La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no ha desaprovechado la oportunidad de intensificar su ofensiva contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que acusa de “quemarlo todo en su huida hacia delante” y de orquestar una supuesta “persecución política” contra los adversarios del PSOE. En una reciente entrevista televisiva, Ayuso desplegó su ya característico tono combativo, cargando contra el Ejecutivo por sus decisiones en temas judiciales, fiscales y políticos. Sin embargo, sus declaraciones no han estado exentas de polémica, ya que han servido de marco para reforzar su discurso ultraconservador, con medidas que coquetean con la extrema derecha.
Entre sus críticas más destacadas, la presidenta madrileña cuestionó si el Gobierno planea amnistiar a los implicados en la trama Koldo, en una maniobra que, según ella, busca proteger a figuras vinculadas al PSOE. Ayuso señaló que observa una “coordinación sospechosa” entre las defensas de los principales investigados, como el exministro socialista José Luis Ábalos y Koldo García Izaguirre. “No sé si esto es para después ser amnistiados, porque este Gobierno ya ha decidido que amnistiará todo lo que le convenga”, aseguró Ayuso. Para reforzar su argumento, aludió a la amnistía de los líderes catalanes y a otros casos de indultos otorgados por el Ejecutivo.
Un ataque constante a Sánchez
En la misma entrevista, Ayuso subió el tono contra Sánchez, acusándole de ser “un cobarde” que “echa la culpa a los demás de lo que él mismo hace”. Según la presidenta, el líder socialista habría utilizado instituciones públicas como la Agencia Tributaria y la Fiscalía General del Estado como “herramientas para aplastar a sus adversarios políticos”. Además, Ayuso no perdió la oportunidad de aplaudir a la nueva presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló, por defender la independencia judicial frente a lo que considera “ataques sin precedentes” por parte del Gobierno.
Estas palabras llegan en un contexto en el que Ayuso también enfrenta acusaciones y sospechas sobre la relación de su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, con filtraciones relacionadas con la investigación sobre su pareja, Alberto González Amador, acusado de fraude fiscal. Ante esta situación, Ayuso ha optado por blindar a su círculo cercano, justificando la actuación de Rodríguez y calificando las filtraciones como una operación de Estado destinada a dañarla políticamente.
Medidas polémicas en clave electoral
Más allá de las palabras, Ayuso sigue impulsando medidas que refuerzan su perfil conservador y buscan consolidar su hegemonía en el espectro de la derecha. Una de las iniciativas más recientes es el reconocimiento vitalicio para los padres de familias numerosas, que permitirá a más de 150.000 familias mantener los beneficios e incentivos asociados a este título, incluso después de que sus hijos alcancen la mayoría de edad. Aunque la medida ha sido celebrada por algunos sectores, también ha recibido críticas por su sesgo ideológico y por desviar el foco de otros problemas sociales, como la crisis de la vivienda.
En paralelo, Ayuso ha eliminado la Subdirección General de Igualdad LGTBI del organigrama de su Ejecutivo, trasladando sus competencias a un departamento de Integración Social. Organizaciones como Arcópoli han denunciado que esta decisión supone “un retroceso alarmante” en la defensa de los derechos de la comunidad LGTBI+, aunque desde el Gobierno madrileño insisten en que no se han perdido competencias.
La defensa de la tauromaquia y el giro ultraconservador
Otro de los guiños de Ayuso a su electorado más escorado a la derecha es su firme defensa de la tauromaquia. Los presupuestos de la Comunidad de Madrid para 2025 incluyen una partida de 1,7 millones de euros destinada a la Fundación Toro de Lidia, una medida que ha generado polémica en un contexto de recortes en otros ámbitos. Según Ayuso, “no hay prosperidad ni libertad donde se cierran plazas de toros”, una afirmación que subraya su alineamiento con el sector más tradicionalista del Partido Popular.
Estas decisiones se suman a lo que expertos en ciencia política han denominado “trumpismo hispánico”. Ayuso ha sabido leer las reglas del juego político, posicionándose como una figura capaz de competir tanto con Vox como con el ala más moderada de su propio partido. Su discurso combina guiños al nacionalismo español, posturas neoliberales y un enfoque ultraconservador en cuestiones sociales y culturales.
¿Un trampolín al liderazgo nacional?
Analistas políticos apuntan a que la estrategia de Ayuso busca consolidarla como la alternativa más sólida dentro del Partido Popular frente a Alberto Núñez Feijóo. Su discurso agresivo, su capacidad para polarizar el debate y su apuesta por medidas simbólicas la han situado como una figura clave en el panorama político español. Sin embargo, esta postura también genera divisiones internas y críticas externas, tanto por sus formas como por su fondo.
En un momento político marcado por la crispación, Ayuso continúa su cruzada contra Sánchez y su intento por liderar la batalla cultural desde Madrid. Mientras tanto, su estrategia no deja indiferente a nadie: para unos, es un modelo de liderazgo claro y decidido; para otros, una muestra más de cómo el populismo y el ultraconservadurismo ganan terreno en España.