Foto del perfil del redactor de Diario16 Vicente Mateos Sainz de Medrano.

Cuando se ha perdido el norte

08 de Julio de 2024
Actualizado el 09 de julio
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Cuando se ha perdido el Norte

No dejamos de escuchar, con estupor, declaraciones constantes que evidencian lo perdida que anda la derecha respecto de la realidad social, porque su único proyecto para España —no ofrece ningún otro— es poner en la palestra pública una boutade nueva cada día —testo decía mi abuela— con el objetivo de buscarle las vueltas al Gobierno, sin importar la gravedad del asunto que se critica con simplicidad inaudita, ni el grado de estulticia al que se llega. Después actúa el Partido Judicial, que alarga el daño y la infamia, abriendo sumarios fundamentados en recortes de prensa.

Feijóo, líder de los desnortados, abrió la espita en el matinal de una radio —que ya es como su casa—, donde echó más lodo al fango al dudar de la imparcialidad del Tribunal Constitucional, por rebajar las penas a algunos de los condenados por los ERE en Andalucía, al tomar en consideración que un funcionario público no puede ser condenado por malversación por cumplir una ley, en este caso, aprobada por el Parlamento de Andalucía. Principio legal que no consideraron el Tribunal Supremo ni la Audiencia de Sevilla. Feijóo, está grabado, no pensó —y si lo hizo ex profeso es aún peor— que al hacer pública esa infamia estaba degradando la labor del TC como máximo intérprete de la Constitución; con el añadido bastardo, que no quiso mencionar, de que el PP acababa de impulsar la entrada en ese tribunal del magistrado José María Macías, del sector más conservador, considerado por sus medios afines como el azote de la amnistía.

Feijóo siempre olvida que el papel del líder de la oposición no es —quizá porque le viene grande— degradar las instituciones del Estado democrático, cuando no las controla la derecha. Otro desnortado perpetuo es su vocero oficial, Miguel Tellado, capaz de decir, siempre con una sonrisa ladina, cualquier pendejada con tal de atacar al Gobierno como sea. Pedir la participación de la Armada para controlar la inmigración desbordada que llega a Canarias evidenció su total desconocimiento de las relaciones internacionales y de los acuerdos suscritos con Marruecos y Mauritania —en este último con un despliegue de miembros de la Guardia Civil con material aéreo y naval— para controlar la huida de los pobres que no tienen ni para comer. Huida que todas las autoridades, de aquí y de allá, saben que es incontrolable mientras no haya un acuerdo en la UE, asumido por todos los Gobiernos, que regule la llegada de unos inmigrantes que necesitamos para cubrir el trabajo que nadie quiere en determinados sectores, y palíe el envejecimiento de Europa. Nunca como ahora cobra más sentido esa expresión de la vieja Europa.

Patada adelante de Tellado, que no oculta los problemas de Feijóo para armonizar el guirigay entre sus Presidentes autonómicos, a la greña respecto del reparto solidario entre todos los territorios de los inmigrantes que llegan, en especial, de los menores. Cuestión que pone en crisis sus pactos de gobierno con Vox, contrario a cualquier acuerdo que suponga, dicen falazmente, un efecto llamada. Problema que exige un pacto de Estado entre todas las formaciones políticas y autonomías que el Ejecutivo debe impulsar. Pero claro, no hay pacto si una parte no quiere, y ese es el problema de fondo, porque bajarse del empecinamiento en el que está instalado Feijóo sublevaría a sus huestes mediáticas y más radicales que no quieren ningún acuerdo con el Gobierno. De nuevo los problemas internos del PP enquistan los problemas que exigen un acuerdo urgente para evitar más muertes.

Dejo para otro artículo la actuación de aurora boreal de dos jueces. Uno es el juez Peinado, que citó a declarar a la esposa del Presidente sin decirle de qué la acusa. Todo con el fin de estirar el chicle mediático lo más posible. El otro es el juez de la Sección 3 de la Audiencia de Barcelona, que ha absuelto a dos acusados de delitos de odio y contra la integridad moral, con el argumento de que fue la fiscalía quien tomó la iniciativa de denunciar el hecho —esa es una de sus funciones— y no el agredido, que no presentó denuncia. Sentencia que deja en la calle a dos angelitos que increparon al agredido mientras comía una hamburguesa con la frase: "te voy a hacer heterosexual a hostias". La caverna en estado puro.

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