabe ni lo que dice, ni lo que va a pactar. Porque el estatuto dice que serán suyas las políticas sociales y sanitarias. Nada más. Esas ya las tenían, entonces ¿qué han pactado? Lo calla y se puede vislumbrar por qué, no sabe qué le piden. Aunque se puede intuir que tragará con lo que sea. Total es la Unión Europea la que tiene un programa migratorio.
En una entrevista de masaje, con final feliz incluido, Sánchez no aporta nada porque no tiene realmente un programa de Gobierno. Respecto al decreto que tumba Podemos, con toda la razón del mundo, no entiende el problema, ni tiene un plan diseñado para que esas 700.000 personas mayores de 52 años tengan una salida que no sea pasar 15 años de su vida cobrando 480€ mensuales. No hay ningún plan para ese grupo de población que va creciendo y a la que nadie contrata pese a tener experiencia y capacidades. Y no hay plan porque el Gobierno no está a esas cosas. Para ellos, ellas y elles mejorar la vida de las personas es transporte público gratis (lo rural subvencionando el transporte de los hijos de los ricos urbanitas), pensiones y SMI. No hay nada más. Bueno sí, cosas de lesbianas con penes y temas parecidos. No existe programa de Gobierno, ni visión de España, ni nada. Es el nihilismo gubernamental más profundo. Van a salto de mata.
Una oposición vacía
Todo esto no sería preocupante si en la oposición hubiese algún tipo de programa. Pero tampoco lo hay. Existen ocurrencias y avisar del peligro comunista (como si en España hubiese comunistas y no soplagaitas disfrazados). Si cada uno de ustedes se quitase sus propios prejuicios partidistas e ideológicos y analizase la gestión de los gobiernos regionales de derechas ¿qué vería? Nada. Salvo bajar impuestos y aumentar la deuda, no hay nada que los distinga del sanchismo. Porque las transferencias de la riqueza de la clase trabajadora a las élites lo hacen todos con distintos disfraces. Sanidad en mal estado; inseguridad; carencia de programas de empleo; turistificación; precios de la vivienda desorbitados; etc.
Alberto Núñez Feijoo pretende llegar a la Moncloa, además de subido en los lomos de la prensa a la que subvencionan los gobiernos peperos, simplemente como antagonista de Sánchez: “Sánchez es malo y yo soy bueno”. ¿Qué política industrial tiene el PP? Ninguna. ¿Qué planes para los mayores de 52 años en paro? Ninguno. ¿Qué alternativa a la elección del CGPJ en un papel y bien explicado? Ninguna. No hay nada tampoco. Y más allá del PP, cuando dejen sus cuitas internas, ¿qué hay? Censurar funciones de teatro porque salen hombres en calzoncillos y mucho ¡viva España! Tampoco tienen un programa tangible. Y como Santiago Abascal está en esto para llevárselo crudo hasta que pueda, pues silencio que es mejor para seguir en el momio.