Las campanas se han utilizado a lo largo de la historia para advertir de algún peligro o para alertar de algún tipo de aviso (misa, muerte, pregón, etc.). Ahora esas campanas, muchas de ellas hermosas y bellas en su composición y sonido, se han transformado en cencerros en lo que respecta a la política. Siguen produciendo sonido pero bastante más cacofónico, más feo, aunque pretendan avisar de algún tipo de peligro. En el mundo de su sanchidad el “tolón, tolón” sigue avisando como se ha podido comprobar hoy.
Emiliano García-Page puede ser el dirigente del PSOE más odiado por los sugus y focas del sanchismo. No le perdonan que defienda principios distintos a los de su amo y señor, aunque ese amo hoy diga una cosa, mañana otra distinta y pasado ser retire a llorar cual zarzamora por las esquinas. El presidente castellano-manchego intenta ser coherente entre lo que dice y lo que hace; entre sus principios y sus actos; los demás en el PSOE tan solo se arrastran por el camino de babas que va dejando el secretario general. Y cuanto más espesa la baba más felices son.
Siempre ha dicho, Page, que ni Amnistía, ni indultos, ni leches fritas y por ello no duda en solicitar un informe al Consejo Consultivo por si pudiese presentar un recurso de anticonstitucionalidad a la ley de Amnistía. ¿Se ha salido de las resoluciones congresuales o los programas del partido? No. Cuestión distinta es que no le siga el juego al general secretario Narciso. Pero eso siempre ha pasado en el PSOE y no era mal visto. Discrepar y pelear. El problema es que en el mundo del Calígula monclovita nadie tiene permiso o posibilidad de discrepar de sus deseos, sean los que sean en el momento en que se produzcan.
No faltan, como ustedes entenderán, los bocabajo que rápidamente acuden a señalar las faltas, sea un mindundi pagacuotas o la delegada del Gobierno en la Comunidad. Así, Milagros Tolón ha salido a avisar, cual cencerro, que igual habría otro candidato o le pelearían a Page la candidatura para las próximas elecciones autonómicas. Primero, habrá que ver si Page quiere seguir. En caso afirmativo, segundo, los estatutos del partido establecen el porcentaje y el mecanismo para presentarse y ver si alguien llega al mínimo, más cuando el actual presidente se acerca casi al 50% de los apoyos en la región. Tercero, ¿está avisando a Page que Calígula ha pensado defenestrarlo y poner a otro candidato o candidata (ella misma)? El problema de los cencerros es que cuando se oyen cualquiera piensa en vacas y enormes cantidades de mierda, no en algo democrático.
Por si no fuera poco Tolón también ha advertido que eso de fiscalizar o consultar sobre la Amnistía no está bien porque “patatas”. Dicho en otras palabras, está mal pensar si quiera que su sanchidad puede haberse equivocado en algo. Si quiere amnistiar a quienes han malversado el dinero de todos los españoles, si quiere amnistiar a quienes se han reído en la cara de Salvador Illa, si quiere Amnistiar a los sediciosos, quién es Page para proponer que pueda haber algún tipo de anticonstitucionalidad. En resumen, no debería ni planteárselo, aunque el 80% de los castellano-manchegos piensen que sí.
Estos cencerros son muy curiosos, hacen ruido para salvar sus posaderas y a su amo —recuerden que Tolón fue colocada por la dedocracia sanchista primera en la lista de Toledo pasándose por el arco del triunfo los votos de los militantes hasta que el presidente manchego dijo “hasta aquí” y en Ferraz y Moncloa se defecaron encima—, pero están en completo silencio cuando hay que defender a las personas de su región. Que se vayan 14.000 millones a Cataluña porque sí supone que igual mil millones no llegan a Castilla-La Mancha. Con ese dinero los catalanes no tienen ni para pagar las embajadas, pero pueden suponer infraestructuras productivas, máquinas para hospitales o sostener la dependencia de los mayores en la región castellano-manchega. ¿Quién está demostrando ser socialista en este caso? ¿Dónde queda la solidaridad y la subsidiariedad? ¡Ay los cencerros!