Creo que soy muy roja para militar en el PSOE
23
de Febrero
de
2018
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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Tengo 41 años, soy madre soltera de un hijo de 10. Soy hija de un ex concejal comunista de un pueblo de Toledo en el 1979, primeras elecciones democráticas, (ahí es nada). Mi padre no es precisamente muy hablador, pero todo lo que calla, lo cuenta mi madre, (en eso me parezco a ella).Siempre simpaticé con Izquierda Unida, lo reconozco, pero no fue hasta 2005 cuando empecé a militar oficialmente en el PSOE, y a participar en candidaturas municipales. El municipalismo sin duda es la parte de la política más cercana y real al pueblo, a la vez que la más dura. Igual te dan las gracias por echar una acera que te echan una bronca monumental porque la farola se fundió por la noche. Aunque no salí elegida Concejala, ya que nunca discutí con mi equipo ir de los primeros puestos, siempre mantuve una relación muy afectuosa con gran parte de las gentes de mi pueblo. Todavía por la calle, algunos ex ediles de UCD me recuerdan lo buen político que era mi padre. Aún recuerdo el coche de mi padre empapelado con carteles de Santiago Carrillo y Dolores Ibarruri. Ahora se queja él de mis reuniones de política...... Con mi entrada en el partido socialista, tuve la gran ocasión de dejar una gestión municipal ejemplar en cuatro años, pero los dos últimos no fueron los mejores.. Cuando empezaron a cansarse de atender a l@sciudadan@s en el Ayuntamiento y a decir que no éramos “los psicólogos” de nadie, empezó la polémica. Ahí descubrí que había compañer@s que estaban en primera línea porque sabían perfectamente que podían tener una “carrera” política a otros niveles. Y así fue posteriormente. Perdimos las elecciones en manos del PP y no hemos vuelto a recuperar la Alcaldía desde 2007. A partir de esa fecha, con el Gobierno de Diputación del PP y también la Junta de Comunidades de CLM, con la Sra. “Recortes”, nuestra región se ha convertido en un desierto de desigualdades. En ese período de tiempo en el que comprobamos como esquilmaban la Sanidad, la Educación, llegaba la reforma laboral de Rajoy, algunos y sólo algunos, tuvimos la ocasión de reflexionar el por qué habíamos llegado a esa situación.Entiendo “el miedo” de los primeros cambios en la Transición, por parte del partido comunista y ahora después de 40 años, empiezo a tenerlo yo. Lo tengo especialmente por la situación del recorte a las libertades de expresión con la ley mordaza y el estancamiento de la pobreza, cual pozo sin fondo. Estamos viviendo viejos tiempos. Lo que está ocurriendo en nuestro país no es casualidad, si no causalidad. Escuché perpleja al Sr. Felipe González en la entrevista a los medios, decir que la corrupción ha sido un descuido. Si, efectivamente, un descuido generalizado desde el 39, afianzado en el tiempo y en las formas. Como fue un descuido también no legislar una ley de Memoria Histórica en los años de su Gobierno con su mayoría absoluta y haber dado sepultura digna a los REPUBLICANOS. Como fue un descuido también la desindustrialización del país en su mandato y la privatización de parte de las eléctricas nacionales. Aznar, remató muy bien la faena y volcó todo su entusiasmo político en la “España del ladrillo” hasta que hubo más viviendas que humanos para comprarlas. Aquello si que fue el “arma de destrucción masiva” de la economía y no su idealización de Irak. Qué guapos todos en la foto de las Azores. Hasta la llegada del 135 de la C.E., y otra reformita laboral, tuve una especial simpatía por el ex Presidente Zapatero y sus brotes verdes. La Ley de Dependencia la catapultó el mismo con su reforma. Y los cheques bebé de dos mil quinientos euros por hijo, duraron lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks. Cuento con que hago un repaso muy ligth, pero me parece lo más significativo del paso del PSOE por los pasillos de la Moncloa.Llegado el Muy español y mucho español, dándonos lecciones de que un vaso es un vaso, y un plato es un plato, aquí andamos haciéndole bien los deberes. “Les vamos a crujir”! Decía Eduardo Madina cuando sentó en el trono a Mariano I de España. Seguimos las indicaciones del 78, no sé si debemos algo a alguien de esas fechas, pero empiezo seriamente a pensarlo. No son capaces de ganar las generales, más que nada por asentimiento, y aunque las ganaran, serían incapaces de poner encima de la Mesa un proceso Constituyente que remueva las conciencias y las entrañas de cualquier ciudadan@ de a pie, para asegurar el pan al pueblo español sin que tengan que mendigarlo a base de ayudas públicas y corten la corrupción del descuido de facto.Porque en España si hay dinero, lo que sobran son ladrones y que la Justicia ajusticie por ella misma, sin complejos y sin consejos.Por todo lo que digo, creo que soy muy roja para militar en el PSOE, y nunca fui bien recibida. Siempre trabajé en la sombra para no restar protagonismo a los cabezas de lista, pero nunca callé injusticias y siempre mantuve una crítica constructiva y ética. A día de hoy, seguimos igual. Por más reglamentos que inventen y aprueben, el “modus operandi” es y seguirá siendo el mismo. Instrucciones de arriba a abajo y acallar comentarios inoportunos que nos desconciertan y nos hacen desviarnos del socialismo centrista y moderado. Estoy convencida que si algún día, a los muy roj@s, nos da por poner voz fuera de estas siglas, nos llamarán traidores y traidoras, para gusto de algunos y algunas que se colgaron las medallas mientras NO hacíamos políticas de Izquierda.Militar en un partido político es responsabilidad de Estado, y no aplaudir intensamente discursos estériles fabricados para conseguir objetivos personales que no den respuesta a los intereses generales de la ciudadanía, si no a los de unos pocos. Y ésto es lo que yo entiendo por POLÍTICA en mayúsculas. A partir de ahí, podríamos empezar a entendernos. Y no pienso dirigirme a fuerzas políticas de Izquierdas como si fueran mi peor enemigo, porque ese enemigo lo hemos tenido dentro siempre y se les ha aplaudido y vitoreado hasta llegar a la situación insostenible en la que estamos.Mi antipatía para la Derecha y para sus quehaceres antisociales. Por lo demás, podréis decir misa. Me pasaré toda mi vida entre las bases sanas y cerca de la gente, que es dónde teníais que estar muchos. De momento, no tengo fuerzas para rendirme, porque me queda un largo camino que recorrer por el bien de mi pequeña familia monomarental, y ese bien es el que quiero para mis iguales. Traer a mi casa un sueldo digno que permita a mi hijo tener una Educación Pública con garantías de presente y de futuro y que no tenga que pasar por lo que estamos pasando sus antecesores. La Miseria. Mientras esto no sea el principal objetivo del partido Socialista y Obrero, me tomaré un tiempo sin ataduras burocráticas.
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