En estos convulsos tiempos de incertidumbre en que vivimos, donde las amenazas van desde los efectos del cambio climático, la contaminación de las aguas, el aire y los suelos; las guerras y conflictos por el control de territorios y de materias primas, sería fundamental para el futuro de los seres humanos, la existencia de un Gobierno Mundial (1). Sin embargo vivimos los peores momentos para el respeto y apoyo a la labor de organismos supranacionales como la Organización de las Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional de Justicia CPIJ, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para el Refugiado ACNUR, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático IPCC, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio, UNRWA, la Organización Mundial de la Salud OMS, la UNESCO etc..
A pesar de ello, un acuerdo muy importante ha pasado casi desapercibido para los medios de comunicación. El día 18 del pasado mes de diciembre finalizó en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones CMR 23, que se celebra en distinto país cada cuatro años, organizada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo más antiguo de ámbito mundial. Para su apertura, el 20 de noviembre, el Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. António Guterres, señaló que la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones "es un testimonio del poder de la cooperación internacional para afrontar los desafíos globales". En el mensaje pronunciado en su nombre, el Sr. Guterres agregó: "Las radiofrecuencias, ya sea en la Tierra o en el espacio, forman la columna vertebral de las comunicaciones avanzadas para toda la humanidad. De la educación a la atención sanitaria, de la agricultura a la supervisión del clima, la expansión de los servicios de radiocomunicaciones y la reducción de la brecha digital son claves para reducir las desigualdades y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible".
Al evento asistieron más de 3.900 delegados de 163 estados miembros (donde se incluyen los representantes de las Administraciones y de las grandes compañías del sector) para modificar el Reglamento de Radiocomunicaciones, el tratado internacional por el cual se rige la utilización del espectro de frecuencias radioeléctricas y de las órbitas de los satélites geoestacionarios y no geoestacionarios. Las definiciones de la CMR, plasmadas en el Reglamento de Radiocomunicaciones, sirven de base para los planes de atribuciones de frecuencias que elaboran cada uno de los gobiernos. La mayoría de los Estados suelen guiarse con estos acuerdos de la UIT.
(1) Niicolás Puerto Barrios. ¿Hacia un Gobierno Mundial?. La Voz de Córdoba de 25 de septiembre de 1982.