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¿De verdad queremos un gobierno del PP?

02 de Octubre de 2016
Actualizado el 02 de julio de 2024
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Cuando tenía trece años en el barrio me llamaban puta. Era virgen. Cuando tenía dieciséis en el instituto me llamaban bollera. Yo ni siquiera sabía entonces lo que significaba la palabra. En el primer caso lo hacían porque era llamativa, y diferente. En el segundo, porque le dije que no a todos los chicos que me entraron. En cualquier caso, me llamaban así porque no sabían cómo etiquetarme. Pero quede claro que para ellos tener una vida sexual o que te gustara alguien del mismo sexo era un insulto.Yo jamás he militado en el PSOE, y he sido muy muy crítica con el PSOE. Sin embargo, desde que empecé a ser crítica con ciertos aspectos de Podemos que no me gustaban nada la respuesta por redes no se hizo esperar: Tú eres del PSOE. Llegó a tal nivel que en pasadas elecciones, cuando me planteé, más por desesperación que otra cosa, que igual votaba al PSOE, me dio miedo decirlo. No solo temía la avalancha de insultos en redes, sino que incluso tenía miedo a agresiones o insultos en plena calle en mi propio barrio.Amigos míos de mi pueblo natal se sentían igual porque votaban PNV o PSOE. Era algo que debían esconder en según qué pueblos, en los que Bildu no eran mayoría, pero sí armaban mucho ruido.El matonismo de ciertos sectores de Podemos ha sido verdaderamente salvaje en redes. Yo lo he sufrido. Probablemente cuando leáis los comentarios que haya en este post veréis mucha agresividad. Y entenderéis de lo que hablo. Se me insultará, se me ridiculizará, se me dirá que yo no puedo hablar porque hace tres años estuve una semana en un reality, etc... Ese es el estilo. El estilo que llegó al Parlamento el día en que Pablo Iglesias soltó aquello de " Felipe González tiene el pasado manchado de cal viva"Conste que a mí Felipe González me cae mal no, peor tampoco, lo siguiente. Y que sus turbios negocios me escaman mucho. Pero un en un parlamento se deben respetar ciertas formas, ciertos protocolos. Y si no se respetan, si se llega a semejantes extremos, entonces uno ya debería saber que se ha cruzado una línea roja. Y que ya no puede haber pacto posible.A mí se me cae la cara de vergüenza cuando veo que si hay unas terceras elecciones casi con toda probabilidad lleguemos a un gobierno de mayoría de derechas cuando en realidad en España la mayor parte de la población no está de acuerdo con la derecha. Y lo vamos a tener ese gobierno porque la derecha no se ha dedicado a matarse entre sí, y si lo han hecho (que no lo dudo, porque intrigas en el PP hay más que en Juego de Tronos) no les ha dado por airearlas en públicoTenemos la clase política que nos merecemos. Somos un país que ha tenido una guerra civil en pleno siglo XX. Estamos orgullosos de decir que somos el país con más bares del mundo (en España hay 260.000 bares, más que en todo Estados Unidos) Somos, junto a Libia y Turquía, el país en el que más ha crecido la corrupción ( según informes de Transparencia Internacional) . Somo el país más ruidoso del mundo junto con Japón, según la OMS. Y el país con menos índice de natalidad de Europa.Es un país tan conflictivo, tan antipático, tan violento, tan agresivo, y, sobre todo, tan maleducado, ese es su mayor pecado. Y claro, tenemos una clase política exageradamente agresiva. Porque nuestra clase política es reflejo de lo que es el país.En fin, es evidente que el PSOE ya no puede pactar con Podemos, eso yo lo entiendo perfectamente. Yo, desde luego, si fuera votante de toda la vida o militante del PSOE, no lo admitiría.Pero lo triste es lo que ya he dicho. Si vamos a terceras elecciones,acabaremos teniendo un gobierno con mayoría del PP. Porque habrá una inmensa fragmentación de la izquierda y una altísima abstención. Y ¿de verdad queremos un gobierno del PP en un país con mayoría de votantes de izquierda?
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